30/12/09

Juicio y cautela

En el Valencia necesitan ahora más prudencia que nunca. Al abordar el último episodio protagonizado por Miguel Brito, es imprescindible dejar aparcados los sentimientos y la vehemencia. Una cosa es lo que te pida el cuerpo y otra, muy diferente, tomar la decisión correcta.

A pesar de que el procedimiento judicial todavía está en periodo de instrucción y de que se siguen escuchando versiones contradictorias sobre lo ocurrido en la discoteca RS Dreams de Lisboa, Miguel Brito ya ha sido juzgado y sentenciado por parte de un tribunal popular.

El disgusto en el Valencia es más que lógico y compresible. Pero a Miguel ya se le ha castigado por los antecedentes. Por su fama. Por algo que el sentido común desarma sin necesidad de aludir a los principios fundamentales del derecho. Se le ha condenado por lo que nunca se debería enjuiciar a nadie. Aunque luego, si la investigación lo demuestra, podrá ser considerado como agravante.

En el momento actual la cautela no sólo es imprescindible porque aún no se hayan probado los hechos, sino porque en el supuesto de que lo fueran, para aplicar cualquier tipo de sanción habría que elucidar qué máximos y qué mínimos establece el reglamento disciplinario del convenio colectivo que suscribieron la AFE y la LFP.

Que Miguel se ha pasado tres pueblos se puede decir en la tertulia de un bar. Pero el asunto está 'sub judice', él es un patrimonio del Valencia (su fichaje costó más de nueve millones de euros), tiene contrato hasta junio de 2011 y, aparte de que ahora mismo sería ruinoso pensar en la desvinculación contactual, con el Mundial de Suráfrica por medio su devaluado caché podría revalorizarse.

La prudencia es una virtud activa. Siempre se ha dicho que es la madre de todas las demás. Supone aplicar la inteligencia y reflexionar adecuadamente. Sin duda un buen análisis es la mejor ayuda para acertar en las decisiones que se tomen. En este caso, pensando en lo mejor para la institución, para el Valencia.

40. (Publicado en Las Provincias, 30-12-09)

28/12/09

¡Ojo con los recaudadores!

(Valencia Fruits, nº 2.428, 22 de diciembre de 2009)

Víspera de los Inocentes

A medida que se aproxima el 28 de diciembre, casi todo el mundo se pone en guardia y agudiza los instintos, no sea que el amigo, hermano o compañero le cuele la tradicional inocentada.

Manuel Llorente ayer no tuvo que mirar el calendario antes de resoplar y morderse el labio. Cuando le comunicaron que Miguel Brito había vuelto a pasar por una comisaría, supo que no era una broma. No se sorprendió y por su frente desfilaron repetidos pasajes recientes en los que el defensa portugués aparecía como protagonista que decepciona.

Esta vez el presidente del Valencia no fue tan visceral como cuando, después de un partido en el que su equipo dejó escapar unos puntos, condenó las rotaciones. Mantuvo el silencio. El club no se pronunciará hasta que el futbolista le informe de lo ocurrido y eso no será antes de mañana por la tarde, que es cuando los jugadores volverán al trabajo, concluido el descanso navideño.

El nuevo sobresalto que ha provocado Miguel debe analizarse desde la serenidad, pero sin ceder un solo milímetro de firmeza. Y del mismo modo que no se puede pasar por alto que se trata de un episodio privado durante las vacaciones del futbolista, tampoco hay que olvidar que existe reincidencia y un impropio comportamiento global; aunque cuando en el verano de 2005 Miguel llegó al club los antecedentes en el Benfica ya delataban su estilo de vida.

Miguel no ha sabido devolver el cariño que le ha dado el Valencia. Ni el respeto. Es un buen futbolista, pero díscolo. Y ha cometido demasiadas salidas de tono. Además, su reciente rendimiento desvela que no está a gusto en Mestalla, aunque aún le quede un año más de contrato a razón de casi dos millones de euros.

El Valencia ha de mostrarse firme y evitar los paños calientes y anuncios de sanciones que después no se cumplen. El agua ha desbordado el vaso y en vísperas de los Inocentes la situación reclama luz y taquígrafos para que los socios y aficionados no acaben con el muñequito colgando en la espalda.

39. (Publicado en Las Provincias, 27 de diciembre de 2009)

26/12/09

Pedro Cortés

24/12/09

23/12/09

Un cuento de Navidad

Podría parecer el guión para un cuento de Navidad. De esos relatos que arrancan con una situación desagradable y luego van tocando la fibra para acabar la mar de bien. Manuel Llorente, con la sonrisa en la boca, vestido de Papá Noël, hace sonar su campana. ¡Jo, jo, jo! Mañana es Nochebuena y el espíritu de las fiestas invade el club de Mestalla.

El presidente del Valencia ha dicho que no hay que estar descontento con lo que hasta ahora ha ofrecido el equipo, se ha confesado satisfecho con el trabajo del entrenador Unai Emery (aunque no le ha renovado aún) y con el de la plantilla, y para que la felicidad sea completa, ¡hala!, ha alcanzado un acuerdo con la UTE para que de forma inmediata se reinicien las obras del futuro campo de la avenida de Las Cortes Valencianas.

¿Un cuento de Navidad? Casi sería mejor decir que parece que a Llorente le haya salido el premio gordo. O es que le realmente le ha tocado en suerte. No olvidemos que él viaja con frecuencia a Madrid y debe de haber pasado más de una vez por la calle Bravo Murillo, donde ayer todo eran alegrías por el 78.294, que a muchos hará más llevadera la crisis que no cesa.

Cuento o no, el espíritu de la Navidad valencianista está ahí. Muy presente. Y mola un montón porque el Valencia, con los apoyos que sean, está superando la época de despilfarro que nadie quiere recordar. No podía ser mejor, aunque al equipo se le debería exigir más, bastante más si me apuran.

Pero sin duda es muy bueno que a punto de despedir el aciago año 2009 (¡por favor, que 2010 pase ligerito!), superado un tercio de la competición, un presidente que es tan dado a meter cuchara en los temas deportivos, afirme que no hay queja de la trayectoria y que además está codo con codo con el entrenador y con la plantilla.

Sólo queda esperar que las palabras de Llorente no sean las de la típica postal de Navidad. Y, desde luego, que prosperen todas las gestiones que se realizan para que se autorice la venta de las acciones que asfixian a la Fundación.

38. (Publicado en Las Provincias, 23 de diciembre de 2009)

21/12/09

Se necesita un patrón

En el campo de Riazor el Valencia echó en falta un patrón, en la acepción que atiende a un modelo que sirve de muestra para sacar otra cosa igual. Bien está despedir el año sin perder y en puestos de Champions. Pero visto lo visto, ante un equipo más que timorato, los valencianistas ofrecieron demasiadas concesiones, apenas inquietaron a Aranzubia, y en definitiva el empate sin goles sabe a muy poco. Este Valencia no mola.

¿Quién debía crear el juego? Un equipo que arranca con futbolistas que saben manejar el balón, como son los casos de Villa, Mata, Joaquín, Ever y Baraja, no puede bailar al son que marquen las gaitas gallegas ni debe llegar al descanso del partido sin nada que llevarse a la boca, porque dos remates (uno muy flojo y el otro desviado) resultan un bagaje excesivamente escaso.

La excusa de que los jugadores llegaron cansados a La Coruña como consecuencia del esfuerzo que realizó el jueves en Génova en el encuentro de la Europa League, no sirve. Se antoja como un pretexto de mal pagador. Hay ejemplos de equipos cercanos para desmontar esa coartada. Aparte de que de este Valencia se esperaba bastante más, aunque los dos marcadores de este final de año proporcionen serenidad para poder brindar con champán y comer los turrones sin lamentos.

Pero realmente sólo convencen los números fríos que metieron al equipo en los dieciseisavos de final del torneo continental en un partido agónico en Génova y que ayer, en La Coruña, le mantuvieron en los puestos Champions, a un punto de Sevilla, que es tercero, y con dos de ventaja sobre el Mallorca, quinto.

Dicho ello, conviene la reflexión. Que el parón de Navidad sirva para hacer un profundo examen de conciencia y el propósito de mejora. Al Valencia le faltó astucia en Riazor. Empezó, como suele, dando muestras de que sabe y de que puede. Pero enseguida se desinfló. Y en la reanudación, mejora inicial y de nuevo desánimo y aburrimiento. Un equipo que aspira a estar entre los mejores ha de ofrecer algo más.

37. (Publicado en Las Provincias, 21 de diciembre de 2009)

20/12/09

Fernando Gómez

18/12/09

En el filo de la navaja

Una de las obras más conocidas de Somerset Maugham es, probablemente, 'El filo de la navaja'. Una espléndida novela, llevada al cine, que se puede resumir como un viaje al interior de la condición humana. El Valencia ayer mostró su condición, su débil naturaleza, después de pasearse y hacer equilibrios por la arista, por el peligroso borde cortante del estadio del Génova.

La victoria, y con ella la clasificación para los dieciseisavos del torneo, resultó agónica. Seguro que a lo largo de la historia nunca hubo tantos valencianistas pegados al televisor pidiendo la hora con tal insistencia. ¡Que acabe ya, por Dios!

