25/2/14

Leer entre líneas

Publicado en Valencia Fruits, nº 2.617 (25 de febrero de 2014)

21/2/14

INDIGNADOS

Si como dijo Benedetti cinco minutos bastan para soñar toda una vida, lo que ocurre en el mundo del fútbol se puede resumir en un plis plas. Es vergonzoso, cuestiona la moral de los que mandan en un deporte que mueve masas, y al mismo tiempo hurga en la dignidad de los observadores que lo permitimos.

El botón que ha exhibido la UEFA ante la dramática situación que Ucrania no deja dudas. A pesar del cambio de escenario de última hora, es algo que no se puede mirar de reojo. Platini y sus adláteres tienen una extraña percepción de la realidad y de nuevo demostraron que carecen del mínimo sentido de la coherencia, y desde luego de humidad, porque en este caso hablamos de la mecha de una guerra civil, con muchos muertos. Su despotismo produce tanto asco como la arrogancia de quienes defienden límites administrativos apoyándose en concertinas o pelotas de goma.

En la distancia Tebas es otro que tal baila. El que hace y deshace en la Liga de Fútbol español se ha mofado de los aficionados del Valencia y Betis al alterar de forma unilateral la fecha y horarios de sus partidos con Rayo y Villarreal, de la jornada del 2 de marzo. Entre otras cosas le importa un bledo si para acompañar a sus equipos los aficionados de Mestalla o del Villamarín habían comprado billetes por adelantado u organizado desplazamientos colectivos.

La variación se debe a una petición del Villarreal, que quiere premiar el comportamiento de sus seguidores tras la inconsciencia del vándalo que arrojó césped del Madrigal un bote de gas lacrimógeno. Bueno, en Sevilla dicen que es un guiño a la Generalitat, para que Fabra pueda darse un baño de multitudes.

Sea por lo que sea, los que mandan en el fútbol tienen pocas luces, y si están en la poltrona es porque lo quieren los presidentes de los clubes, que a su vez ocupan el palco porque lo permiten aficionados.

Dicen que cada uno tiene lo que se merece y en este caso, mientras los indignados futbolísticos lo permitamos, lo será. A lo mejor en este deporte hace falta un 15-M.
539 (Publicado en Las Provincias, el 21 de febrero de 2014)


18/2/14

El sueño imposible

ME COMO LAS LÁGRIMAS AL DIBUJARLO

Publicado en Valencia Fruits, nº 2.616 (18 de febrero de 2014)

14/2/14

COSAS DEL FRÍO


Los acontecimientos resultan mutantes en un abrir y cerrar de ojos y además no es sencilla la explicación. Y ni esto tiene que ver con la ciclogénesis explosiva ni con el voto de obediencia de los políticos ni con la venta de un club de fútbol que lleva camino de convertirse en una comedia de enredo. Me refiero a cómo cambia el tiempo -pasamos el frío al calor sin avisar-, y también aludo al mundo arbitral y a cuanto le rodea, incluidas las empresas fabricantes de frigoríficos, porque últimamente se ha aireado mucho que varios colegiados del balón se han codeado con el "no frost" de la nevera que sirve de mazmorra para que quienes se equivocan demasiado purguen allí sus desaciertos. Dicen que sirve para eso, y de paso digo yo que a la vez debe de servir para tocarles el bolsillo por las semanas de inactividad, que también les debe de escocer.

En las últimas semanas se ha hablado mucho de la reclusión de Ayza Gámez y de Muñiz Fernández en esa gran nevera, y de quienes deberían acompañarles, porque allí hay espacio suficiente para otros muchos. Sin embargo nunca quedará claro si con el frío sin escarcha un colegiado puede mejorar sus conocimientos y su capacidad para aplicar el reglamento, o si por contra las bajas temperaturas implicarán que ese torpe trencilla conserve aún mejor sus errores.

Y mientras se discute sobre si este o el otro árbitro deberían acompañar a aquellos en su viaje al frío, nos deja helados el pulso que Javier Tebas, presidente de la Liga Profesional desde 2013, mantiene con Ángel María Villar, que lo es de la Federación de Fútbol desde 1988. Se ha dicho que la polémica entre ambos radica en la pretensión del primero en crear de una figura encargada de controlar las actuaciones arbitrales, aunque la realidad me parece que no deja de responder a un eufemismo más. La discrepancia tiene todas las trazas de que uno quiere hacerse con el pastel del estamento arbitral y el otro, que desde 1993 lo controla a través Sánchez Arminio, no está dispuesto al soltarlo.

Y mientras, ya ven: Hace dos días, frío; ayer calor...
  
