31/12/12

NOCHE DE UVAS

Se habrán dado cuenta de que vamos a despedir el año de mala uva. No paramos de echar cuentas y de hablar de rescates. Pero verán que no me refiero a los números ruborosos y a las obligaciones contables del Gobierno que preside don Mariano. Aludo al Valencia CF, que en su standing tampoco está para echar cohetes.

El Gobierno, no lo sé, pero el Valencia ha de  afrontar 2013 con la necesidad de un rescate. Se le ponga el nombre que se le ponga. Rescate, ayuda, salvamento, apadrinamiento... Y además la exigencia reales la de un rescate doble. El deportivo y el económico.

En la Liga la plantilla ha de espabilarse ligerito porque a punto de cruzar el ecuador del torneo, aparece lejos de los puestos de cabeza, que son los que dan opción a disputar la Champions. Y nadie se olvida de que la competición europea, aparte de prestigio, proporciona una inyección de euros que es fundamental para la subsistencia de la sociedad, cuyo capítulo financiero todos saben también que es preocupante.

El cuestionado Llorente aseguró hace un par de semanas que el club había recibido un par de muletas para ir tirando durante los próximos tres meses y encontrar soluciones que, desde luego, no están a la vuelta de la esquina. Es la prórroga que concedió Bankia para el pago de la parte principal de la deuda, que ronda los 370 millones de euros. Un respiro, sí. Pero a ver cómo se logra bajar esa cifra cuando ya no son posibles las ampliaciones ni  aparecen Villas, Silvas, Matas o Albas de los que echar mano.

Lo de los mayas fue tontería, pero el horno sigue para pocos bollos. Fichajes, economía, parcelas, nuevo estadio, Fundación... Esta noche, cuando tomemos esas magníficas uvas del Vinalopó que simbolizan la abundancia y dicen que hay que pedir un deseo por cada una de ellas, seguro que los más valencianistas lo harán pensando en el equipo de sus amores, porque buena falta le hace.
489 (Publicado en Las Provincias, el 31 de diciembre de 2012)

28/12/12

INOCENTES Y CÁNDIDOS

Les recuerdo que es día 28 y que aunque se va perdiendo la tradición de las inocentadas, los valencianos somos muy dados a las bromas. No hay que descuidarse. Seguro que siempre habrá alguien que aproveche la oportunidad para metérnosla doblada. Y como una guasa tampoco viene mal, vamos a tomarnos esa licencia y, aunque sólo por hoy, recuperemos la vieja tradición de hacer bromas de situaciones que podrían parecer reales.

1ª. El Valencia alcanza un beneficioso acuerdo con Bankia para refinanciar la deuda del  club. Además la vaselina correrá a cargo de la entidad financiera.

2ª. Gago asegura que si es traspasado al Boca cederá al Valencia el importe de la ficha del primer año. Como compensación, agregó.

3ª. Los servicios médicos del club utilizarán una margarita para decidir si conviene que Mathieu pase por el quirófano.

4ª. Como no hay peor sordo que el que no quiere ver, Manuel Llorente opta por acudir al oftalmólogo para tratarse la afección auditiva que últimamente padece cuando se sienta en el palco de Mestalla.

5ª. En un arranque de sinceridad Ciscar confirma que la Generalitat nunca va a intervenir en nombramientos afecten al Valencia CF.

6ª. La Fundación premia los exabruptos del patrono José Luis Soler y le concede el galardón "Emilio Castelar" por su capacidad de oratoria al dirigirse al ex presidente Ortí.

7ª.  Társilo Piles presenta la dimisión irrevocable de sus cargos por el remordimiento que siente al recordar que en su anterior etapa enmudeció cuando a Jesús Wolstein se le pasó por alto exigir los avales bancarios de aquella empresa fantasma que llevó al club.

8ª. Paco Camps se une a la lista de nombres que suenan para vestirse de presidente del Valencia.

9ª. Un  empresario de América central está interesado en invertir en el Valencia. Ha asegurado que lo haría de forma altruista.

10ª. El Valencia confirma que seguirá prestando la máxima atención a su cantera.
 
488 (Publicado en Las Provincias, el 28 de diciembre de 2012)

24/12/12

ATRACCIÓN FATAL

Pues porque no hay una foto del momento, que si no... El feo gesto del que fue objeto Jaime Ortí por parte de la esposa de Manuel Llorente y de José Luis Soler, que es uno de los patronos de libre designación de la Fundación, sería de lo más visto. Esa imagen, tomada en el antepalco de Mestalla durante el descanso del último partido del año, resultaría tan comentada como aquella de la mirada del marido de la presidenta finesa al escote de la princesa de Dinamarca, en un acto oficial.

¿Cuál habría sido la reacción de los protagonistas en el supuesto de que hubiera imágenes de los hechos? Probablemente los increpantes, como en aquella ocasión hizo el pícaro Arajarvi, mirarían hacia otro lado, hacia el techo, tratando de disimular su actitud desafiante, y el  ex dirigente, para evitar lo que nunca debe de ocurrir  en un club que se precie, se ajustaría a corbata y haría la vista gorda sin dar el menor valor al menosprecio.

Puede resultar comprensible que la esposa de un presidente llegue a perder la compostura por proteger el cargo que ocupa su marido. Pero aparte de inadmisible, resulta muy sospechoso que alguien ajeno al club (porque la Fundación es ajena al club, ¿o sí?), en el antepalco de Mestalla se pronuncie con altanería y desconsideración con un ex presidente porque ese ha discrepado con el actual, y que además amenace al director de relaciones externas cuando trata de frenar su vehemencia.

Cuando los nervios están a flor de piel es porque las cosas no van como deberían. Y cuando se levanta la voz para demostrar que se tiene la razón,  se pierde. En este Valencia se viven momentos de atracción fatal. Todos quieren mucho al club, pero cada uno rema hacia su orilla. Los responsables (el presidente y el consejo, o sólo el presidente, porque él ha dejado muy claro quién  toma las decisiones) deberían de analizar lo ocurrido, que es una gota más en un vaso que está desbordado. Y los patronos de la Fundación también deberían de analizar comportamientos y exigir responsabilidades.
487 (Publicado en Las Provincias, el 24 de diciembre de 2012)

 

23/12/12

¡Felices fiestas!


21/12/12

CAMBIO DE CICLO

Todo el mundo habla de la profecía maya. Hasta en las Cortes Valencianas, ayer, durante el debate de los presupuestos generales de 2013, se aludió al vaticinio de la desaparecida civilización precolombina, que estableció para hoy el fin del mundo. Caramba. Esperemos que sea a una hora prudente y que por lo menos no nos fastidie la siesta... ni el partido de esta noche.

Manolo Llorente es un tipo muy cerebral y seguro que pasa de visionarios, alineaciones planetarias y oráculos. Pero aunque no se pondrá una herradura ni una pata de conejo en el bolsillo, cuando esta tarde se acomode en el palco de Mestalla cruzará los dedos. Bueno, eso si es que acude al campo, porque a lo mejor lo que decide es no cruzar el puente...

El presidente del Valencia se ha enfrentado mucha gente al sacar pecho. Y ya ha escuchado ruido de sables. Él sabe que esta tarde le pueden cantar las cuarenta en bastos. Se trata de la despedida del año en Mestalla y el aficionado del Valencia sólo piensa en una contundente victoria ante el Getafe. Manolo, sin embargo, ha de ir más allá y su sueño es que el triunfo esté acompañado de una exhibición del equipo. En ello le va el no tener que anticipar el adiós, que quienes le conocen bien dicen que ya tiene fecha y que lo hará público cuando menos se espere. Pero desde luego ahora mismo seguro que no soportaría otro "vete ya".