Curiosamente, sin ser un buen partido, porque realmente resultó una castaña, el interés se mantuvo hasta incluso los cuatro minutos del añadido final. Suspense total. ¡Más cafinitrina, que es la guerra! Hasta entonces, con el empate en el marcador, los italianos jugaron a la desesperada en busca de un gol que les diera la vida.

Esta vez Emery no se excedió en las rotaciones y presentó una formación que en los primeros quince minutos evidenció carácter ganador, aunque de inicio le valiera el empate. Pero ese talante fue como la gaseosa. Se desventó en un santiamén. Y la lesión de Marchena no es ninguna excusa. Tras diez minutos acertados el equipo fue a trompicones, aunque la fortuna le tendió la mano para que el balón que Bruno cabeceó en proyección hacia atrás acabara en la red, con la complacencia de Scarpi.

Después todo fue sufrimiento. Hasta el final. Hernán Crespo enardeció a la grada con su gol y sólo la inclusión de Pablo Hernández en los últimos compases dio oxígeno a los de Emery, que forzaron un penalti que podía significar la puntilla, pero que Villa no acertó a transformar, para poner más suspense a la obra.

Sin embargo, como ha sucedido en otras ocasiones, el Guaje tuvo una segunda oportunidad. La que le dio Scarpi para cuando ya se habían consumido todas las grageas de cafinitrina.

36. (Publicado en Las Provincias, 18 de diciembre de 2009)

15/12/09

La macromanifestación del domingo

(Valencia Fruits, nº 2.427, 15 de diciembre de 2009

14/12/09

La paja y la viga

El tiempo siempre nos enseña cosas que ignoran los días. Aunque para muchos puede haber un antes y un después del Valencia-Madrid, porque habían depositado todo tipo de ilusiones, con veinticuatro jornadas de Liga por consumir y con el decisivo partido en Génova a la vuelta de la esquina, lo del sábado no debe pasar de lo que fue: un mal sueño que, eso sí, obliga a tumbarse en la 'chaise longue' para analizar errores.

Pero desde luego nada de cilicios ni mortificaciones y, sobre todo, oídos sordos a los cantos de quienes hace tres días colocaban al Valencia como firme aspirante y ahora ya le han quitado los galones. Fue un partido más. Y si la lógica hace ascos al mundo del fútbol, donde el que más tonto un día va y fabrica relojes, este tipo de encuentros entre gallitos siempre resultan a cara a cruz. Puede pasar cualquier cosa. Lo dicta la experiencia.

El Valencia desaprovechó la oportunidad de llenar el depósito de la confianza, que era importante, pero más lo fue haber perdido el norte. El equipo salió sin la brújula con la que navegaba viento en popa. Y cometió errores individualidades y de grupo.

Viene bien recordar que la víspera del partido, al responder a una pregunta sobre los puntos débiles del rival, Unai se metió en un jardín. «Si empezamos a enumerar serían muchos.» arrancó para, al darse cuenta del patinazo, tirar de la brida. ¿Lo de ver la paja en el ojo ajeno?

Después del 2-3 el entrenador admitió que por primera vez su equipo no mereció la victoria y eso le obliga más a analizar en profundidad el partido. Las enormes dificultades y errores puntuales de quienes tenían como primera misión la faceta defensiva y la falta de fluidez de quienes debían de crear y marcar. Para que nadie le recuerde lo de la viga en el ojo propio.

35. (Publicado en Las Provincias, 14 de diciembre de 2009)

12/12/09

Ever Banega

11/12/09

Héroes, mitos y galanes

Si ustedes pertenecen a mi generación, y por favor, no me llamen nostálgico, seguro que recordarán aquellas tardes de cine de los jueves o de los sábados (según colegios, la fiesta vespertina era un día u otro). Los chavales, más diligentes y puntales que nunca, acudíamos al Price, al Coliseum o al Astoria para disfrutar de la destreza de John Wayne con el ‘Winchester’, de la habilidad de Charlton Heston conduciendo una cuadriga, o del irónico Marlon Brando, desafiando al arrogante capitán Blight.

Esos galanes eran nuestros héroes. Nuestros ídolos. Y entonces nos traía sin cuidado la ausencia de Clark Gable en ‘La diligencia’, de Cary Grant en ‘Ben Hur’ o de Humphrey Bogart en ‘Rebelión a bordo’. Simplemente no eran los protagonistas de esa tarde.

Mañana, en el recinto de Mestalla, los protagonistas del Valencia serán Villa, Mata, Albelda, Pablo, Marchena… y en el Real Madrid Bencemá, Higuaín, Xavi Alonso, Casillas, Ramos… Son todos los que están, aunque no sean todos los que son. Pero incidir, insistir y remachar las ausencias Cristiano Ronaldo o Kaká, obliga a pensar que no son más que justificaciones anticipadas para una derrota. O porque a algunos no les salen las cuestas, después de lo que han pagado por ellos.

A primeros de semana Albelda fue tajante: ‘nosotros no tenemos a Silva y no estanos dando el coñazo todos los días’, y ayer Villa clavó una nueva estaca: ‘no son protagonistas de este partido’. Punto.

Pero sigue rodando la bola. A medida que se acerca la noche del sábado, aparte de algún rapapolvo al gobierno de Zapatero, no hay más tema de conversación que el Valencia-Real Madrid. Es como si se tratase de una final. Como si el triunfo significara siete u ocho puntos en la clasificación. Parece que se olvida que por delante todavía quedan dos tercios de la competición.

Desde luego un triunfo del Valencia proporcionaría un plus de confianza a los de Emery y a la vez añadiría lastre al arbitrariamente criticado Manuel Pellegrini. Pero se dé el resultado que se dé, no será definitivo. Aunque cuando lleguemos a mediados de mayo se puedan echar de menos esos tres puntos. Del mismo modo que los tres que unos se dejaron en Sevilla y los otros en Getafe.

34. (Publicado en Las Provincias, 11 de diciembre de 2009)

7/12/09

El desempleado

(Valencia Fruits, nº 2.426, 8 de diciembre de 2009)

Ganar sin sufrir

Manuel Llorente no había hecho tanta fuerza de contención de los esfínteres desde una vez que sufrió una fuerte gastroenteritis. ¡Menudo final de partido! No había más que ver el gesto desencajado del presidente, mezcla de satisfacción e inquietud, para adivinar lo que estaba sufriendo el que en esos momentos se convertía en el reflejo más fiel de toda una afición que debe tener ansia de ver ganar a su equipo sin tanto sufrimiento.

La merecida victoria de ayer en San Mamés encumbra al Valencia a la tercera posición de la tabla, le reafirma como mejor visitante de la Liga y, a la vez, le inyecta toda la moral necesaria para afrontar el sábado el asalto a la segunda plaza, porque esa tarde-noche es cuando el Real Madrid visita Mestalla.

Pero sería un error caer en cuentos de la lechera y otras zarandajas, como sucedió hace apenas una semana cuando el Mallorca llegó a Valencia. Entonces no fue el rival, sino la fortuna, quien desmoronó el castillo de naipes. Por eso hay que vivir la realidad y evitar levitaciones y ventas de humo.

El Valencia ayer fue mejor que el Athletic, pero volvió a sufrir. En exceso. Hasta el final. Acabó, como suele decirse, apretando el culo. Le faltó acertar a 'dormir' el partido. Le costó demasiado. Parece que no lo sabe hacer de otra forma y eso es algo que debería consultar al especialista. ¡Oiga, hágaselo mirar! Ensaye, del mismo modo que se ejercita en las jugadas de estrategia. No es normal que despida los partidos pidiendo la hora.

Antes de todo el sufrimiento pudo haber sentenciado por medio de su goleador, David Villa, que no acertó en un intento de vaselina, y acto seguido, un par más de errores individuales sirvieron para que el rival se pusiera por delante.

Sin embargo enfrente había un equipo que estaba obligado a ganar. Que quería ganar. El Guaje recuperó el olfato que le condujo de nuevo a la cima de la tabla de realizadores y poco después Mathieu sentenció con un golazo. Pero con tanto sufrimiento, no. De ninguna manera, porque el cántaro puede hacerse añicos.

33. (Las Provincias, 7 de diciembre de 2009)

Nikola Zigic

4/12/09

El aria del adiós

Cuando se habla de Nikola Zigic o Asier del Horno hay que hacerlo con los pies de plomo. Con mucha precaución. Como si supiéramos que en la esquina hay emboscado espiándonos un elemento de la 'sgae', algo que recuerda más a una agencia secreta en la guerra fría que a otra cosa. A lo peor, en su celo, esos vigilantes te piden que abones un canon por citar a los dos futbolistas del Valencia, que con contrato hasta 2012 'cantan' poco o nada, porque lo que realmente 'canta', y mucho, es la situación en la que ambos se encuentran.

Es la otra aria del "Adiós a la vida". Prudencia, pues, que a escasas fechas de que se abra el candado del mercado invernal, el club prevé para los dos un billete sin retorno, a pesar de que ellos no están dispuestos a utilizarlo. Pero, ¡ojo!, que en esto del fútbol las cosas cambian en un periquete, del mismo modo que un equipo tiene el partido controlado, se duerme en los laureles y en un santiamén el rival está a punto darle un disgusto. ¿De qué me suena este argumento?

Miedo le tengo a la 'sgae', no sea que haya incurrido en plagio. Emery ha dejado claro que no cuenta ni con Del Horno ni con Zigic . Bueno, digamos que cuenta lo justito, porque los dos aparecieron en la convocatoria para la cita con el Lille. Pero como si hubieran estado en la tribuna. En el caso del defensa zurdo, el entrenador antepuso el perdón a Miguel para colocar a Bruno en la banda izquierda.