538 (Publicado en Las Provincias, el 14 de febrero de 2014)

11/2/14

Brotes verdes

Publicado en Valencia Fruits, nº 2.615 (11 de febrero de 2014)

7/2/14

EL ESCAPARATE DE MESTALLA

El cristalero que Salvo contrató para Mestalla debe de ser el mismo que eligió Goirigolzarri para Bankia. El escaparate que presenta el Valencia con el fichaje del defensa argentino Nicolás Otamendi es idéntico al que ha anunciado la entidad financiera respecto a los nombres de los posibles compradores de la sociedad deportiva. ¡Opaco, opaco, opaco! Tan opaco que, por evitar el mal humor, uno se puede refugiar en aquella tonadilla que popularizó Encarnita Polo, y que años después bailó la mazizorra Beyoncé.

Cuando un club de fútbol está en periodo de venta para poder hacer frente a sus deudas, cosa que ya de por sí presenta un escenario inquietante, el fichaje de un futbolista que no puede jugar esa temporada porque no hay plaza vacante de extracomunitario, y aparte de ese contratiempo cuesta cuanto menos 12 millones de euros (incluso 15 en función de variables)... pues digo yo que merece una convincente explicación, sobre todo porque: Primero se dijo que llegaría en calidad de cedido en el mercado invernal y no ha sido así. Y segundo, porque no hace demasiados días que el presidente del Valencia enarboló ante los aficionados la bandera de la transparencia. Habría que recordarle que en el segundo tomo del María Moliner, página 1284, aparece esa palabra que responde "a la claridad y a falta de ambigüedad". Para oscurantismos ya tenemos bastantes en política.

Nadie pone en duda de que Otamendi es un futbolista de contrastada calidad, y que por otro lado en los negocios, y un club de fútbol no deja de ser un negocio, hay silencios obligados que responden a una estrategia en las negociaciones. Pero es que el Oporto, club de procedencia del jugador, en su deber ante la Comisión Nacional del Mercado de Valores lusa, desveló que había vendido el defensa argentino "al Valencia". Nada de fondos, ni otras historias.

La excusa de que ni Salvo ni Pizzi ni Rufete ni Ayala conceden entrevistas no sirve. Es obligado que alguien del club baje al ruedo a dar explicaciones porque, amigo mío, en este caso al cristal del escaparate le hace falta una buena mano de cristasol.

537 (Publicado en Las Provincias, el 7 de febrero de 2014)

4/2/14

Otra fábula

Publicado en Valencia Fruts, nº 2.614 (4 de febrero de 2014)

3/2/14

UN GRUÑÓN CON UN CORAZÓN ENORME

Mírame a los ojitos". Aquella mítica frase con la que puso firme al mítico Romario al acabar un entrenamiento en la ciudad deportiva Paterna, describe a la perfección cómo era Luis Aragonés, del que como jugador y entrenador se ha dicho todo y se ha elogiado sin esfuerzo porque de fútbol "El Sabio" sabía un montón.

Pero me refiero aquí al Luis Aragonés cercano. Mi relación con él llegó por el fútbol, claro, comenzó distante, muy tensa y acabó siendo cordial y sincera. Para empezar diría que, a pesar de que Luis tenía un amplio sentido del humor, nunca fue amigo eufemismos, tan habituales a día de hoy. Siempre llamó al pan, pan, y al vino, vino, y eso a veces le convirtió en algo más que un cascarrabias. Cascarrabias, sí, pero con un corazón enorme, amigo de sus amigos y desde luego defensor a ultranza de sus futbolistas.

Cuando acabando el verano del 96 el sorteo de emparejamientos de la copa de la UEFA determinó que el Valencia disputaría la primera eliminatoria frente al Bayern de Munich, traté de hablar con él porque enseguida me vino a la memoria que él fue protagonista con un gol en la final europea del 74, en la que otro tanto de un tal Schwarzenbeck en el suspiro final del partido, echó por la borda las ilusiones de los colchoneros. Luis entendió mal mi interés y casi acabamos como el rosario de la aurora. Luis había sacado su carácter ácido y tuvo que frenarlo José Manuel Rielo, que era su segundo.

Sin embargo, días después, gracias a la intervención de Jesús Paredes, entonces su preparador físico, no sólo se deshizo el entuerto, sino que a partir de ese momento la relación resultó fluida, cordial, y si me apuran añadiría que hasta entrañable, por su mensaje en un momento personal difícil.

Reconforta revivir las interesantes charlas de fútbol frente a unos cafés y cigarrillos, bien en algún desplazamiento del equipo, o cuando tiempo después él regresó a Valencia al frente del Betis, Mallorca, Atlético y finalmente con la selección española.

Luis fue un poco gruñón, sí, pero un gruñón con un corazón enorme. Y hago mías las palabras que le ha dedicado mi amigo Agustín Castellote: "apagó la luz, pero dejó estrellas encendidas". Y añado: En el fútbol y fuera de él.

536 (Publicado en Las Provincias, el 2 de febrero de 2014)