Tal como están las cosas al presidente del Valencia sólo le pueden dar consistencia los buenos resultados si van unidos al buen juego. Una apurada victoria sin más, no evitaría que de nuevo se escuchara la dramática tonada.

Desde este 21 de diciembre, que marca el solsticio de invierno, cada partido puede transformarse en un fin del mundo para Manolo Llorente. O tal vez este día acabe por convertirse en la fecha que marca un cambio de ciclo que, como dicen algunos expertos investigadores, debería de ser más positivo para la humanidad. Y un cambio de ciclo al Valencia no le iría nada mal.
 
486 (Publicado en Las Provincias, el 21 de diciemebre de 2012)

19/12/12

EL MESÍAS

Manuel Llorente se aferra al sillón. Esa fue la foto de la conferencia de prensa que ayer convocó a toda prisa el presidente presidencialista del Valencia para... ¿ratificarse en el cargo? Desde luego no quedó claro si fue para otra finalidad. De lo que no cabe duda es de que Manolo está convencido de que la solución de todos los problemas que rodean al club de Mestalla pasan exclusivamente por él porque asegura que hace tiempo que habría dejado el club si tuviera la seguridad de que con su salida se solucionaban los contratiempos deportivos y  económicos.

Las reflexiones de Llorente, a pesar de que los nervios le traicionaron en la dicción, mostraron a un dirigente que, con cara de haberse tragado muchos sapos, llevaba puesto el chubasquero para aguantar el chaparrón de preguntas que se le iban a venir encima. El presidente echó mano de una arenga populista: hay que apretarle las tuercas y exigir más responsabilidad a los jugadores y reclamar la máxima unión y el apoyo de la grada. Lo más importante es que desveló (aunque sin explicar a cambio de qué), que había pactado con Bankia una prórroga para hacer frente a la deuda que, avalada por la Generalitat, vence el próximo día 27.

Después de hacer un repaso de los logros en sus tres años y medio de gestión como máximo responsable (o único, porque al menos hasta ahora ha sido de los de "yo me lo guiso, yo me como"), en una especie de huida hacia adelante se autoproclamó como un  líder salvador; como un mesías que es capaz de conducir el rebaño por las regiones más inhóspitas y desérticas. Si no, ya se habría ido hace tiempo.

Llorente separó la crisis deportiva de la institucional. En este tiempo ha aprendido que si los resultados acompañan, los demás problemas se pueden difuminar. Y a ese clavo se aferra, aunque no debe desconocer que en las altas esferas ya ha habido un cónclave.
485 (Publicado en Las Provincias, el 19 de diciembre de 2012)

18/12/12

Feliz Navidad, salvo error u omisión

Publicado en Valencia Fruits, nº 2.563 (18 de diciembre de 2012)

17/12/12

EL HILO Y LA MADEJA

La solución de los problemas que rodean al Valencia no está sólo en que el presidente haga las maletas, como ayer le volvió a reclamar el público de Mestalla. Esta vez el coro puso menos énfasis que en la anterior ocasión, pero de nuevo en la grada se escuchó con nitidez el "Llorente vete ya", acompasado del agitar de los pañuelos que evidenciaban hartazgo.

Hace cuatro días, las dos victorias consecutivas en Pamplona se antojaron los esperados brotes verdes. A los consejeros del Valencia, y al propio director deportivo, sin detenerse a pensar que el triunfo se había conseguido ante un rival que las va a pasar canutas para mantener la categoría, se les llenó la boca de elogios. De vuelta a casa no hicieron otra cosa que sacar pecho. Y ahora han tenido que disimular esa actitud porque el Rayo, sin hacer nada del otro mundo, les ha sacado el rubor.

Este Valencia pide a gritos un buen repaso. De arriba a abajo. En lo deportivo y en lo social. Y no sólo es cosa de que Manolo se vaya a su retiro de Picassent para jubilarse, porque además no necesitaría el visto bueno de quienes le pusieron donde está, ya que aquellos tuvieron que salir antes. Hay mucho más. Es necesario levantar las alfombras y abrir las ventanas para que desaparezca el olor a rancio y entre aire fresco. Ventilar la ciudad deportiva, los vestuarios, todo... De pe a pa. Y de paso también convendría airear las ideas y los proyectos.

Sin embargo el problema no termina ahí. Ni mucho menos. Y eso si que es un contratiempo. Ese es sólo el principio, porque si estiras de la madeja, no existe una  alternativa coherente. Y, amigo, eso sí debe de inquietar al valencianismo. Es para quitar el sueño al más pintado. Y también resulta preocupante que nuestra Generalitat, a la que tanto le cuesta hacer frente a la deuda que tiene con las farmacias, acabe avalando al club por otra millonada, porque si no lo hace se lo tendría que quedar en propiedad y entonces sería peor el remedio que la enfermedad. Si tiras del hilo...
484 (Publicado en Las Provincias, el 17 de diciembre de 2012)

HAY MÁS DE CIEN MANERAS DE DAR LOS BUENOS DIAS



    1. Buenos días, dicho sea sin acritud.

    2. Buenos días, pero no se acostumbren.

    3. Buenos días, aunque sólo sea por mera cortesía.

    4. Buenos días, mejorando lo presente.

    5. Buenos días, salvo error u omisión.

    6. Buenos días, por decir algo nuevo.

    7. Buenos días, y procuren pasar desapercibidos.

    8. Buenos días, pero no me pregunten porqué.

    9. Buenos días, aunque parezca mentira.

  10. Buenos días, pero antes lean el prospecto y consulten a su  médico.

  11. Buenos días, y que el último en salir apague la luz.

  12. Buenos días, y así sucesivamente.

  13. Buenos días, ¡y no me digan que no lo advertí!

  14. Buenos días, por prescripción facultativa.

  15. Buenos días, sin que sirva de precedente.

  16. Buenos días, pero no se lo tomen como nada personal.

  17. Buenos días, dicho con todo el respeto del mundo.

  18. Buenos días, con efectos retroactivos.

  19. Buenos días, y no se lo tomen a mal.

  20. Buenos días, probablemente por imperativo legal.

  21. Buenos días, a pesar del otoño.

  22. Buenos días, y que conste que yo no tengo nada que ver.

  23. Buenos días, por parte de madre.

  24. Buenos días, si ánimo de ofender.

  25. Buenos días, y ahí os lo dejo...

  26. Buenos días, dijo el reo a su verdugo.

  27. Buenos días, y si no se lo creen no es mi problema.

  28.  Buenos días, y más cosas que te podría decir.

  29. Buenos días, ¡y pelillos a la mar!

  30. Buenos días, aunque seguramente sea una cuestión de rutina.

  31. Buenos días, al pie de la letra.

  32. Buenos días, y vamos a repetirlo una y otra vez hasta que sea verdad.

  33. Buenos días, dijo el patrón apoyando el tacón en la cerviz del lacayo.

  34. Buenos días, con todas sus consecuencias.

  35. Buenos días, y que ustedes se manifiesten bien.

  36. Buenos días, dicho únicamente por sacar un tema de conversación.

  37. Buenos días, pero sed discretos. No es necesario que vayáis pregonando por ahí.

  38. Buenos días en Si bemol.

  39. Buenos días, y no es peyorativo.

  40. Buenos días, en sentido figurado.

  41. Buenos días, porque así es, si así os parece.

  42. Buenos días y disculpen que no me levante.

  43. Buenos días, pero si resulta que luego no tan buenos, a mí no me reclaméis porque sólo ha sido por decir algo.

  44. Buenos días y mucho ojo porque donde las dan, las toman.

  45. -Buenos días.
      -Y con tu espíritu!