El serbio, pese a la ausencia de Villa, no sólo no fue titular, sino que con el 3-0 en el marcador siguió en el banquillo. Unai prefirió a Miku. El Gallarta puede salir cedido al fútbol nacional porque sólo lleva dos participaciones en Copa. Lo de Zigic es distinto. Las tres intervenciones en Liga y las dos en Copa obligan a que la hipotética marcha sea al extranjero.

Si Fernando Gómez cierra el ingreso del deseado 'Chori' Domínguez, está claro que sobra un atacante. Y del mismo modo que Zigic deberá replantearse su futuro, Miku tendrá que pensar también en hacer las maletas para salir e irse de gira. Todos no caben en el escenario.

32. (Las Provincias, a 4 de diciembre de 2009)

2/12/09

Miguel, ayer, hoy y mañana

Unai Emery ha tirado por la calle de en medio. Probablemente por convicción, que sería lo deseable y razonable; aunque quizá lo haya hecho porque no le quedaba otra, o tal vez porque se ha visto desbordado por los acontecimientos y desamparado por el consejo. Sea como fuere, todo hace pensar que el entrenador del Valencia hoy contará con Miguel Brito para fortalecer la defensa en la cita con el Lille. ¿La baja de Mathieu obliga?

Unai Emery ha 'perdonado' al futbolista portugués después de mantenerlo apartado durante dos partidos de Liga, como castigo por su enésimo acto de indisciplina, y después de que el defensa lanzara algunos mensajes recordando su deseo de abandonar el club.

No se trata de hacer leña del árbol caído. Ni mucho menos. Pero tampoco de esconder la cabeza bajo del ala. Habrá que poner los puntos sobre las íes, ¿no?, y dejar muy claro que ni Miguel ni nadie debe pasarse cuatro pueblos, tres aldeas y dos caseríos. Y eso lo ha de hacer el consejo de administración que preside Manuel Llorente, y desde luego no trasladarle toda la responsabilidad al entrenador. Demasiado fácil.

¿Que casi todos los jugadores salen? Pues claro. No hay más que dar una vuelta por ahí un jueves cualquiera, que Valencia tampoco es New York. Pero mientras la fiesta no sea en la víspera de un partido, no haya escándalo y, desde luego, el trasnochador no se duerma a la hora de acudir al trabajo y ofrezca buen rendimiento...

Miguel Brito tiene contrato con el Valencia hasta junio de 2011. A botepronto, su presencia cuesta una pasta gansa. El club paga una ficha federativa del orden de dos millones de euros por campaña, amén del millón y medio que supone la amortización de su fichaje.

En la distancia corta Miguel es un buen tío. Pero el Valencia no es una pandilla de amigos ni una ONG. Como en cualquier empresa, hay que pedir responsabilidades. Y no sólo por el respeto que merecen los demás futbolistas. Por el que siempre hay que tener al aficionado, que es quien pronuncia la última palabra, aunque a veces esté muy callado.

31. (Las Provincias, 2 de diciembre de 2009)

30/11/09

Montilla, ¡qué maravilla!

(Valencia Fruits, nº 2.425, 1 de diciembre de 2009)

Silva, el as en la maga

Valencia va a echar de menos a David Silva. Se queda sin el mago de Arguineguín durante unas semanas en las que el equipo tiene compromisos cruciales. Mal pinta la cosa sin este as en la manga. Lille, Athletic, Real Madrid, Genova y Deportivo son, por este orden, los inmediatos rivales antes de decir adiós a 2009, y el media punta canario, con la rodilla derecha dañada, probablemente no podrá reaparecer hasta el nuevo año. Casi coincidiendo su 24 cumpleaños, que es el día 8 de enero. Se repite la historia.

Sin haber iniciado una brillante temporada, Silva es un jugador imprescindible para Unai. No es de esos que a veces se pueden quedar en el banquillo. Sería un lujo, y el Valencia sólo se los puede permitir en cuentagotas; cuando se hacen necesarias las rotaciones. Y eso que David empezó el curso con el lastre que supone la falta de movilidad por el dolor que sentía en el tobillo izquierdo, del que había sido operado.

Silva forma parte de una generación de futbolistas llamados a triunfar. Es uno de los ases de un póquer ganador que integra junto a Pablo, Mata y Villa. Un elemento con la chispa necesaria para jugar y hacer jugar a sus compañeros, que igual se saca de la chistera una asistencia que se que inventa un espléndido regate o un espectacular remate. Y, además no esconde en el combate. La talla no es impedimento para este niño que hizo adulto antes de tiempo, y por el que han suspirado en Cataluña, en la meseta, en el Piamonte y en la Premier. Una de las joyas de las corona de Mestalla.

Cuando Silva juega, el Valencia juega. Se trata de un axioma que se ha aceptado en Mestalla. No precisa demostración porque es una realidad, y por eso ahora todos andan preocupados. Su ausencia se va a notar, como se notó en el ejercicio pasado. Es un futbolista con galones, un actor principal, y hasta que esté recuperado, Unai tendrá que decidir quien se sube al escenario para sustituirle. No es una tarea fácil. Ni para quien elige ni para quien ha de aprenderse el papel e interpretarlo en el escenario.

30. (Las Provincias, 30 de noviembre de 2009)

28/11/09

Bajitos de altura

Cualquier tiempo pasado fue. Y no seré yo quien añada el comparativo de mejor o peor. Pero seguro que nuestros mayores van a arrugar el entrecejo de la disconformidad y dirán que como aquella delantera que en Valencia electrizaba en los primeros años de la década de los cuarenta, nada de nada.

Es lo que va de ayer a hoy. Entonces los bachilleres recitaban de carrerilla lo de los Epi, Amadeo, Mundo, Asensi y Gorostiza. Sin titubeos. Con la misma soltura que, para satisfacción paterna, en el 'cole' podían enunciar la extensa retahíla de los reyes godos, o en las reuniones familiares entonar 'La canción del pirata', el poema de Espronceda que han desempolvado unos malvados somalíes.

Los ataques hacían furor, y los chicos declamaban de pe a pa los propios y ajenos. La delantera 'stuka' sevillista de los López, Pepillo, Campanal, Raimundo y Berrocal; la colchonera de 'seda', con Juncosa, Ben Barek, Pérez Paya, Carlsson y Escudero, o de la de 'los catedráticos' de San Mamés, que integraban Iriondo, Venancio, Zarra, Panizo y Gainza.

Eran otros tiempos. Ni mejores ni peores. Distintos. Los equipos utilizaban el sistema piramidal, con dos defensas, tres medios y cinco delanteros. Justo a la inversa que ahora, que no hay hacer mucha memoria para declamar delanteras, porque sólo juega uno en punta, o lo sumo dos si el partido es en propio campo.

Ahora no hay eléctricos ni 'stukas' ni maravillas ni magníficos. E incluso me temo que los chicos de la ESO sean incapaces de ir más allá de Wamba, que fonéticamente les resultará más familiar por la marca de zapatillas que por ser el último rey visigodo.

Sin embargo, en Mestalla luce el sol. Sin alcanzar los famosos quintetos de antaño, el equipo presenta cuatro internacionales que son la envidia de España entera. Pablo, Silva, Mata y Villa se han encaramado a los altares con el sobrenombre de 'los bajitos'. Pero, ¡ojo!, que como la economía manda, hay que aprovecharse ahora de su fútbol, porque seguro que no los veremos juntos la próxima temporada.

29. (Las Provincias, 28 de noviembre de 2009)

Jaime Ortí

27/11/09

Era una obligación colgar esto

Cómo ir de Repente a Kagar

No es lo que parece

25/11/09

Sueño y realidad

El tiempo es relativo, escribió Mario Benedetti. Dijo que cinco minutos bastan para soñar toda una vida. El Valencia no se detiene a fantasear. Y eso que a un paso de llegar al cruce de caminos del primer tercio de la Liga, el equipo ha tomado el que le puede conducir hasta la realidad más anhelada, y alejar malos pensamientos como son la venta de sus estrellas.

Las cifras ilusionan y la inicial aspiración del puesto para la Champions empieza a considerarse insuficiente. Pero con el valioso añadido de que en el vestuario nadie saca pecho y, mucho menos, entra levitaciones. Pies en el suelo, y perseverancia, que «piano, piano si va lontano».

Mi admirado Carlos Valldecabres ofreció ayer en estas páginas un espléndido trabajo sobre la realidad del equipo blanquinegro. Por un lado, datos objetivos. «Emery mejora las cifras del Valencia campeón de Benítez» en uno de los mejores arranques de la historia del club. Por otro, una voz autorizada como la de Subirats, valedor del hoy entrenador del Liverpool, que considera que el actual es mejor equipo que el de entonces.

Ayer tuve la oportunidad de almorzar con Juan Sánchez, que a la sazón apadrinó la llegada de Unai. El técnico también percibe cierto aroma de algo más que Champions, y destaca un par de circunstancias que valora sobre muchas otras: los jugadores están muy enganchados y que los dos rivales más mediáticos no han marcado amplia diferencia.

Puede ser. Más que el calendario, el equipo ofrece opciones de alcanzar la Navidad con muy buenas notas para que los Reyes se rasquen el bolsillo. Para que a partir del próximo enero en cada partido en Mestalla cuelgue el cartel de no «hay billetes».

