Publicado en Valencia Fruits, nº 2.679 (30 de junio de 2015)
30/6/15
29/6/15
24/6/15
19/6/15
16/6/15
12/6/15
SEVILLA, PIQUÉ Y CR7
Hay quien dice que en los momentos
de euforia habla el subconsciente, aunque a veces parece que sea cuestión del inconsciente.
La insensatez. Por lo que se dice, por cómo se dice, en dónde se dice y también
por quién lo dice y por la repercusión que tiene lo que dice. Y hablamos de
fútbol, ¿eh?, a pesar de que las barbaridades que se escuchan en los estadios
se pueden extrapolar a escenarios mucho más solemnes. Se ve que quien o quienes
alzan así la voz no piensan... sus palabras. Y no es solo cuestión de formas; el
problema es de fondo.
Estos días se habla del ejemplar
castigo que Competición ha impuesto al Sevilla y de que el club dijo que
recurriría para no convertirse en el
primer equipo sancionado con el cierre parcial de su estadio. Todo como
consecuencia de los cánticos ofensivos de un grupo de radicales que, ¡pásmate!,
dirigían a seguidores del un rival que nada tenía que ver con el partido Sevilla-Athletic,
que era el que en ese momento se jugaba en el Sánchez-Pizjuán.
Los improperios y denuestos no han sido ni son exclusivos
del estadio hispalense. Ni los hechos que ahora se pretende añadir, porque Competición
quiere ampliar el tiempo del castigo y la cuantía de la sanción económica
debido a la apertura de otros expedientes que recogen situaciones análogas.
El Sevilla, como es lógico, se queja. Controlar a la
masa es complicado y aunque su afición –como en general las del resto de
equipos– poco tiene que ver con el grupito de energúmenos que tienen espejo en el
resto de escenarios, se ve que ha llegado el momento de decir basta.
Esta muy bien lo de acabar con agravios y dicterios
colectivos. Pero se olvidan de meter n el cesto, o en vereda, a protagonistas
de actuaciones ofensivas individuales. Las verbales y las gestuales de personajes
de relevancia deportiva a los que, ya que muchos consideran ídolos, deberían de
ser un ejemplo para los jóvenes que los imitan.
No se trata de señalar solo la reciente balandronada
de Piqué, que durante la celebración del éxito del triplete citó a Kevin Roldán
para mofarse de Ronaldo. Ese podio lo comparte el delantero portugués, que fue igual
de mentecato cuando en el último partido en el Camp Nou se echó mano a los huevos
para mostrar su discrepancia con la actuación arbitral tras una jugada con el citado
Piqué. Y como los dos, muchos otros. La relación de iluminados con pocas luces es
larguísima.
Está
bien que los que mandan traten de poner coto a tanto desatino. Pero su actitud con
el Sevilla cojea del mismo pie que la de los ciudadanos que tan bien retrató la
viñeta que ayer publicó Ramón en estas páginas. Porque es difícil de entender
el criterio de que la mano derecha exija a unos lo que la mano izquierda consiente
a otros.
580. (Publicado en Las Provincias, el 12 de junio de 2015)
9/6/15
6/6/15
5/6/15
LA DEFENSA Y EL ATAQUE
El Valencia ha sido de siempre un
equipo que ha mostrado especial fortaleza en su sistema defensivo. Podría
decirse que sobre esa premisa ha ido fraguando su carácter, al margen del
rendimiento que en ocasiones ha dado su capacidad ofensiva, que no por eso hay
que dejarla aparte. Pero a lo mejor no es del todo acertada, o al menos no
siempre en el fútbol, esa frase que se le atribuye a Napoleón o a uno de sus
generales sobre que la mejor defensa es un buen ataque. No siempre. Por encima
del talente ofensivo está el hecho de construir la casa con sólidos cimientos y
eso, de años, al equipo blanquinegro le ha proporcionado consistencia y buenos
resultados.
En el pasado reciente tenemos los
mejores ejemplos con jugadores como Cañizares, Ayala y Albelda, que se
constituyeron en un determinante eje de la formación, porque proporcionaron
seguridad y ofrecieron un tremendo soporte al resto del equipo. En la pasada
temporada se ha mantenido aquel criterio ya que Diego Alves, Otamendi y...
vamos a incluir a Javi Fuego –aunque no al nivel de los otros dos– tomaron el
testigo, convirtiéndose en el necesario sostén para afrontar la transición de
defensa a ataque. Los números avalaron al equipo, aunque a algunos el juego no
nos llegó a entusiasmar.
Todavía es pronto para mirar lo que
está por venir, pero tampoco es cuestión de dormirse en los laureles porque la
Champions no espera a nadie. La previa está ahí y de entrar en el torneo
continental a quedarse fuera no hay que descubrir que existe todo un mundo de
dinero y de prestigio.
Las cosas, por lo tanto, han de
estar muy claras desde ya. Estos días se habla mucho de refuerzos, de
delanteros... Se especula en que si se va este y que si viene el otro. Y, bien,
"Quant més sucre, més dolç". Pero del eje fundamental del equipo de
momento poquito o nada. Lo único que se sabe a ciencia cierta es que el portero
Diego Alves necesita un relevo solvente porque va a tardar bastante en
recuperarse de la grave lesión que sufrió en el último partido de Liga. ¿Y de los
demás jugadores? Doctores tiene la Iglesia, aunque no sé si será el
prelado o el amigo del jefe quien resuelva en torno a una alternativa de solvencia para ocupar el puesto
de medio centro, y sobre lo que pasará con Otamendi, quien por cierto habla de la Copa América pero sigue sin decir ni mu de su
deseo de futuro.
Desde hace años el Valencia se ha
caracterizado por cimentar la plantilla. Es el abc del fútbol y ahora no tiene
porque ser al revés, se "fale em espanhol ou em português". Pero hay
que insistir en que la mejor defensa no pasa por presentar
exclusivamente un buen ataque, aunque nadie niega que el guiso se
complementa con muchos ingredientes.
579 (Publicado en Las Provincias el 5 de junio de 2015)
2/6/15
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