  46. Buenos días, de manera innegociable.

  47. Buenos días (fragmento de un poema épico)

  48. Buenos días, como dice el refrán.

  49. Buenos días, a modo de de onomatopeya.

  50. Buenos días, y mañana ya veremos.

  51. Buenos días, una fragancia intensa.

  52. Buenos días, en blanco y negro o en color.

  53. Buenos días, ¿con azúcar o sacarina?

  54. Buenos días, pero por si las moscas hacedle la prueba del nueve.

  55. Buenos días ¿puede considerarse un trabalenguas?

  56. Buenos días, rojo, impar y falta.

  57. Buenos días, rojo, impar y pasa.

  58. Buenos días, a modo de terapia de grupo.

  59. Buenos días, sin ánimo de lucro.

  60. Buenos días, de forma detallada.

  61. Buenos días, con b de buenos días.

  63. Buenos días, aunque me conformaría con que fueran medianamente aceptables.

  64. Buenos días y la madre que lo parió.

  65. Buenos días, en toda la extensión de la palabra.

  66. Buenos días, y no empecemos con el "y tu más"

  67. Buenos días, aunque eso realmente depende de ti.
  
  68. Buenos días, tal vez por valentía o por temeridad.

  69. Buenos días, con música de fondo.

  70. Buenos días, a cajas destempladas.

  71. Buenos días, en procedimiento abreviado.

  72. -Buenos días
        -¡Eso se lo dirá usted a todas, zalamero!
         
  73. Buenos días, como propuesta de reforma.

  74. Buenos días. Tesis, antítesis y síntesis. 

  75. Buenos días, de forma extemporánea.

  76. Buenos días, pero con intención pragmática.

  77. Buenos días, y pongan el asiento en posición vertical.

  78. - Buenos días.
        - ¡Y tú más! 

  79. Buenos días, por higiene semántica

  80. Buenos días, realidad, dijo desde el escenario.

  81. Buenos días, sin más concesiones.
  
  82. -Buenos días.
        -¿Y qué?

  83. Buenos días, en resumidas cuentas.

  84. -Buenos días.
        -¡Eso no se atreve a decírmelo usted en la calle de Alcalá, con la falda almidoná y los nardos apoyaos en la cadera!

  85. Buenos días, víctimas y verdugos.

  86. Buenos días vs días normalitos. 

  87. Buenos días, con tal de que...

  88. Buenos días, edición corregida y aumentada.

  89. Buenos días, o como se diga.

  90. Buenos días, sin ruido ni nueces.

  91. Buenos días, como puro neologismo.

  92. Buenos días, a pesar de la autoridad competente.

  93. Buenos días, desde un ángulo obtuso.

  94. Buenos días, pero sin bonificación ni dividendos.

  95. Buenos días, aunque no sé si debía de habértelos dado.

  96. Buenos días, pero la sonrisa te va a delatar.

  97. Buenos días, y no me importa nada.

  98. Buenos días a pesar del gregarismo.

  99. Buenos días, como idea estereotipada.

100. Buenos días destemplados y atrabiliarios. 

101. Buenos días, y punto y seguido.



14/12/12

EL DON DEL CORAJE

A Pellegrino, que ya es historia de Valencia, igual se le ha ascendido a los altares que se le ha vilipendiado sin ningún rubor. Cuando Llorente calmó a las masas de Mestalla con su despido, el Flaco recibió repetidos elogios. "Un calentón", dijo el reo, y "precipitación", se escuchó en los tendidos. Realmente fueron muchos quienes calificaron de injusta e impulsiva la destitución, pero ahora mismo aquellos apologistas cruzan una peligrosa línea al proclamar que con Valverde sí que se sabe a qué juega el equipo. Eso tiene la lectura de que en los 21 partidos anteriores (catorce de Liga, cinco de Champions y dos de Copa) hubo ausencia de patrón. Entonces, ¿fue injusto Manolo porque el público le pedía otra cosa, o los resultados son los que determinan su error o acierto?

Las tres victorias consecutivas, al margen de las calidades del rival, muestran brotes verdes. El equipo no encadenaba una racha así desde hace tiempo, pero no deja de ser más que un estreno. Un buen inicio en el cambio de ciclo, eso sí, porque los triunfos llevan el importante añadido de haber mantenido el portal a cero.

Ahora el nuevo Valencia tiene la oportunidad de decir que efectivamente algo ha cambiado. Antes de Navidad ha de examinarse en Mestalla. El domingo ante el Rayo, y cinco días después, frente al Getafe. Un calendario propicio para tomar oxígeno y seguir la ascensión a la cumbre, ¿no?

El equipo parece que ha hecho codos para continuar esa escalada y que en Valverde ha encontrado un alquimista, como aquél con el que dio el joven pastor de la novela de Coelho y le transmitió que el coraje es el don más importante. El equipo muestra ganas. El técnico ha marcado su impronta, pero actitud de los futbolistas ha sido determinante. Ese talante tan distinto al del pasado reciente, si por una parte resulta muy positivo, por otra coloca a los jugadores en un brete. Les invita a responder a algunas las preguntas que no es necesario hacer y que están en la mente de todos. Veremos qué dice Mestalla.
483 (Publicado en Las Provincias, el 14 de diciembre de 2012)

12/12/12

BROTES VERDES

El triunfo siempre es el mejor bálsamo cuando las cosas han ido mal, porque restituye la confianza perdida para poder remontar el vuelo cuanto antes. Y eso es lo que necesitaba el Valencia. Aire fresco. Por eso, aunque el partido de ayer  en Pamplona resultó una castaña, que en general no fue otra cosa, la victoria supone otro brote verde, como dicen algunos políticos. Otro brote que necesitará continuidad, sí, pero que proporciona mucha tranquilidad. No quiero ni pensar cómo afrontaría el equipo la visita del Rayo, el domingo, si el resultado hubiera sido adverso.

Hablar de grandes cambios en el juego del Valencia sería fantasear, pura falacia, ir demasiado lejos. Además, en cuatro o cinco entrenamientos pocas cosas se pueden variar, ¿no? Las varitas mágicas no existen. Sólo aparecen en los cuentos de hadas, aunque no se puede negar que Ernesto Valverde, a modo de fondo de rescate para recapitalizar el vestuario, le ha transferido sentido común. Pero el horizonte aún queda lejos.

El cambio que se puede observar ha sido más cuestión de conceptos y de comportamiento que de otra cosa. No nos engañemos que a este equipo le queda mucho por decir. Está en el buen camino, porque además en los tres últimos partidos no ha encajado goles, pero apenas ha empezado a hablar.

En los dos duelos en el Reyno de Navarra, ante un rival muy flojito, muy flojito, el Valencia ha conseguido el máximo premio. No vamos herir sensibilidades de hooligans y añadir que con el mínimo esfuerzo. Pero sí con muy poco. Con el justo.