28. (Las Provincias, 24 de noviembre de 2009)

23/11/09

Una de piratas

(Valencia Fruits, nº 2424, 24 de noviembre de 2009)

Repaso en Navarra

En el mundo fútbol la adrenalina fluye con excesiva facilidad, aunque también hay mucho melindre y hasta quienes reemplazan el higiénico por el papel de fumar. Lo del «¡mira lo que ha dicho éste!» y el «¡escucha lo que le ha contestado el otro!» es muy habitual. La mayor parte de las veces los cruces de declaraciones previos a los partidos obedecen a un meditado trabajo de estrategia. Son mensajes para la galería o para algún tercero.

Eso es lo que pasó entre José Antonio Camacho y Unai Emery. El entrenador de Osasuna puso el grito en el cielo y utilizó la expresión «falta de respeto al árbitro» como respuesta a su homólogo del Valencia, que al aludir a la presión de la grada de Pamplona había apuntado que esperaba un colegiado con personalidad, al que no le impusiera el miedo escénico.

A nadie se le podía escapar que los técnicos pretendían aderezar a su favor el partido que iba a cerrar la jornada, porque con Velasco Carballo la feria no le ha ido bien ni a uno ni a otro equipo. Curioso. El Valencia, como visitante, nunca había ganado y a los navarros en su estadio tampoco les había ido demasiado bien.

A Unai Emery le preocupaba Velasco más que las andanadas que (en privado, pero para que le lleguen) de vez en cuando le lanza Manuel Llorente. Pero su mérito está en que acertó en el planteamiento, en la estrategia.

A Camacho también le inquietaba Velasco y quiso llevarlo a su terreno, olvidándose que en septiembre pasado el árbitro madrileño le amargó la tarde del partido con el Tenerife, él le criticó con dureza, y además el goleador del equipo, Pandiani, le puso de vuelta y media al denunciar que «estaba un poco ido» y que le había «faltado al respeto».

Ahora, mientras Unai sólo piensa en el Mallorca, Camacho, el atacante uruguayo y los demás integrantes del equipo navarro se agarrarán al clavo ardiendo de la actuación de Velasco para justificar el repaso que les dio el Valencia.

27. (Las Provincias, 23 de noviembre de 2009)

David Villa

21/11/09

El sueño de Morfeo

Los expertos aseguran que tanto dormir mucho como poco es malo para la salud y que se pueden desarrollar enfermedades cardiovasculares. Cada persona tiene su patrón de sueño, pero los expertos afirman que se debe dormir lo justo y que el periodo ideal oscila entre las siete y las ocho horas.

Miguel Brito está en ello. Lo sabe de carrerilla. Como si se tratara de la tabla del siete. El defensa portugués del Valencia necesita dormir suficientes horas para cumplir con su trabajo. Por eso no debe de extrañarle a nadie que si trasnocha, luego se le peguen las sábanas y llegue tarde a una cita; como la que tenía ayer en Mestalla a las 9.30 para la foto oficial y el posterior entrenamiento.

¡Vaya papelón! Todos esperándole hasta la diez... Miguel se había quedado en brazos, pongamos que de Morfeo. Tenía que descansar las horas pertinentes porque el jueves al anochecer regresó de la convocatoria con la selección de Portugal y tras la cena, pasó lo que pasó. Te pones a hablar con unos y otros y la cosa se lía. Miguel permaneció en un pub de La Alameda bastante más tiempo de lo que duran dos peces de hielo en el güisqui on the rock's. Y siguiendo con el poeta Sabina, pues eso, que te pueden dar la una, las dos, las tres, las cuatro...

El despiste de Miguel fue tal que el club ha tenido que echar mano del photoshop para arreglar el desaguisado en la foto oficial, porque ni el traje que le tuvieron que prestar era de su talla ni la corbata del color naranja oficial.

La irritación del presidente Manuel Llorente no pasó desapercibida. Ni la de Unai Emery tampoco, claro. El entrenador ha propuesto una dura sanción económica. Su indignación no tenía nada que ver con la que evidenció en las dos ocasiones anteriores. Porque Miguel es reincidente.

Mientras Miguel se ha dormido en los laureles, Llorente, en un duermevela continuo, entorna los ojos hacia el futuro. El Valencia está obligado a hacer caja y el luso tiene un pie fuera. Al menos fuera del tiesto.

26. (Las Provincias, 21 de noviembre de 2009)

20/11/09

Recorte de prensa

18/11/09

El ayer y el hoy

Recuerdo que en lógica estudiábamos aquello de los silogismos categóricos. Una deducción a partir de dos premisas en la que tanto éstas como la conclusión resultan proposiciones categóricas.

Digo yo que ahora el ejemplo aristotélico sería algo así: «Un club con una buena gestión económica escapa de la crisis financiera; el Valencia está atrapado por la crisis. Por lo tanto, el Valencia no es un club que haya estado bien gestionado».

Después del fiasco de Vicente Soriano y Dalport, llamados a convertirse en salvadores del Titanic que Juan Soler había conducido directo hacia el iceberg del caos, tuvieron que aparecer la Generalitat y Bancaja para colocar a Manuel Llorente al frente de la nave, que aún sigue en riesgo de zozobrar.

El presente del Valencia tiene un guión muy parecido al de hace unos años, cuando a finales de los ochenta Arturo Tuzón y su equipo aterrizó en Mestalla para sacar adelante un club a la deriva, tras una etapa de deterioro continuado.

Aquel consejo afrontó el reto con el equipo en Segunda, sin estrellas que traspasar y una deuda próxima a los 2.000 millones de las antiguas pesetas. «El Valencia será lo que su afición quiera», fue el lema del presidente, que encabezó una eficaz gestión económica arropado por el maná que llovió de las quinielas, la televisión y, en forma de plan de saneamiento, del Gobierno.

Llorente y su equipo se encuentran en la cresta de la ola de una tormenta perfecta. La deuda supera los 550 millones de euros y no ha desaparecido el peligro de que el club entre en causa de disolución. Aunque este consejo también cuenta con el respaldo del aficionado, no le va a llover ningún alimento bíblico en forma de euros, salvo el de la obligada venta de activos.

Es lo que va de ayer a hoy. En aquellos ochenta el Valencia remontó el vuelo con los Sempere, Quique, Voro, Arias, Giner, Fernando, Arroyo, Subirats... y el presente dice que la historia lleva camino de repetirse. Habrá que mirar hacia la cantera. ¿O hay otra?

25. (Las Provincias, 18 de noviembre de 2009)

17/11/09

¡Que la chupen!

(Valencia Fruits, nº 2423, 17 de noviembre de 2009)

16/11/09

La torre de Babel

La construcción mítica que detalla el Génesis toma el nombre del verbo hebreo balál, que significa confundir y algo así debe haberle sucedido a la imaginaria torre del Valencia, de Mestalla, que no tiene nombre ni hay que buscarle etimología. Un hipotético baluarte que produce tal desconcierto que está en el camino de convertirse en el principio del fin de la ilusión de quienes veían la primera piedra para alcanzar un esplendoroso futuro.

Sin necesidad de pasar por la junta general del Valencia, a la vista está que en el camino de la imaginaria torre no aparecen brotes verdes y que el desenlace no puede ser otro que la reparcelación del solar donde se alza en viejo recinto para que Juan Soler complete los setenta y pico millones que debería abonar, o la devolución al ex presidente de los algo más de trece millones que adelantó para esa compra.

Con la torre de Babel los hombres anhelaban alcanzar la gloria. Tocar el cielo. Pero Yahveh obstaculizó el atrevimiento y frenó todos los planes. Hizo que los constructores hablaran diferentes lenguas y provocó la confusión y el caos porque los obreros no podían entenderse entre si. En el caso de la imaginaria torre de Mestalla, el Todopoderoso se disfrazó de burbuja inmobiliaria para moderar y poner bridas a las ínfulas de un presidente que, rodeado de ineptos, mequetrefes y cantamañanas, no iba a dejar en el club más huella que la de la frustración. En los aficionados y propia, porque le ha costado dinero del bolsillo (o del de su padre) y, además, cuando llegó el único momento de sonrisa (obsérvese que no digo de alegría), la Copa del Rey, él ya había echado la toalla y a orillas del Manzanares, en el sillón, estuvo sentado su amigo Agustín, que fue quien disfrutó del minuto de gloria.

En el Valencia están muy inquietos. No es para menos, porque aparte de que el cinturón ya no tiene espacio para más agujeros, en el horizonte hay señales de humo que aluden a que la firma por la que Soler adquirió la torre tiene mal color y podría entrar en proceso concursal.

24. (Las Provincias, 16 de noviembre de 2009)

15/11/09

Juan Mata

(Las Provincias, 15 de noviembre de 2009)

14/11/09

El fin del mundo

Si lo del calendario Maya es cierto, la junta general que hoy celebrará el Valencia nos debe importar tres cominos. Una profecía de esa ancestral cultura asegura que el mundo se acabará en 2012, y como la justicia aquí va tan lenta, a nadie le debería inquietar una deuda como la que tiene el club de Mestalla.

Pero me da en la nariz que lo de los mayas no es más que publicidad por la película de Roland Emmerich, y que en tiempos de crisis adquieren mayor protagonismo las predicciones apocalípticas.

