31/5/10

¡Cuerpo a tierra!

Mi amigo el valencianista, al que en otras ocasiones he traído hasta aquí, estos días anda el pobre muy preocupado por el asunto de las acciones de la Fundaciò Valencia Club de Fútbol. Le inquieta que la Comisión Nacional del Mercado de Valores siga sin dar luz verde para que una parte de esos títulos se pueda vender y transferir a los llamados pequeños accionistas.
Yo le digo, y él asiente, que su intranquilidad ha ido en aumento en la misma medida que se han acabado las competiciones, aunque la cuenta atrás del Mundial de Sudáfrica camine a pasos agigantados. La alarma se debe a que dispone de más tiempo para hablar y pensar en cosas que no sea siempre un gol o un fuera de juego o, como en los últimas días, en la posibilidad de que el Valencia decida traspasar a David Silva.
A mi amigo no le conforta que Manuel Llorente haya intentado transmitir calma. Dice que ya ha escuchado demasiadas palabras y no se refiere que el presidente diga que el zurdo de Arguineguín es el jugador más valioso del fútbol español. Él mira hacia otro horizonte.
«Antes de que termine la temporada tendremos el permiso del Protectorado, que es lo importante para vender las acciones», aseguró Llorente y mi amigo responde con escepticismo. No tiene fe en el Patronato de la Fundaciò. «Es como una marioneta de Herta Frankel», dice, y observa que en el entorno de la sociedad blanquinegra se empiezan a adivinar determinados movimientos que probablemente conduzcan a poco o nada, pero que deben de incomodar a los que mandan. Son voces entre bambalinas de quienes pretenden el ansiado proceso de democratización de la sociedad y algunos, de paso, también un sillón. El runrún no cesa, está ahí, a modo de las hordas de un mismo partido.
«¡Cuerpo a tierra, que vienen los míos!», es un latiguillo que acuñó Luis Ramallo hace unos años, cuando estaba en política. Lo pronunciaba con sorna cada vez que se encontraba por la calle con gente de su partido. A lo mejor en el Valencia alguno va tener que hacerlo suyo.
102. (Las Provincias, 31 de mayo de 2010)

28/5/10

El susto de los ricos

No entiendo por qué dicen que los ricos están asustados. Estoy convencido de que a algunos futbolistas del Valencia, que juegan poco y rinden menos pero son muy ricos, les importa un pimiento que Manuel Llorente esté dispuesto a transferirlos. En todo caso la inquietud debería ser del club, que fichó muy caro y vende a la baja. Pero ellos están muy tranquilos porque saben que pase lo que pase, acaben cambiando de aires o continúen aquí, todo será igual. Nadie les recortará un euro del premio gordo que les tocó cuando el presidente, entrenador o director deportivo de turno se encaprichó de sus encantos.
Esos jugadores están igual de tranquilos que los muchos 'goirigolzarris' y 'botines' que hay en España, a quienes les resbala que ZP haya anunciado que disfrazará de Robin Hood a los recaudadores de impuestos. Ante esa advertencia, los privilegiados se limitan a esbozar una sonrisa sardónica, porque los yates, los palacios y los aviones aparecen a nombre de alguna sociedad interpuesta y al final va y no tienen tanto como parece. Incluso a algunos la renta les sale a devolver.
Llorente se ha convertido una especie de ZP en el Valencia. Cuestionado, con muchas asignaturas pendientes pero, sobre todo, con la obligación de mantener viva la sociedad que preside. Y eso implica rebajar gastos. Recortar. Un tijeretazo.
Como en esta comedia que es el fútbol (¿o es un drama?) es mejor perder que mas perder, no debe de extrañar a nadie que se haya traspasado a Zigic por menos de la mitad de lo que costó ni que vaya a ocurrir lo mismo con otros jugadores con muchas menos opciones que él en el proyecto pero con nóminas de consejero delegado jubilado del BBVA.
Sin embargo con otros, como Silva, ha de ser distinto. Es una perla, igual que Mata, y no se puede malvender. A lo mejor Manolo, que aunque rico también está muy tranquilo,debería de mirar el espejo del Arsenal con Cesc. Desde luego está obligado a hilar muy fino para que la decisión no acabe pasándole factura.
101. (Las Provincias, 28 de mayo de 2010)

26/5/10

Glosario

Desperezarse
(De de- y esperezarse).
1. prnl. Extender y estirar los miembros, para sacudir la pereza o librarse del entumecimiento.
Bostezar
(Del lat. oscitāre).
1. intr. Hacer involuntariamente, abriendo mucho la boca, inspiración lenta y profunda y luego espiración, también prolongada y generalmente ruidosa. Es indicio de tedio, debilidad, etc., y más ordinariamente de sueño.
Carbones
(Adj.) Cronudos.