¿Cambios? Hasta ahora sólo hemos visto que las líneas están más juntas que hace un par de semanas y que los futbolistas ponen un poquito más de su parte. No ha habido mucho más. Y con eso ha sido suficiente para ganar, no pasar apuros, y en este último caso, prácticamente sentenciar la eliminatoria de Copa. ¡A ver...!
 
482 (Publicado en Las Provincias, el 12 de diciembre de 2012)

EL TIEMPO PERDIDO


Después de la victoria del Valencia en Pamplona, probablemente no ha sido necesario recurrir al diccionario para encontrar la palabra justa que la defina. Ha bastado recordar lo que se dijo hace unas semanas, después de que el equipo, con diez, le plantara cara al campeón europeo Bayern. ¿Implicación?, ¿actitud?, ¿concentración?, ¿intensidad?, ¿predisposición?... Seguramente, sin echar mano de más sinónimos, todo se resume en que esta vez hubo vergüenza torera.
Ernesto Valverde ha empezado con buen pie. Su llegada al banquillo blanquinegro ha hecho que se cumpliera el topicazo. Victoria. Primera de la temporada liguera en campo ajeno. Se hacía imprescindible ganar y el triunfo se ha convertido en el mejor alivio para un equipo que agonizaba y todavía tiene mucho que demostrar. Y también ha sido un bálsamo para un presidente al que sólo los resultados le pueden evitar los pañuelos que le obliguen a dejar el sillón.
Todo lo que sea sumar, es bueno. Pero no conviene sacar los pies del tiesto porque ni un dedo hace mano ni una golondrina hace verano. A pesar de que sólo hubo fútbol porque así se llama el juego de once contra once con un balón por medio, y también a pesar de que el rival tiene tufo a Segunda, la satisfacción por la victoria es lógica. ¡Faltaría más! Valverde y los jugadores han roto un maleficio, sabiendo que esta victoria sin continuidad no sirve absolutamente para nada. Por eso es probable que la declaración más coherente que se ha escuchado después del encuentro en Pamplona fuera la que estuvo en boca de capitán Albelda, al advertir que esto no se acaba ahí, que por delante queda un largo camino y que el peor enemigo es la relajación.
Aquello que decía Benedetti de que el tiempo es relativo y que cinco minutos bastan para soñar, viene que ni pintado. El Valencia no puede detenerse a fantasear. La realidad le obliga a hacer muchos codos para recuperar el tiempo perdido, que es lo que busca, y así aprobar este cuatrimestre.
481 (Publicado en Las Provincias el 10 de diciembre de 2012)

7/12/12

LA HORA DE LA VERDAD

Ernesto Valverde ya se ha remangado la camisa, se ha puesto manos a la obra para sacar al equipo del pozo, y Mauricio Pellegrino ha pasado a ser parte de historia del Valencia como entrenador, aunque todavía no ha cobrado el finiquito. A rey muerto, rey puesto. En el mundo del fútbol no hay apenas tiempo para llevar lutos, más todavía cuando el enfermo es crónico, a pesar de que ahora alguien pueda sacar pecho recordando las cifras que el equipo está consiguiendo en la competición continental, pero olvidándose de las del torneo doméstico, que es el que hasta ahora ha proporcionado el pasaporte para viajar a Europa.

El nuevo entrenador, que llega avalado por un amplio y buen currículo, ha dicho que quiere sacar el máximo rendimiento a los jugadores. Se trata de una máxima con la que seguro que coincidiría su antecesor o cualquiera que afrontara el reto de llevar a este Valencia a luchar por los puestos de Champions League, que sigue siendo el objetivo prioritario. Algo que va a ser difícil de alcanzar. La máxima y la meta.

En otra circunstancia la tarea de exprimir a los futbolistas entrañaría una mayor complicación que ahora. Valverde tiene a su favor que si hay alguien que deja de remar, se le van a ver las vergüenzas con más claridad y Mestalla no lo va a permitir. En este momento ya no hace falta rascar un poquito para encontrar la realidad del grupo que se puso en manos de Pellegrino. Ha quedado a la vista de todos. Y ha llegado el momento de ver quién es quién en esa torre de Babel llamado vestuario. El momento de comprobar qué jugadores están de paso y quienes están implicados y van ser los que tiren del carro.

Si a cualquier político se le ofrecen los tradicionales cien días de confianza, y se le dieron a Pellegrino, aunque ahora el margen no puede ser el mismo porque la Liga se va consumiendo, por el bien del Valencia Valverde necesita el máximo apoyo. Bastante más confianza de la que tiene en él quien le ha fichado por seis meses.
 
480 (Publicado en Las Provincias, el 7 de diciembre de 2012)

5/12/12

LA CASA DE LOS LÍOS

En el Valencia sería conveniente hacer un paréntesis, aunque no es fácil pasar por alto cuanto ocurre en el club. En lo deportivo hoy vendría bien un inciso porque el equipo, con Voro como entrenador temporal, afronta en Lille el último partido de la fase de grupos de la Champions, con opción de terminar primero. A partir de mañana también resultaría oportuno un  periodo de calma para dar a Valverde la confianza que merece en el nuevo reto.

Sin embargo el presente obliga a poner los puntos sobre las íes. No se pueden negar las evidencias y el Valencia ahora mismo es un avispero. En lo deportivo han de ser los futbolistas quienes de una vez por todas hablen en el campo para evitar que nadie vuelva a calificarles de mercenarios. Pero a la vez, para desmentir que el vestuario sea una torre de Babel donde  predominan las cuadrillas, aunque eso es difícil de rebatir. Ahí es donde el nuevo entrenador tendrá que poner mayor énfasis, con el objetivo de bajar del pedestal a alguno que se ha subido en él y espabilar a quienes desde abajo hacen de palmeros. Aunque, no nos engañemos, todo esto no es más que un árbol que impide ver el bosque de despropósitos de una organización deportiva que desde hace años está pidiendo un cambio profundo.

Lo social tampoco se queda rezagado. Apenas hace tres semanas Llorente admitió que lo que había faltado en el club era una buena comunicación. Sin embargo fue una declaración de intenciones de tinte político ya que de momento la luz y los taquígrafos no se han visto por ninguna parte. Por ejemplo, se han desvanecido las explicaciones oficiales sobre qué ha ocurrido o va a ocurrir con el pago anual que no ha podido afrontar la Fundación que preside el consejero Piles, y se percibe el tufillo de Manolo va a hablar menos de lo justo sobre qué respuesta dará el club a la deuda que tiene con la nacionalizada Bankia.

Unos deben de hablar en el campo pero los otros deberían de hacerlo con los socios, pero con mayor  frecuencia y, sobre todo, claridad.
 
479 (Publicado en Las Provincias, el 5 de diciembre de 2012)

4/12/12

El niño ya habla...

(Publicado en Valencia Fruits, nº 2.562 (4 de diciembre de 2012)

3/12/12

YA NO HAY ESCUDO

Manolo Llorente ha dado un paso hacia adelante cuando se encontraba al borde de un precipicio. La decisión de destituir a Pellegrino se ha convertido en la cruz que desde ahora ha de llevar el presidente del Valencia. Al fulminar al entrenador, que era su apuesta personal, se ha quedado sin escudo antimisiles.

¿Al siguiente "¡Llorente vete ya!" Manolo acudirá a un otorrino para que trate lo que parece un problema de audición (porque a la vista está que no oye lo que le canta Mestalla)? Conociéndole, a pesar de ser un tipo de carácter, no es fácil que aguante otra pañolada como la del sábado. Claro que si uno piensa en los 360.000 euros (no sé si netos o brutos) siempre se puede echar mano de un walkman con música de Vivaldi, acurrucarse en la butaca y seguir haciendo oídos sordos.