Hoy el Valencia no puede andarse con medias tintas. Sus gestores han de pronunciarse con la máxima transparencia. No es necesario ponerse chistera de mago ni sacar la bola de cristal para saber que en la junta general el consejo de Llorente sacará a pasear el rodillo de la Fundación, que Piles le dará un tirón de orejas a los que hasta hace muy poco fueron sus compañeros de viaje, y que desde ese sector habrá algún reproche a Javier Gómez, porque fue quien elaboró el presupuesto de los ahora criticados.

Lo primero es lógico. Lo segundo, sobra. Y lo de Gómez... Nada nuevo bajo el sol. A lo largo de la historia del Valencia los responsables de la economía del club han tenido que envainársela en repetidas oportunidades. No hay más que repasar las actas de la sociedad para encontrar votos en contra de determinadas gestiones. Por ejemplo, de Baltasar Alemany, como tesorero en la etapa de Ramos Costa, o de Gaspar Romero, que desempeñó el cargo con Arturo Tuzón como presidente; este último, incluso, en una junta votó en contra del presupuesto que él mismo se había visto obligado a elaborar.

No es necesario saber de arcanos ni consultar a Newton ni a Nostradamus para adivinar que el Valencia está obligado a apretarse el cinturón y que la venta de sus activos es la única salida coherente. Bueno, si el mundo se acaba en 2012, no haría falta. En ese caso se podría seguir trampeando...

23. (Las Provincias, 14 de noviembre de 2009)

11/11/09

Ni zorro ni león

Ayer recibí uno de esos e-mail con los que algunos amigos te inundan la bandeja de entrada del ordenador. Digo yo que deben tener pocas que hacer... Pero eso es una historia para otra ocasión. Ahora vayamos al e-mail en cuestión; un correo de esos de mucho leer. De los que siempre que los abro acabo diciéndome que no y que no; que no tengo tiempo para esas cosas, aunque termino cayendo en la red y me quedo hasta que Rick le dice a Louis lo del inicio de una bonita amistad.

Pero vayamos al e-mail, porque me disperso como ayer le ocurrió al Valencia, que finiquitó a trompicanos la eliminatoria de Copa frente al Alcoyano. Con más pena que gloria. El correo electrónico al que aludo en el párrafo anterior encierra una frase de Fedro, que viene como hecha a medida. «Cuando falta la piel del león, es preciso tomar la del zorro», escribió el fabulista romano, en evidente alusión a que ante la ausencia de fuerza, es necesario recurrir a la astucia para no terminar pidiendo la hora.

El Valencia ni fue león ni fue taimado y en el tramo final la situación provocó que por la mente de muchos desfilaran flashes de Praga, y no me refiero precisamente a las imágenes que presiden el puente de Carlos, no.

Como no se puede hablar de segundo equipo de Unai, porque ahí estaban Marchena, Bruno, Alexis, Joaquín o Rubén Baraja (llamados a bastante más que a ocupar banquillo) habrá que decir que «los menos habituales» se despojaron demasiado pronto de la piel de león y ante un Alcoyano todo corazón, siempre decidido a dar el disgusto (que para eso el equipo de la moral) no supieron reemplazarla por la de la astucia.

Quien también se despojó ayer de la piel de león fue Florentino. El presidente del Madrid echó pie a tierra. El muy ladino, después de reventar el mercado futbolístico con una inversión superior a los 250 millones de euros, asegura que el equipo de los Cristiano, Kaká, Benzemá, Xavi y compañía, no tiene obligación alguna de ganar un título. Vale...

22. (Las Provincias, 11 de noviembre de 2009)

9/11/09

Vade retro, Leviatán

(Valencia Fruits, nº 2.422, 10-11-2009)

El gélido viento de mistral

El viento de mistral, también conocido en Aragón como cierzo, es un viento frío, seco y violento, que en el Mediterráneo llega desde el noroeste y a veces desde el norte. Combinado con rachas de poniente, es el que sufrimos ayer coincidiendo con la visita del Zaragoza a Mestalla.

La presencia del equipo baturro y aguerrido que dirige Marcelino García Toral entrañaba cierta inquietud a pesar de que junto al Atlético de Madrid es el más goleado de la categoría. Por eso el Zaragoza quería ser en Valencia como el mistral, que allí también le llaman viento del Moncayo. Pretendía dejar helado al anfitrión. Ganar en un campo que se le resiste desde hace 16 años.

El entrenador que estuvo llamado a sentarse en el banquillo blanquinegro intentó imponer la presión y tejer un entramado en el centro del campo que no permitiera el juego que le gusta al Valencia, que a su vez estaba más obligado que nunca por el batacazo de Praga y porque en la Liga necesitaban ofrecer la satisfacción del triunfo a sus seguidores, que sólo le habían visto ganar en la primera jornada, frente al Sevilla.

Pero fue suficiente una ráfaga de aire de levante, un pase entre líneas en busca de Juan Mata, para contrarrestar y que el internacional asturiano abriera el camino de la victoria en una jugada polémica; porque aparte de crear muchas dudas, hundió al rival y desquició el técnico que, en el descanso, cuando iba a reanudarse la segunda parte, censuró al árbitro mediocre que ya no le permitió seguir.

Para entonces otras dos ráfagas de levante ya habían puesto la puntilla. Sobraba todo lo demás, porque Villa ya había aumentado su cuenta para el Pichichi y Pablo Hernández se reivindicó más aún a escasas horas de la citación de Del Bosque. Sobró que César encajara un gol que rompió su racha de imbatibilidad, aunque el portero extremeño, en tono simpaticote, espetó que ni siquiera sabía que podía batir récords. «Lo importante es que hemos ganado, tío». Pues sí, eso es lo único que valió la pena de la gélida tarde-noche de vientos divergentes.

21. (Publicado en Las Provincias)

Carlos Marchena

(Las Provincias, 8 de noviembre de 2009)

7/11/09

Una tirita para la crisis

Tienen la cara muy dura. Si no lo digo, reviento. Estoy indignado porque el legislador se ha quedado corto. A mitad del camino. Su pretensión ha llegado tarde y resulta escasa. Ambición de timorato. Es como si hubiera tenido miedo a que su propuesta la echaran al corral... Pero, desde luego, un mínimo reproche a que se recorten los enormes beneficios fiscales de quienes más cobran, me parece, cuanto menos, de insolidarios. Lo censure el Valencia, el Real Madrid o el Cantalapiedra de Abajo.

Solamente al recordar que en nuestra sociedad se ha desbordado el desempleo y estamos rozando los cuatro millones de militantes en el INEM, me parece de granujas que haya alguien que se eche las manos a la cabeza ante la pretensión del Gobierno de modificar la 'ley Beckham', que persigue elevar a partir de 2010 la tributación de los contratos de los futbolistas extranjeros que cobran más de 600.000 euros al año, y que aumente del actual 24% al 43%.

La LFP, es decir, los clubes (que realizan los fichajes en neto) pusieron el grito en el cielo (porque les tocan el bolsillo) e insinuaron una huelga. El mundo al revés. El descontento debería haberse producido por parte de quienes están en la otra orilla, que son algunos millones más, y se sienten vejados porque con ellos se utiliza diferente vara de medir.

El grito de reivindicación y el asalto al Palacio de Invierno sería la respuesta a un proyecto que sabe a poco. A casi nada. No sólo porque haya quien pretenda frenarlo o buscar contraprestaciones, que seguro que al final las consigue. Se levanta la voz para preguntar qué va a pasar con los otros, por ejemplo, con los que cobran 590.000 euros al año. ¿Esos tendrán bula? ¡Venga ya, hombre!

Lo que ha hecho el Gobierno ha sido poner un parche a la crisis. Una tirita en la profunda y sangrante herida de la económica española. ¡No hombre no! Aquí o jugamos todos o rompemos la baraja.

20. (Las Provincias, 7 de noviembre de 2009)

6/11/09

Exposición de Luis Jr.

4/11/09

¡Paquito, Paquito...!

(Valencia Fruits, nº 2.421, 3-11-2009)

Rotaciones y aciertos

Lo que a Unai le pasa ahora mismo por la cabeza es una incógnita. Si nunca habla de alineaciones, en esta ocasión, menos. La expedición del Valencia viaja hoy a Praga, para enfrentarse mañana al Slavia (que la semana pasada aquí le sacó los colores con un empate en la tercera jornada de la Europe League), y rápidamente surge la pregunta sobre el número de cambios que en este partido introducirá el técnico vasco en la formación blanquinegra, clasificada a dos puntos del Lille, el líder del grupo.

La convocatoria de 20 futbolistas ofrece la lectura de que Unai tiene las cosas claras, pero que algunos jugadores no están al cien por cien físicamente. Puede ser el caso de Carlos Marchena, que sale de una lesión, o de Joaquín Sánchez, también recuperado recientemente. Lo que no supone ningún tipo de duda es que no se trata de llevarse dos palmeros a Chequia, porque desde hace varias semanas Manuel Llorente sacó del cajón las tijeras de recortar.

La presencia de Marchena, como alternativa para centro del campo o del eje de la defensa, es importante en el equipo porque además el calendario dice que hay que jugar partidos cada tres días y, en ese caso, todos los futbolistas son muy necesarios. ¿Rotaciones? ¿Cuál es el número ideal de cambios? Doctores tiene la Iglesia.