La continuidad de Pellegrino estaba en entredicho porque el fútbol es inmediatez, quedan cinco jornadas para que acabe la primera vuelta y no es que aún nadie sepa a qué juega el Valencia, sino que el equipo está más próximo de los lugares de descenso que de la cuarta plaza. Y para subsistir la clasificación para la Champions es sagrada.

Los inventos hay que hacerlos con gaseosa porque luego pasa lo que pasa. Manolo I del Valencia quiso descubrir un Benítez II, aunque para ello tuviera que desprestigiar a Braulio, que terminó por meter la cabeza bajo el ala y aceptar la decisión unipersonal del dirigente, que es quien le paga.

Pero "Beníteces" no salen todos los días y a Pellegrino, hasta ayer "un bon xic", ni le acompañó la suerte ni supo controlar al vestuario. Su fichaje era una apuesta de futuro que el Valencia no podía permitirse porque está obligado vivir muy el presente... aunque haya un banco que le pueda aplazar sine die las deudas cuando las de otros las resolvería con un desahucio.

Pellegrino ya es historia del Valencia. ¿Y el  hombre que quiso sacarse de la chistera un Benítez II? Ahí está. Pero sin escudos antimisiles, ¿hasta cuándo?
 
478 (Publicado en Las Provincias, el 3 de diciembre de 2012)

30/11/12

FUTBOL, HORARIOS Y GENIOS

Lo de los horarios del fútbol da para mucho. Se puede estar discutiendo siete días y al cabo de la semana seguiríamos igual, sin entender los criterios de tanto genio. Cuando iba a empezar la Liga y se fijaron los horarios de los partidos de las tres primeras jornadas, el presidente del Atlético dijo que si la LFP era quien los había establecido, se tendrían que marchar todos, desde el presidente hasta el último. La verdad es que Astiazarán lleva ahí desde 2005... Ahora, que Villar está al frente de la FEF desde hace más veinte años y ya se sabe lo conveniente que es la savia nueva. Pero eso es otra historia, que diría el entrañable Moustache.

Cuando no es la LPF, es decir el señor Roures, es a la Federación a quien le corresponde determinar a qué hora hay que jugar los partidos de Copa. Y el asunto acaba siendo de locos por los tremendos contrasentidos que presenta. Si en la Liga hay hasta diez horarios distintos para que no coincidan encuentros y las teles puedan recaudar desde el viernes hasta el lunes, en la Copa no ha sido casualidad  la concomitancia de los duelos del Valencia, en Mestalla (con el Llagostera) y del Levante, en el estadio Ciutat de València (con el Melilla), o los Barcelona-Alavés, en el Camp Nou, y Espanyol-Sevilla, en Cornellá-El Prat.

"Parece que esos horarios los fijó una agrupación de esposas antifúlbol", aseguró con ironía un amigo, antes de conocer que en Orriols hubo en torno a once mil espectadores y en Mestalla no pasaron de nueve mil, a pesar de los centenares de entradas de regalo que repartió el club.

Está claro que el Llagostera no es un rival que tenga tirón y menos cuando la eliminatoria estaba "resuelta" desde el partido de ida. Pero si la Copa de por sí ya interesa bien poco en el formato actual (al menos hasta que lleguen las semifinales), con los horarios coincidentes se ha dicho que lo que no interesa es que la gente acuda al campo.
477 (Publicado en Las Provincias, el 30 de noviembre de 2012)
 

28/11/12

CRUZAR LOS DEDOS Y REZAR

Vamos a confiar en que ese jeque que Manuel Llorente está buscando en Dubái no sea del estilo de los que han venido por aquí. ¡Señor, que no tenga nada que ver con aquél de Santander o con el disfrazado de Getafe, porque sólo de pensarlo a uno se le ponen los pelos como escarpias! Hay que cruzar los dedos y rezar. Virgencita, que se parezca a los inversores que aterrizaron en el fútbol británico.

Los recientes acontecimientos que han envuelto al club deberían de inquietar hasta al aficionado más "hooligan" del Valencia. ¡Lagarto, lagarto! Que en los últimos días, amigo, han venido muy mal dadas. Es lo del circo y los enanos. Mientras que en el horizonte se siguen escuchando los tambores de guerra que hace sonar el ex presidente Paco Roig, empezamos la retahíla con la debacle del equipo en Málaga; pasamos a la insensatez de Feghouli, al conducir sin carné, y continuamos con la película que protagoniza el supuesto millonario costarricense Mario Alvarado, un thriller que genera bastantes dudas. Y como remate, la coyuntura económica de la Fundación y el apoyo que requiere de la nacionalizada  Bankia para que, al final de la corrida, la patata caliente no se la tenga que comer la rescatada Generalitat.

El lienzo se la trae y por eso resulta fácil imaginar al copiloto rogándole al presidente. ¡Por dios, Manolo, trata de arrancarlo! No puede fallar este penalti. Un amigo me decía ayer no nos debería de extrañar que Llorente regresara a Valencia antes de lo previsto, porque allí habrá petrodólares pero aquí más de uno se ha queda petrificado.

A pesar de que hoy es partido para que el Llagostera regrese a Gerona arregladito, ni una docena de goles van a tapar las vergüenzas de La Rosaleda, ni tampoco las disculpas de Feghouli en la web encubrirán su imagen de horas antes, al salir del Juzgado,  con los dedos índices levantados y preguntado irónico a los periodistas si se sentían contentos.
Sí, pero... ¿y lo demás, qué? Cuestión de tiempo. Como la fruta.

476 (Publicado en Las Provincias, el 28 de noviembre de 2012)

27/11/12

Lecciones y elecciones

 
Publicado en Valencia Fruits, nº 2.561 (27 de noviembre de 2012)

26/11/12

UN EQUIPO PARA EL DIVÁN

El Valencia es como aquel extraño caso de Stevenson, porque también muestra dos caras. Eso es una realidad. Hay demasiadas pruebas de la transmutación. Ahora sí, ahora no. Parece un equipo con trastornos disociativos de la identidad. Un Valencia de sicólogo. En Málaga ya tocaba, porque después de ofrecer la mejor cara ante el Bayern, la del genio y del compromiso, había en juego más que tres puntos. Pero, ¡qué va! Esta vez la cara fue... demasiada.

Se suele decir que con el paso del tiempo de un partido solo queda el resultado. En la retina no hay demasiado espacio como para ir más allá de los guarismos, pero de este van a quedar más cosas y eso que, como la memoria es selectiva, sólo acentúa los recuerdos agradables. Por ejemplo, hasta ahora de La Rosaleda los aficionados evocaban el encuentro de hace diez años y los dos goles que marcaron Ayala y Fabio Aurelio. El 0-2 que a una jornada del final del torneo sirvió para que el equipo se proclamase campeón de Liga 31 años después del anterior título.

Incluso, sin echar mano de hemerotecas, bastantes seguidores apuntarían que el árbitro de entonces fue Pérez Burrull, que Joaquín Peiró entrenaba al Málaga o que en aquel partido Djukic participó solo un minuto en sustitución de Pellegrino. Y, ahora, ¿de  qué se van a acordar? Pues de la generosidad de los defensas valencianistas, del desaparecido Banega, de la nulidad de Valdez en los desmarques, de las habilidades de Isco, Portillo, Joaquín, Saviola, Camacho... 