Satisface tanto decir que Navarro y Dealbert han echado raya en su demarcación como que Albelda y Ever han dominado la parcela central. Pero enseguida hay que añadir que junto a ellos aparece un elenco de jugadores con virtudes y capacidad para tomar el relevo en cualquier momento.

El Valencia viaja a Praga con la obligación de dejar claro que es el firme aspirante a terminar la liguilla por delante de los franceses, que visitarán Mestalla en la quinta jornada, a primeros de diciembre. Ahora, los cinco partidos consecutivos con el portal a cero debe ser un referente, una credencial que imponga respeto a los checos. Eso, y que bajo la dirección de Unai el Valencia no ha perdido en sus últimos quince encuentros europeos.

19. (Las Provincias, 4 de noviembre de 2009)

2/11/09

Eficacia y brillantez

Es bueno que a la hora de hablar de fútbol el árbol no nos impida que veamos el bosque. La premisa de cualquier equipo es ganar y mejor si el triunfo se consigue manteniendo la portería a cero, como ayer hizo el Valencia en La Rosaleda. Pero la exigencia del guión reclamaba bastante más que la simple victoria por la mínima ante el colista.

Hace unos años, el mítico Di Stéfano me soltó durante un entrevista eso de que «quien quiera espectáculo que se vaya a ver al Bombero Torero». Una frase lapidaria que fue portada de LAS PROVINCIAS. El entonces entrenador de un Valencia que afrontaba el «castigo» de la travesía del desierto de Segunda se pronunció con arrogancia tras recordarle que el público de Mestalla había mostrado descontento por el juego del equipo, a pesar de que había ganado el partido en cuestión. Vamos, que le exigían algo más que el buen resultado.

El Valencia de hoy se ha convertido en el mejor visitante de la Liga. Enhorabuena. Pero después de valorar el triunfo y el nuevo «cero» en la propia portería, es necesario mirar más allá.

Aunque en el prólogo de la función Villa tuvo dos ocasiones consecutivas de gol para haber sentenciado, luego se vio a un Valencia que ofreció facilidades y que fraguó la victoria por la mejor calidad individual.

El 0-1 final hizo que algunos jugadores echaran las campanas al vuelo alentados por quienes no miran más allá del resultado. Sin embargo Unai no sacó pecho. Reconoció que a su equipo le faltó mantener «posesiones largas» que desembocaron en beneficio de los blanquiazules y recordó que hubo demasiados apuros en defensa. Vamos, que acabó el partido apretando el culo.

La actitud que en esta circunstancia adopta el entrenador es importante para el grupo. Después de elogiar el triunfo, conviene analizar el juego. El global del partido, sin detenerse en qué se ha hecho bien. Es necesario mirar más allá. Ver qué es lo que se hizo mal y porqué en La Rosaleda el Valencia fue más eficaz que brillante.

18. (Las Provincias, 2 de noviembre de 2009)

1/11/09

Pablo Hernández

Necesidad y obligación

Málaga tiene un color especial para el Valencia. En ese escenario consumó en mayo de 2002 su quinto título de Liga, y además las estadísticas desvelan que a lo largo de la historia La Rosaleda se le ha dado bien a los blanquinegros. De las veintinueve visitas (una de ellas en Segunda), arrancaron más de un setenta por ciento de los puntos en juego.
Sin duda se trata de un buen bagaje de cara al choque de mañana, que además está aderezado por las carencias del rival. Desde luego el Valencia parte como favorito para ratificar su línea, consolidarse en el puesto de privilegio que ocupa, y seguir aspirando a algo más.

Pero la visita a La Rosaleda está enmarcada en eso que se ha venido en llamar partido trampa, porque se miden dos equipos con perspectivas diametralmente opuestas. Los encuentros en de un gallito el campo del colista entrañan el peligro añadido de que unos tienen la necesidad de romper la dinámica negativa y los otros la obligación de reprimir el posible exceso de confianza.

Los andaluces, últimos de la tabla, no han ganado más que el encuentro con el que abrieron el torneo, frente al Atlético de Madrid. Desde entonces todos los partidos que el equipo blanquiazul ha disputado en La Rosaleda han concluido con derrota, y frente al Valencia tratarán de tomar impuso para salir del pozo.

Los de Unai, que por contra sólo han perdido en uno de sus desplazamientos (Getafe), acuden a Málaga obligados a refrendar la buena línea. Y a pesar de que el técnico insiste en que el equipo se siente más cómodo cuando juega ante su público (los marcadores no dicen eso), la solidez defensiva y la velocidad y eficacia de los "bajitos" que comanda Villa, puede convertirse en un vendaval en La Rosaleda.

El miedo escénico queda para los locales, que tratarán de que su afición les lleve en volandas. Esperan llenar el recinto, a pesar de que el precio de las localidades más baratas lo han establecido en 50 euros, que con las interminables colas que hay en el INEM...

17. (Las Provincias, 31 de octubre de 2009)

28/10/09

La leyenda de Alcoy

Lo de que en un árbol se encontrara encaramado un indiecito guaraní es otro cantar. Esta leyenda cuenta que en algún momento de la historia del Alcoyano, el equipo iba perdiendo por un resultado muy abultado y a punto de finalizar el partido los jugadores pidieron al árbitro una prórroga para ver si les daba tiempo de empatar. Dicen que la frase «tienes más moral que el Alcoyano» nació entonces, aunque en esto de las leyendas, cuando se desconoce el origen verdadero, se echa mano del runrún y la bola, rueda que te rueda, lo convierte en una historia real.

En su debut en la Copa, el Valencia deberá ir con cautela. En el legendario campo de El Collao se enfrenta a un equipo de inferior categoría pero con la máxima moral, y sólo por esa circunstancia ya ha de poner las orejas erguidas y tener los ojos muy abiertos. La historia está repleta de lamentos y en el cuaderno de bitácora blanquinegro aparecen capítulos para la reflexión. Un crochet en torneo del KO te puede enviar a la lona en un santiamén y cuando te quieres dar cuenta ya ha sonado la campana. Además, los números dicen que El Collao ha sido en la Copa un campo poco propicio para el Valencia. Aunque superó la cinco eliminatorias, en todos los casos lo hizo sin poder ganar en ese escenario.

Unai Emery hoy volverá a examinarse de la asignatura 'rotaciones', que le recrimina hasta su presidente. ¿Cuál es el número ideal? Él seguirá a lo suyo, y si critican, como dice la copla, «que critiquen, que el que lo prueba repite y yo no sé porque seraaaa.» Cambios lógicos ante un Segunda B, cuando además el domingo ha de seguir la buena racha liguera y ganar en Málaga.

La lógica dice que el entrenador vasco volverá a dar paso a los jugadores que han dispuesto de menos minutos. Pero lo importante será su arenga previa para que nadie olvide la leyenda de Alcoy y que la realidad dice que lo de creer que se puede ganar si bajar del autobús es una falacia que suele pasar factura.

16. (Las Provincias, 28 de octubre de 2009)

26/10/09

Tres goles, tres ceros

Pasieguito, que de fútbol sabía un rato largo, acostumbraba a destacar la importancia que para un equipo tiene mantener la portería a cero. «Da credibilidad y confianza», decía el recordado ex jugador, ex secretario técnico y ex entrenador del Valencia cuando analizaba la trayectoria de su equipo. Aunque primero miraba el resultado, los goles marcados, a renglón seguido se apresuraba a destacar lo que él llamaba «ceros en la portería».
En Almería el Valencia consiguió su propósito de principio a fin. Ganó, con lo que recuperó la posición de Champions League (cuarto clasificado), y mantuvo su portería inmaculada. Ya lleva tres 'ceros' consecutivos.

El fútbol que el Valencia desarrolló en Almería fue feo en el primer tiempo y muy efectivo tras el des- canso, aunque conviene recordar que la expulsión del portero Diego Alves resultó determinante, a pesar de que David Villa ya había abierto la lata. Después, con superioridad numérica, fue coser y cantar ante un Esteban metidito en años y kilos. Golazo de Pablo y mazazo de Mata. Sólo faltó el tanto de Silva para que 'mojaran' todos los bajitos del equipo. Para lograr el póquer.

El Valencia ganó el partido y Unai Emery, credibilidad. El técnico vasco supo improvisar en el escenario que le vio crecer como entrenador. Tuvo que adoptar rápidas decisiones y acertó. Buena partida de ajedrez. Inicialmente había descartado a Alexis (se había llevado a 19 jugadores) pero se vio forzado a recuperarlo por la lesión de Mathieu. Miguel entró en el once y Bruno pasó a la banda izquierda.

En el segundo tiempo fue listo cuando prescindió de Ever, muy diluido (y amonestado), y dio paso a Maduro para frenar el empuje de M'bami y Bernadello, que se estaban adueñando de la parcela central. Después, ya con ventaja, nuevo acierto. Sentó a Miguel, desdibujado y fallón, y entró Alexis, que desplazó a Bruno a la banda derecha. El control fue total, hubo efectividad, y de nuevo destacó la veteranía de César para cerrar a cal y canto la portería.

15. (Las Provincias, 26 de octubre de 2009)

El peaje de doña Elena

Allegro, ma non troppo

(Valencia Fruits, nº 2.420, 27-10-2009)

25/10/09

David Navarro

Errores no forzados

En los torneos de Grand Slam se repite con asiduidad la expresión «errores no forzados». Esa serie de yerros ajenos a la efectividad del rival, originados por el infortunio o la falta de concentración.

En el fútbol también sucede y después de los goles encajados es lo que más duele. Más si hay reiteración. Algunos jugadores del Valencia el jueves se levantaran con el pie izquierdo. Ante el Slavia hubo muchos errores no forzados. Desaciertos de quienes están llamados a llevar el liderazgo, y también de los que han de abrirse paso hacia futuro.

Se echó en falta eso que Unai Emery reclamó desde primeros de semana. «Concentración, cabrón!», le espetó entonces a uno de sus futbolistas en un entrenamiento. Durante el partido de Mestalla seguro que esa exigencia volvió a desfilar por la mente del técnico, aunque en la rueda de prensa, a pesar del disgusto por el resultado, se mostrase generoso con los jugadores. Hizo lo políticamente correcto porque los trapos sucios se lavan en el vestuario.

A Manuel Llorente tampoco le gustó empate, pero no fue sutil. Al contrario. Desveló la irritación con un mensaje de apercibimiento al entrenador. El presidente, que tantas veces ha admitido que sabe poco de fútbol, se desmelenó (valga la licencia literaria) y transformó su breve intervención radiofónica en una diatriba contra las rotaciones. Demasiadas, para su criterio.

Los excesos sólo son malos si se rebasa el límite. Pero ¿quién lo establece? ¿El razonamiento de Llorente hubiera sido el mismo con un marcador a favor? Y un detalle: el Valencia juega mañana en Almería, el miércoles en Alcoy, el domingo siguiente en Málaga, cuatro días después en Praga, apenas cuarenta y ocho horas más tarde recibirá al Zaragoza. Las rotaciones ni son buenas ni son malas, pero deben de resultar eficaces. Lo que sí debe incomodar son los despistes, los descuidos, la dispersión que propicia errores no forzados.

14. (Las Provincias, 24 de octubre de 2009)

21/10/09

Contratos

Manolo Llorente ha de apuntárselo en la agenda con letra muy clarita y, si fuera posible, luego remarcárselo por encima con un 'rotu' iluminador para que no se le pase nada por alto, aunque para recordárselo tiene a su lado a Javier Gómez.

Juan Mata y Carlos Marchena. Dos nombres y un destino. Ese es el trabajo de Llorente. Lidiar dos contratos cuando en la caja sólo aparecen telarañas. Al igual que la vicepresidenta Salgado ha defendido ante el aguacero de la oposición sus primeras cuentas como ministra de Economía, él ha de amarrar sobre el bolardo del dique valencianista los contratos de continuidad de los dos jugadores. En este caso, el papel de Rajoy lo interpretará papá Mata y García Quilón, los agentes, que no son fáciles de convencer.

Llorente tiene experiencia de años en estas guerras de guerrillas. Sin embargo precisamente por la confianza que destila la destreza de otras negociaciones, debe hilar con más cuidado si cabe, sobre todo por los agravios comparativos que pueden y seguro que van a surgir. Desde luego no es cuestión de cerrar un asunto y aparcar el otro, porque el Valencia necesita de los dos futbolistas.

El contrato de Mata está sobre la mesa y todo indica que esta semana habrá desenlace. El acuerdo para que deje de ser el que menos cobra de la plantilla debe llegar cuanto antes, no sea que hoy por ti, mañana por mí, la perla asturiana acabe por escaparse, que novios no le faltan, como se le esfumó al Real Madrid camino de Mestalla cuando jugaba en el Castilla. Por cierto, el responsable del Bernabéu que olvidó dar las vueltas al candado, todavía debe estar cumpliendo la penitencia.

La negociación con Marchena no es distinta. El sevillano tiene la promesa de una mejora salarial que le hizo el predecesor en la presidencia, y este compromiso es de obligado cumplimiento, del mismo modo que se formalizaron los que antes de su periplo en el Pamesa Llorente hizo a otros jugadores. Cuestión de señorío.

13. (Las Provincias, 21 de octubre de 2009)

19/10/09

Sueldos

(Valencia Fruits, nº 2.419, 20-10-2009)

Lágrimas de emoción

Hay muchos tipos de lágrimas. Desde las que son puramente de carácter fisiológico a las que responden a distintas emociones, a la alegría, el dolor, la pena... Pero en cualquier caso, puede decirse que todas son un reflejo de la sensibilidad y que los hombres también lloran.

A David Albelda le vi hacerlo hace un par de años, cuando le pregunté cómo un tío como es él, que llevaba desde niño ligado al Valencia, iba a contarle a sus padres (valencianistas hasta la médula) que un nefasto entrenador, sin más, le había puesto de patitas en la calle.

Aquél día David no pudo reprimir el sollozo de angustia, del mismo modo que hace unos meses, aunque en esta ocasión fueron lágrimas de ternura, rompió a llorar en el momento que le confirmaron que iba a ser papá; que su esposa, Vicen, estaba embarazada.

El sábado, a puntito de entrar en la madrugada del domingo, adiviné que a David se le había nublado la vista y que no sólo eran gotas de sudor las que resbalaban por su cara. Fue en el preciso momento en que todo Mestalla en pie le despidió con una tremenda ovación y él correspondió con aplausos a la grada.

Hay que ver las vueltas que da la vida. Apenas hace nada, algunos le pusieron a pies de los caballos por haber llevado al ex presidente Juan Soler a los tribunales. Ahora echan marcha atrás. Es como si hubieran dado la vuelta al proverbio de las cañas y las lanzas. David se los ha metido en el bolsillo.
Primero con su silencio y después con su trabajo en el terreno de juego, ha sabido ganarse el respeto de los aficionados. Ha dicho que por esfuerzo y poner lo que hay que poner, no será. Que aún queda Albelda para rato, por el bien de un Valencia que demostró que el Barça no es tan fiero como lo pintan.

12. (Las Provincias, 18 de octubre de 2009)

Joaquín Sánchez

17/10/09

Villa y el teniente Pinkerton

Hay días, como hoy, en que a uno le pide el cuerpo escribir de cualquier cosa menos de si Villa debe o no jugar contra el Barça. Ignoro si se debe a que sobran las palabras porque ya se ha dicho todo sobre su estado físico o a que Mefistófeles, el muy cabrón, te susurra al oído su invitación para que lleves la contraria, y caes en su trampa.

Me inclino más por lo primero. Llevamos más días hablando de las conveniencias y desventajas de la presencia de Villa en este partido que de Ricardo Costa. Y si Unai ha decidido esperar hasta hoy para desvelar si el Guaje estará o no entre los dieciocho escogidos para la gloria, no voy a ser yo quien juegue a rappeles, aramises y brujas lolas. Faltaría más.

Me recuerda aquello de que el futuro nos irá siendo entregado por fascículos, que escribió el maestro Máximo. Sólo nos falta el último. El de hoy. El que va acompañado de las tapas plastificadas para encuadernar el ejemplar que luego olvidaremos en una estantería, aunque no es el caso. Se seguirá hablando y escribiendo para bien y para mal. Es lo que tienen los Valencia-Barcelona. Son más que un partido y la presencia de los líderes siempre importa mucho.

Como la incógnita puede prolongarse hasta la noche, si alguien ha de rascarse el bolsillo y pagar los 125 euros, que es lo que cuesta una tribuna de Mestalla, el interrogante debe fastidiar. Es como si en diciembre acudes a retratarte a la taquilla del Palau para ver Madame Butterfly y el día antes te dicen que no se sabe qué tenor interpretará al teniente Pinkerton. Pero el fútbol siempre ha sido así.

Y a todo esto, Manuel Llorente, en un alarde de primer hincha, ha puesto una nota de color al largar que su equipo le va a hacer un traje al Barça. ¡Hala! Ha ido más lejos que Vicente Boluda, con aquello del chorreo al Liverpool. ¡Qué cachondo el presidente! Se ve que no reparó en que, con el temporal 'pepero', hablar de trajes en la Comunitat políticamente resulta poco apropiado...

11. (Las Provincias, 17 de octubre de 2009)

14/10/09

En bandeja

(Valencia Fruits, nº 2.418, 14-10-2009)

Criterio

Jorge Candel y Unai Emery tienen un marrón por delante. Un marronazo. Uno como jefe de los servicios médicos del Valencia y el otro como entrenador. A ver quién lo pone el cascabel al gato. ¿Jugará David Villa el partido del sábado contra el Barça? La decisión no es sencilla y sea cual sea, en función del resultado del partido, dará para llenar muchos folios y minutos de radio. Pero el Valencia no puede depender de un qué dirán.

A pesar de que el valencianismo no habla de otra cosa que no sea del estado físico de su ídolo y el jugador destila por todos los poros de su cuerpo ganas de jugar (cosa por otro lado que es muy importante), nada tiene que ver el deseo, la necesidad de satisfacer una carencia, con la conveniencia y el riesgo que conlleva esta participación. Habrá que medir con precisión de relojero. Con criterio y sensatez.

La última palabra siempre la tendrá el entrenador, tras escuchar al especialista, que es quien sabe de medicina. Hace una semana Candel desveló que al Guaje se le había practicado una resonancia y una ecografía, y que en las pruebas se apreciaba una rotura microfibrilar, aunque puntualizó que como los controles se habían realizado en un plazo inferior a 48 horas, el edema que presentaba la zona dañada podía inducir a la confusión.