Algunos especialistas en esto de la memoria dicen que aferrarse en exceso a los recuerdos puede llegar a generar rupturas con la realidad. Y a lo mejor es lo que le pasó al Valencia, que viajó a Málaga con la obligación de dar el paso adelante (que ya va siendo hora) pero lo hizo demasiado arropado por las alabanzas tras el partido con el Bayern y por los recuerdos. Por eso ahora le va a costar digerir la goleada, aunque más que por la humillante cifra, porque el equipo rozó el bordeline, el trastorno de identidad.
 
475 (Publicado en Las Provincias, el 26 de noviembre de 2012)

 

23/11/12

LAS DOS CARAS DEL VALENCIA

Puede parecer el título de un interesante thriller, pero no lo es. Las dos caras del Valencia. Sencillamente se trata de una extraña realidad que se viene repitiendo durante años. Es como una de enfermedad congénita, con síntomas muy concretos. Se centran en el buen rendimiento y en la imagen de enorme ilusión que el equipo ofrece a sus aficionados cuando se enfrenta a rivales de talla, pero acto seguido se encoje, se deshincha y desdibuja si el contrario no es de máximo nivel.

El buen partido que el Valencia ofreció el martes ante el subcampeón europeo, Bayern de Münich, es un botón de muestra. En lo positivo se refuerza con sus actuaciones previas ante Real Madrid, Barcelona o Atlético. Lo negativo, ya lo sabemos: Celta, Mallorca, Betis, Español...

Ahora el equipo aparca por unos días la competición continental para centrarse en la Liga y en la Copa, y los rivales inmediatos son el Málaga, mañana en La Rosaleda, y la semana próxima, el Llagostera y la Real Sociedad, ambos en Mestalla.

La teoría determina que en terreno andaluz se debe volver a ver un Valencia sólido, comprometido y entregado. Aunque los de Pellegrini han bajado el nivel en las últimas semanas, se mantienen por delante en la clasificación y además comenzaron el torneo como uno de los favoritos para luchar por las dos plazas de Champions (dando por sentado que Barça y Real Madrid coparán los primeros puestos). Pero además el Valencia está obligado a  despegar en la Liga y de una vez por todas demostrar que en sus salidas sabe hacer algo más que empatar dos partidos y marcar un par de goles, que es todo su bagaje que hasta ahora ha conseguido como visitante.

En Málaga se juega bastante más que los tres puntos. Podrá ganar, empatar o perder. Pero la imagen que ofrezca el equipo definirá si los jugadores sólo utilizan al club como un escaparate, que aunque haya quien crea que eso no es malo, deja tocada la profesionalidad del futbolista.
474 (Publicado en Las Provincias, el 23 de noviembre de 2012)

21/11/12

HAY QUE JUGAR ASÍ SIEMPRE

Partidazo.  Dicen que los jugadores se crecen en este tipo de encuentros porque los ve todo el mundo y resultan el mejor escaparate posible para promocionarse. Nadie niega que ese factor influya, e incluso que pese bastante. Pero la explicación habría que buscarla más allá porque en ese caso dejaría a los profesionales con las vergüenzas al aire. Debe de haber otros motivos. La situación es propia de un estudio sicológico.

Con total independencia del resultado (más cerca de la victoria que del empate), está claro que si los aficionados quieren ver al Valencia que esperan tendrán que elegir los partidos en los que el equipo se enfrente a los grandes rivales. Nada de medianías. Esos se le suben a las barbas y en ocasiones, incluso, le colorean la cara. Pero los otros, los de máxima entidad, esos lo pasan mal. Sólo hay que mirar lo que está ocurriendo esta temporada. 

Aquí más de uno utilizaría la parodia de Mourinho. Eso de ¿por qué?, ¿por qué? , ¿por qué?...  Pues la respuesta la debe de dar el entrenador. Pero no una frase para la galería, como hizo Helenio Herrera cuando en un partido estaba al frente del Barça y pese a que le expulsaron un jugador acabó ganando y pronunció aquello de "con diez se juega mejor que con once", aunque en Mestalla ayer fue verdad... El Valencia , todo coraje, hizo un partidazo. Un tremendo descaste. Fútbol de apoyo, de compromiso, de equipo. Eso no se lo quita nadie.

Siguiendo con los porqués, no creo que la alineación que  presentó Pellegrino estuviera en función de que, antes de jugar contra el equipo bávaro el Valencia ya había entrado en la lista de los 16 mejores de Europa. No le imagino pendiente del resultado del Dinamo Stadium para colocar a Parejo por detrás de Éver, ni percibo que la anticipada clasificación etiquetara el juego que iba a realizar el Valencia y que los jugadores o el entrenador llegaran a mirar de reojo el compromiso del sábado con el Málaga. Para nada. Pero el duelo con el Bayern debe establecer un antes y un des... pegue.
 
473 (Publicado en Las Provincias el 21 de noviembre de 2012)

20/11/12

Desahucios y desánimos

Publicado en Valencia Fruits, nº 2.560   (20 de noviembre de 2012)

19/11/12

LA SENDA DE LOS ELEFANTES


La "Senda de los elefantes" es una vieja película protagonizada por Elizabeth Taylor y Peter Finch cuyo título ha servido para calificar rutas en diferentes lugares. En Logroño llaman así a la zona tradicional del tapeo. La calle del Laurel y aledaños. Utilizan el eufemismo porque hay muchísimos bares y algunos clientes acaban la fiesta con una trompa, a cuatro patas.

Hace algunos años, un veterano periodista de Valencia, coincidiendo con los partidos decepcionantes de Mestalla, también utilizó el título de la película. Lo hizo para bautizar el trayecto que discurre desde la calle Micer Mascó hasta el puente del Real. Pero no aludió a ningún exceso de alcohol, sino a los balanceos de cabeza de los aficionados que junto a él caminaban frustrados y se lamentaban de lo que habían presenciado. El murmullo de los seguidores servía de indicativo. Un buen testimonio, aunque como hoy los tiempos adelantan que es una barbaridad, las redes sociales se han convertido en el mejor de los termómetros.

Sin embargo hay ocasiones, como la del sábado, en las que no es necesario que nadie se pregunte si el equipo rozó el ridículo. Esta vez hasta el entrenador del Valencia, que por la bufanda que lleva se supone que barre para casa, no tuvo reparos en afirmar que su equipo no había merecido la victoria.

Que un penalti injusto dé los tres puntos es pura anécdota. Ni es la primera ni será última vez que ocurra. Y al revés, igual. Lo curioso es que el club aireara en tweeter que el triunfo sobre el Espanyol suponía "el mejor arranque en Mestalla de los diez últimos años". Tal vez lo hizo como Mas y sus ínfulas independentistas, para tapar desaguisados, porque se olvidó de que antes del empate de la semana anterior en Valladolid, el equipo ya llevaba "el peor arranque de la década como visitante".

Aunque el Valencia se espabila ante los grandes, habrá que reforzar la teoría aferrándose a que el partido de mañana con el Bayern es en Mestalla. Del viaje a Málaga ya habrá tiempo para hablar.
472 (Publicado en Las Provincias, el 19 de noviembre de 2012)

16/11/12

SOLDADOS Y ALBELDAS

Vamos a ver si Pellegrino apuesta o no por la cantera. ¿Hacemos una porra? Hasta ahora el entrenador del Valencia ha tenido palabras en favor de los chavales del filial. Pero hechos, muy justos. Por eso surgen dudas sobre si ante la ausencia de los dos laterales izquierdo del equipo, para recibir al Espanyol el técnico decidirá dar continuidad al canterano José Luis Gayà, que fue titular en el partido de Copa con el Llagostera.