Ayer Candel explicó la situación presente, tras someter al futbolista a una nueva prueba radiológica. El médico concretó que se había resuelto la zona edematizada, que la sintomatología era favorable, pero puntualizó que sería un error que el futbolista se entrenara al cien por cien. Más claro no lo pudo decir.

En la pasada Eurocopa Candel estaba al frente de La Roja y ya dejó al "siete" de España fuera nada menos que de la final. Ahora no va cambiar. Sobre todo porque tiene muy claro que hay más que perder que ganar. De todos modos, con Villa o sin en el campo, se escucharán opiniones para todos los gustos. Habrá quien diga que debería haber arriesgado y quien considere lo contrario. ¿Entonces...? Pues que a quien Dios se la dé, San Pedro de la bendiga.

10. (Las Provincias, 14 de octubre de 2009)

¡Sálvase quien pueda!

13/10/09

El más rápido

Sensaciones, riesgos y prioridades

La bonanza del largo puente que nos ha proporcionado Sant Donis y la Pilarica no ha acompañado al Valencia en lo deportivo y, meteorología aparte, la única alegría llegó envuelta con el gol que el sábado Juan Mata hizo a Armenia para que la selección española, con el billete a Sudáfrica en el bolsillo, pudiera seguir, invicta, su marcha triunfal. Un hito.
Pero sobre Mestalla se ciernen negros nubarrones en forma de lesionados, justamente ahora que se acerca el Barça. A las bajas de Villa y Joaquín se une la de Marchena, a quien un problema muscular le apartó del grupo de Del Bosque, y dejó la representación blanquinegra en la pareja Mata y Silva.
Bien es cierto que hasta el sábado pueden pasar muchas cosas y, entre ellas, alguna buena como, por ejemplo, que sin necesidad de esperar a las sensaciones ni asumir riesgos innecesarios, Unai Emery recupere efectivos. Pero no es fácil. En las últimas horas los valencianistas han utilizado más veces los términos médicos que los deportivos. Y eso no es bueno. Es mala señal.
Se ha hablado más de las roturas de fibras, de los isquiotibiales, del bíceps femoral y del recto anterior, que de las estrategias, de los goles, los remates, las coberturas o los contragolpes. Ha sido como cambiar de asignatura. Una especie de pasar del fútbol a la traumatología.
Con independencia de que el sábado el Valencia ha de tratar de frenar en seco la racha de victorias de los azulgrana, se impone la cordura. Aunque estos lances llevan implícitos un interés añadido, no se puede centrar todo en un partido. Y menos en ese.
La Liga es muy larga y aparte de los de Guardiola, sin mirar más allá están el Almería y Málaga a los que hay que visitar de manera inmediata y consecutiva antes de recibir al Zaragoza y viajar a Pamplona para cerrar octubre en casa, ante el Mallorca. Vamos, que no ha de ser Barça todo lo que reluce.
9. (Las Provincias, 12 de octubre de 2009)

César Sánchez

12/10/09

Tertulias para un largo puente

En el Valencia esta semana respiran hondo. Profundo. El parón liguero y el "puentazo" dejan como único motivo de desazón y comentario la ausencia de David Villa para el partido de la semana próxima ante el Barça. Aunque el doctor Candel ya ha dicho por activa y por pasiva que no, que el Guaje no va a estar a punto, muchos se autoengañan y quieren creer que se trata de una estratagema para echarle gambita al rival, porque el finalmente el pichichi estará a punto. Ojalá.

Por lo demás, tranquilidad absoluta, pero no sólo debido a que la selección, ya clasificada el Mundial de Sudáfrica y lo que haga falta, está ahí, a puntito de cumplir el trámite de enfrentarse a Armenia en Ereván, que es la capital y no un ansiolítico como podría parecer por el nombre.

Esta cita de la Roja proporciona motivos para seguir hablando del Guaje. Una significativa ausencia que merma la representación blanquinegra, cuando hemos estado acostumbrados a que el Valencia fuera sustento del equipo nacional, con hasta siete incorporaciones en una misma convocatoria. Ahora sólo aparecen tres futbolistas: Marchena, Mata y Silva.

Pero aparte de estos motivos para las tertulias que en este largo puente se darán en torno al cortado y las fichas del dominó, hay otras panorámicas donde fijarse y entretenerse.

En un escaparate aparece el pugilato que mantienen Juan Soler, Vicente Soriano y Dalport (pongo el nombre de la firma porque no me acuerdo ni quiero acordarme de cómo se llama el representante). Este es un asunto que va a dar para llenar más folios que el sumario del caso Gürtel, del que el juez ha levantado el secreto de los primeros 17.000, que para leer, ya son, ya...
Justo en la vitrina de al lado, pero desde luego con menos interés mediático, aparece el duelo entre Vicente Silla y Jesús Barrachina, que también puede hacerse largo. Lo que parecía un quítame esas pajas, no lo es, no.

9. (Las Provincias, 10 de noviembre de 2009)

7/10/09

La lesión de Villa y sus cifras

Ha llegado el momento de recurrir a la hemeroteca, de echar mano a las estadísticas y de repasar los partidos que ha disputado el Valencia desde el verano de 2005 hasta hoy. A muchos no les llega la ropa al cuerpo cuando recuerdan que los servicios médicos del club han estimado un plazo de tres semanas para la recuperación de David Villa, y sin mirar más allá, el rival inmediato que visitará Mestalla es ese Barça que esta temporada todavía no ha incluido en su diccionario la palabra derrota.

Como en años anteriores, la ausencia del Guaje ha reabierto el debate sobre la importancia de que el asturiano esté en el equipo, sobre todo porque se acerca el equipo azulgrana y también porque el Valencia no ha hecho más que salir de una minicrisis de resultados desfavorables.

¿Existe la 'Villadependencia'? Sus cifras, desde luego, parecen ratificarlo. Son harto elocuentes. Avalado por unos guarismos que quitan el hipo a los defensas rivales, el delantero de Tuilla lleva galones de estilete de primera fila.

Es el pichichi de la Liga española. Una garantía del gol y no hace falta preguntarse qué sería del Valencia sin él, porque ya lleva tiempo convertido en el principal referente del proyecto.

En la mayor parte de las ocasiones, que han sido pocas afortunadamente, cuando por hache o por be David Villa se ha ausentado de la formación blanquinegra, los resultados no han acompañado al Valencia. ¿Casualidad?
Ahora se repite la historia de hace dos años, pero que nadie tiemble que ni Soler ni Wolstein ni Koeman vuelven al Valencia. Es sólo la situación, que resulta similar. En diciembre de 2007, en Londres, ante el Chelsea, en Champions, una rotura de fibras (entonces en la pierna izquierda), apartó a Villa de aquel encuentro y del siguiente compromiso liguero, que era frente al Barcelona en Mestalla. Como ocurre ahora.

La 'Villadependencia' está ahí, sobre la mesa. Pero el Valencia debe tener un plan B. No puede ni debe quedarse en lamentaciones. Ha de ser y aspirar a algo más. El Guaje, con sus goles, ha proporcionado vida al equipo, y el equipo, ahora sin el artillero, está obligado a dar vida a sus fervientes seguidores.

8. (Las Provincias, 7 de octubre de 2009)

6/10/09

De Madrid al cielo

(Valencia Fruits, nº 2.417, 6-10-2009)

5/10/09

¡Es que son unos desahogados!

Tres puntos de inflexión

Como al opinar de fútbol hay gustos para todos, utilizar eso del punto de inflexión hoy viene que ni pintiparado, aunque más que uno, han sido tres, porque estamos hablando de una victoria.

La que ayer consiguió el Valencia en El Sardinero, ese espacio de inflexión separa la parte convexa de la cóncava; las críticas, de los elogios; la confianza, de la inquietud; el pasado, del futuro.

En Santander el equipo se despojó de la mochila que arrastraba desde la primera jornada de Liga. Portería a cero. Unai Emery aprobó el examen sin hacer un fútbol brillante, pero sin tener que justificarse en ninguna quinta enmienda que valga.

Esos tres puntos van a servir para que el equipo recupere la calma, aunque preocupa, y mucho, la lesión que sufrió David Villa, aparte de que en el foro queda la desazón que el sábado provocaron las palabras del ¿lesionado? Vicente Rodríguez, que seguro que traerán cola.

Pero en los próximos días se va a hablar menos de las carencias y las facilidades que daba la defensa blanquinegra. Emery acertó. De inicio hizo cuatro cambios sobre el once esperado, aunque lo fundamental no es que Moya, Alexis, Silva y Pablo se quedaran en el banquillo, sino la actitud que tuvo el equipo, el bloque, que mostró mayor solidez y confianza, con mención para César.

El gol Nicola Zigic fue providencial. El serbio resultó talismán, aunque participó casi por casualidad. La lesión del Guaje le abrió el camino, porque Pablo ya estaba calentando para reemplazar a Joaquín. Recibido con elogios por la que el año pasado fue su afición, no desaprovechó la oportunidad.

Por delante Emery tiene quince días de tranquilidad. Dos semanas para que el protagonismo mediático se centre en otros frentes, y no apunto a los inmediatos compromisos de la selección, sino a Juan Soler y Vicente Soriano, porque precisamente ayer es cuando vencía el compromiso entre los ex presidentes por la venta del paquete accionarial del primero. Ahí hay mucha tela que cortar.

6. (Las Provincias, 5 de octubre de 2009)