Sin Cissokho ni Mathieu, esa sería opción de quien piensa en la cantera, porque además lo ha llevado varias veces convocado. Sin embargo ya sabemos que los entrenadores viven de los resultados inmediatos, que son los que les proporcionan continuidad, y muchas veces prefieren apostar por futbolistas de mayor experiencia, a pesar de que eso conlleve, por ejemplo, reconvertir a un extremo antes que ofrecer la definitiva confianza a un chaval de 17 años, al que probablemente aún le falta... continuidad para hacerse.

El asunto de las canteras entraña controversia desde hace años. El debate arranca desde mediados de los noventa, cuando el Tribunal Europeo de Justicia dio la razón aquél mediocre jugador belga llamado Jean Marc Bosman, y la sentencia, conocida como Ley Bosman, permitió la libre circulación comunitarios, con lo que los muchos equipos pensaron más en la inmediatez de los fichajes que en la inversión y rentabilidad que suponía formar a los propios futbolistas.

En el Valencia no se puede hablar de Soldados y Albeldas. El club ha regado poco su vivero. Hace tiempo que no da frutos y los que ha dado los han aprovechado otros. A pesar de que en este asunto es muy fácil traspasar la línea que separa la realidad deportiva de un canterano y pisar terreno demagógico, se trata de una cuestión de pura economía doméstica. Que mañana juegue o no Gayà, es circunstancial. Pero convendría tener presente que cuando es necesario apretarse el cinturón, resulta más indicado aprovechar lo que hay en la despensa que salir a comer a un restaurante.
 
471 (Publicado en Las Provincia, el 16 de noviembre de 2012)

14/11/12

ELEGIR EL MOMENTO


A lo mejor sería más adecuado llamarlo el don de lo inoportuno, porque resulta curioso que tres días después de que el Paco Roig pusiera a caldo y vilipendiara a Manuel Llorente en la junta general del Valencia que todavía colea, y lo que te rondaré, morena, el presidente le dedique gran parte de una rueda de prensa a recordar y recriminar la actitud del ex mandatario.

Quien sigue de cerca cuanto acontece en el Valencia sabe muy bien que Llorente puede sobresalir por otras muchas cosa, pero jamás por la facilidad de palabra en un auditorio. Le cuesta. Ahí Roig le aventaja de largo. Y eso es lo que ocurrió en la junta. Pero si inoportuna fue aquella intervención del ex presidente, también fue impropio el silencio de Manolo ante la retahíla de lindezas y acusaciones que le lanzó. Y aparte de ese mutismo, tampoco resultó de recibo la afonía de sus compañeros de consejo, igualmente desprestigiados.

Con independencia de las formas, lo más lamentable es que el club se quedara con el culo al aire, porque los "Llorentes y Roigs", pasan, pero la entidad queda. Al menos, de momento...

Roig, además, no eligió bien el momento. No tuvo el don de la oportunidad para arremeter contra Llorente. Entre otras consideraciones de por educación y demás, porque con el odio personal arrebató todo el protagonismo que debía haber recaído en las explicaciones que el presidente tendría que haber dado sobre la situación real de la sociedad, la deuda con Bankia, qué se ha hecho y qué se va a hacer. Máxima claridad. Se podría pensar, incluso, que a Manolo le vino bien que Roig  desviara toda la atención, centrado exclusivamente en las rencillas del pasado
Llorente tampoco ha sabido escoger el momento. Ha admitido los errores acumulados (como la falta de comunicación o los altos precios en los abonos) y eso es positivo, sí. Pero ese "a partir de ahora voy a ser bueno" suena a que estaba necesitando un tirón de orejas. Y a lo mejor es que sí que le hacía falta. Pero no de Roig, precisamente.
470  (Publicado en Las Provincias, el 14-11-12)

13/11/12

Huelga general

 
 
Publicado en Valencia Fruits, nº 2.559 (13 de noviembre de 2012)

12/11/12

LA GOTA FRÍA

No hay manera. Lejos de Mestalla el Valencia ni tiene suerte ni tiene acierto. Otra pifia. Se le sigue atragantando el horario matutino y en la Liga todavía no conoce la victoria como visitante. Desde el 0-3 de San Mamés, en marzo pasado, ha llovido bastante... y ya amenaza la gota fría.

Y eso que esta vez el partido del morbo (morbo por aquello de Djukic era la primera opción para reemplazar a Unai) empezó muy bien para los de Pellegrino. Bien por dominio y por el gol de Sissokho. Pero luego ocurrió algo parecido a lo que explicaba ayer el hombre del tiempo. Poco a poco el viento empezó a rolar a gregal, el equipo de Pucela se desperezó, y eso activó una primera línea de tormentas. Como la gota fría, porque el empate es más que un chaparrón para el Valencia.

Aunque siempre hay quien ve la botella medio llena (“Seguimos sin perder”, escuché justificarse a uno de los protagonistas), esto empieza a ser preocupante. Se debería de activar la alerta naranja porque los plazos de confianza se extinguen y las jornadas van pasando.

En un duelo entre un equipo Champions y uno recién ascendido, el Valencia dio un traspiés, y precisamente por la diferencia que existe entre uno y otro bloque, de poco sirve buscar la justificación barata en si tal jugada fue penalti o dejó de serlo. El Valencia no sabe cerrar los partidos y aparte de que en algunos momentos el Valladolid llegó a dominar, para analizar la situación habría que hurgar más allá de los arbitrajes, que sí, dejan bastante que desear. Pero eso ni es de hoy ni es de ayer. Nada nuevo bajo el sol. Poco sol, eso sí, porque está muy nublado. Lo que sorprende y debería de provocar una profunda reflexión es que de los 18 puntos posibles por los seis desplazamientos, el Valencia sólo ha sumado dos. No es difícil imaginar qué estaría ocurriendo en otra circunstancia y con otros protagonistas. Ojo con la gota fría.

469 (Publicado en Las Provincias, el 12 de noviembre de 2012)

9/11/12

HAY HISTORIAS QUE SE REPITEN


Feghouli se ha convertido en una agradable sorpresa. Con su implicación y sus goles ha convencido al entrenador, ha elevado su caché y se ha metido al público de Mestalla en el bolsillo. Y, claro, quien vela por sus intereses tratará de que se meta algo más, porque su contrato, que termina en junio de 2014, es de los más bajos de la plantilla.

El Valencia no quiere pillarse los dedos como en alguna reciente ocasión... y trata de acercar posturas para ampliar el compromiso. Pero probablemente llega tarde. Debió de hacerlo antes de acabar el pasado ejercicio, cuando la selección de Argelia aún no le había puesto galones. Y no teme que acabe yéndose de la misma manera que llegó de Grenoble, es decir, con la carta de libertad en el bolsillo. Pero le preocupa que le engatusen con otra propuesta y que al acabar la campaña no le quede otro remedio que malvenderlo, porque tendría que hacerlo por bastante menos de lo que podría hacerse en el caso de tenerlo bien sujeto.

Los agentes de Feghouli no tienen prisa. ¿Para qué? Son mano en esta partida. Con un sueldo neto de 800.000 euros, la inicial oferta del Valencia no les satisface. La pretensión es equiparar la nómina de su representado a la de los pesos pesados, y eso prácticamente supondría duplicarla.

¡Quién se lo iba a decir a Feghouli! Cuando Fernando Gómez lo trajo no era más que una opción de futuro. Por edad, por lo que había costado y por quienes tenía delante en el equipo. Sin embargo, tras la cesión al Almería, en el pasado ejercicio llevó a cabo tal segunda vuelta, que acabó por sentar en el banquillo a Pablo Hernández.

Ahora Feghouli se ha consolidado como uno de los jugadores importantes del Valencia y ya le han salido novios (entre otros el Paris Saint- Germain, que curiosamente hace años lo tuvo a prueba y no lo quiso ficha). Para ampliar la lista ahí están Antar, su agente francés, o el socio para España, Alex Bonnot, que lógicamente van a apretar, que es lo suyo. Hay historias que se repiten, ¿eh?

468 (Publicado en Las Provincias, el 9 de noviembre de 2012)

7/11/12

SABOR AGRIDULCE


La incorporación de Pablo Piatti en la lista de convocados para el partido de mañana significa que ya está recuperado de la fractura que sufrió en el brazo, y eso es tan buena noticia para el valencianismo como mala resulta la ausencia del canterano Juan Bernat que, por decisión técnica, por tercera vez consecutiva se queda fuera de una citación.

No se puede decir que valga lo uno por lo otro. Lo de Piatti era algo  inminente y lo de Bernat es... inherente.  Inherente a la condición de canterano. Está claro que en la docena sólo entran doce, que el entrenador es quien mejor debe saber el estado físico de los futbolistas y que los elige en función de lo que pretende hacer en cada partido. Pero es que la lista es de 20 y las otras ausencias son exclusivamente por lesión; las de Mathieu y Canales. ¡Como el descarte no sea porque se ha gestado una inmediata cesión, resulta difícil de entender!

Doctores tiene la Iglesia y poco más hay que añadir, salvo que resulta difícil obviar que las ausencias de los escasos canteranos que tiene el equipo siempre decepcionan. Y hay ocasiones en las que, por las circunstancias que concurren, desilusionan más. Se podrá argumentar que Bernat está en un último tramo de su periodo de formación. Pero tal vez por eso sorprende que ya no contara para el partido de Copa frente al Llagostera, un rival de escasa entidad, o ahora, ante el conjunto bielorruso al que hace cuatro días el Valencia le goleó en su terreno.

La realidad ofrece un sabor agridulce, porque en la parte positiva de la citación aparece el regreso del argentino Piatti, un futbolista prácticamente inédito en ésta, que es su segunda temporada en el equipo. Sólo acumula 25 minutos como reserva en el partido que abrió la Liga en el Bernabéu. Hoy quizá ni siquiera llegue  a entrar en la lista de los 18. Pero sólo por el hecho de que Pellegrino lo haya incorporado al grupo le aportará confianza. ¿Y al otro? Al otro, holganza. Mucho te quiero, perrito, pero pan poquito. Salvo que ya esté rubricada su salida.

467 (Publicado en Las Provincias, el 7 de noviembre de 2012)

6/11/12

Who cares?

Publicado en Valencia Fruits, nº 2.558 (6 de noviembre de 2012)

5/11/12

EL AGUA QUE FLUYE


Hace apenas cuatro años el Valencia fue tan moldeable como el agua que decía Bruce Lee. ¿Recuerdan?  "Be water, my friend". Aquello de que lo ponías es una botella y se convertía en botella, o en una taza, y en taza. Que fluía y que podía aplastar. Quedaba por llegar la gota fría del crudo invierno que decía aquel, pero en la jornada octava el equipo era un líder que ilusionaba, aunque en esa campaña terminó en una discreta sexta posición.

Ahora esto no ha hecho más que empezar. Sólo han transcurrido diez jornadas pero en ese exiguo recorrido, y aunque había pasado la tormenta del Madrid y Barça, el Valencia miró más veces al retrovisor que hacia adelante. Con el triunfo ha recuperado el pulso de la Liga. ¡Señor mío, lo que puede hacer una victoria o a dónde puede conducir una derrota! Esta semana el equipo hizo bien los deberes y además salió beneficiado porque hubo otros que no se supieron la lección.

Antes del partido del sábado sólo se veían las orejas del lobo. La confianza es importante, pero tal como estaban las cosas el peso de la razón superaba al de la esperanza. El Valencia de Pellegrini, con el agua al cuello, necesitaba poner  bastante más que la casta para esquivar la embestida del vice líder Atlético. Y eso es lo que hizo. Puso más fútbol. Fue equipo y el resultado le ha dado aire fresco.

El Valencia ha recortado distancias y se ha situado a seis puntos de la tercera plaza que estos últimos años parecía tener adjudicada en propiedad, y que hacía que desde el primer momento se estuviera hablando de más y echando de menos a un entrenador al que hace cuatro días se le negaba el pan y la sal. Claro, que al fin y al cabo el fútbol se reduce a simples cifras. Tanto en lo deportivo como en lo económico siempre prevalece la cuenta de resultados. La cuestión es que el agua corra, fluya y nunca se estanque.

466 (Publicado en Las Provincias el 5 de noviembre de 2012)

2/11/12

El juego de los mil y un errores


LA HORA DE DAR LA CARA


En partidos como el de mañana, el Valencia siempre ha dado la cara. Cuando ha recibido en Mestalla a rivales de gran empate, y el Atlético hoy por hoy lo es, ha mostrado una motivación especial que, en esta oportunidad debe de multiplicarse por bastante. Ahora mismo una victoria frente al equipo de moda que le sopla en la nuca al todopoderoso Barça, supondría muchísimo más que los tres puntos.

Estamos hablando de uno de esos partidos en los que se utiliza el tópico de la imperiosa necesidad de "ganar sí o sí". El Valencia precisa un triunfo que le sirva para dar un espaldarazo tremendo a la confianza del grupo y a la vez para aumentar su credibilidad entre los aficionados. Pero además, la victoria serviría para aparcar las dudas y las polémicas sobre si tras diez jornadas de competición hay o no hay equipo y si la situación desembocaba en un adiós prematuro a la Champions. Un hipotético resultado negativo supondría una distancia de 17 puntos con el equipo rojiblanco.
Todo un mundo, y más que pensar en gestas y remontadas ya habría que empezar a rezar poner velas a algún santo.

Las diferencias que presentan las tarjetas de visita del Valencia y el Atlético son notables. Está claro a favor de quién se inclina la balanza. Los rojiblancos no conocen la derrota desde el 11 de abril pasado. El Valencia...para no hacer sangre limitémonos a decir que ha sido capaz de ofrecer lo mejor y lo peor.

Pero estos partidos son cosa aparte. La afición de Mestalla lo sabe y no pierde la confianza porque en las grandes ocasiones su equipo siempre se ha dejado el alma. Y mañana ha de hacerlo. Pellegrino no tiene que desgastarse motivando a los chicos, que ya son mayorcitos. Se ha de limitar a colocar y dirigir sus piezas en el campo y aquellas a demostrar que saben su oficio. No hay más. Y aunque ahora sea un grupo tan cosmopolita como es, no tiene porque no ofrecer la misma respuesta de otras veces. Está obligado a sacar la raza y el genio. Es la hora de dar la cara y que no te la toque el rival.

465 (Publicado en Las Provincias, el 2 de noviembre de 2102)