(De los diccionarios de la RAE y de Coll)

Los nervios y Manolo

Hay que ver cómo está el patio! Aparte de que algunos tienen más ganas o más argumentos que otros para polemizar, en general el personal está que trina. Desde luego es lógico que episodios sociales relevantes le desbaraten, como ocurrió ayer en el Senado. Pero la cosa llega hasta los asuntos de menos enjundia, y no me refiero ni al desencanto de miles de seguidores de 'Perdidos', la serie estrella de la Cuatro, ni al debate sobre si la Esteban sabe o no sabe bailar. Hablo del momento crucial por el que atraviesa el Valencia CF SAD.
La cosa está que arde. Y eso que ahora mismo, después del traspaso de Villa al Barça, y dado que lo de buscar acomodo a los que no cuentan es tarea exclusiva de Fernando Gómez, nada le debería de apretar a Manuel Llorente. Ni la corbata, porque con el verano a la vuelta de la esquina, es de recibo cambiarla por el 'lacoste' o la camisa de sport. El presidente del Valencia podría tomarse un respiro pero hay voces que le mantienen en duermevela.
En época de modelar un equipo competitivo para la próxima temporada, podía la palparse expectación. Pero no. Como no hay propuesta en firme por Silva para discutirla y los anuncios de Topal, Costa y Feghouli y compañía han dejado indiferente al personal... empieza a hablarse de otras cosas. Por ejemplo de la gestión del consejo valencianista. Y eso a Manolo le fastidia. Le jeringa y le incomoda que le pregunten qué ha hecho y qué va a hacer, que le hablen del futuro campo de Mestalla y el modo de financiarlo, y del porvenir del viejo recinto de Artes Gráficas o, dicho de otra forma, de la obligada venta de las parcelas, que no hay manera.
El presente del Valencia no invita al optimismo, aunque se impone una mayor y más amplia prospección para que la evaluación resulte realmente objetiva. Luz y taquígrafos, reclaman algunos que obtienen la callada por respuesta. Decir que la sociedad está con agua cuello, es banal. Eso ya se sabía cuando Bancaja echó al agua los botes salvavidas. Hay que ahondar más. Este enfermo necesita algo más que tiritas y mercromina. Claridad.
100. (Las Provincias, 26 de mayo de 2010)

25/5/10

Cinco millones de dependientes

Valencia Fruits, nº 2.447 (25 de mayo de 2010)

24/5/10

El lobo, la manada y Paterna

En la sobremesa de una cena a la que me invitaron el sábado se habló de todo aunque la excusa de la reunión fue ver juntos la final de la Champions. La que nos está cayendo se convirtió en el asunto principal de la tertulia, pero no por eso se dejaron de lado otras cuestiones más banales como los pollos transgénicos de Evo Morales ni tampoco se pasó por alto que Dragó ha sacado una edición de bolsillo de "Y si habla mal de España... es español" ni la marcha de Villa al Barça.
El traspaso del goleador fue el que más me interesó, y eso que no intervinieron sólo quienes dominan de pe a pa el aspecto futbolístico. También hubo de esos que durante el partido, en medio de la emoción, te piden que les expliques qué es un fuera de juego, pero les gusta hablar de fútbol.
El debate fue adquiriendo interés en el momento en que alguien recordó que hace un par de años Juan Sánchez, a la sazón secretario técnico del Valencia, estuvo en un tris de cerrar el fichaje de Milito, al que poco antes vimos como aupaba a la gloria al Inter.
Poco después otro contertulio planteó si el destino de Silva iba a ser Chelsea o Madrid, si con eso se tapaban alguno de los agujeros que dejó Soler y si con los nuevos fichajes el equipo podía aspirar a algo grande.
Y entonces, para sorpresa de muchos, intervino uno de esos que no saben de fútbol. Primero preguntó si el Valencia, sin sus estrellas, había ganado partidos, y luego nos habló de un artículo de Punset en el que el divulgador apunta que en la historia de la evolución, la manada siempre recurre a los jóvenes para liderarla en tiempo de crisis. A muchos nos vino a la memoria que a Quique le gusta parafrasear a Kipling con aquello de que la fuerza de lobo es la manada.
Ahondamos en el planteamiento del valor del colectivo sobre el de las estrellas, y un breve repaso desveló que los que llegaron siempre hicieron olvidar a los que se fueron. Al fin concretamos que este Valencia, más necesitado que nunca, aparte de no echar la vista atrás, a lo mejor también debería de mirar más a los jóvenes, a la cantera, y que Paterna sirva para algo.
99. (Las Provincias, 24 de mayo de 2010)

22/5/10

Vicente Rodríguez

Mantener el tipo

Estamos viviendo situaciones de tanta incertidumbre que parece obligado disimular la desconfianza, aunque a lo mejor es necesario hacerlo para no tener que visitar al cardiólogo día sí día también. Pero hay cuestiones de futuro que preocupan si se pretende un Valencia que no baje un solo peldaño.
Horas después de confirmarse el traspaso de Villa al Barça, Manuel Llorente puso las cartas boca arriba. El presidente recordó que en la temporada pasada el club perdió 78 millones de euros y al mismo tiempo anunció que, como la venta se había realizado por 40 millones, persiste el déficit y, por lo tanto, dijo, no se puede descartar que se produzcan más salidas.
Fue el argumento de un panorama gris marengo. De un futuro que estaba anunciado desde que las ínfulas de un presidente que se fue, condujeron a la sociedad hasta la pendiente más acusada y peligrosa de su historia. Mala gestión, más deuda, más déficit, habas contadas. Con un ábaco es suficiente. No hace falta pasar por Económicas para saber que el Valencia está obligado a hacer caja ni tampoco es necesario un análisis de mercado para desvelar que Silva y Mata son los dos espadas que, junto al Guaje, han completado una terna de Champions.
La obligación de los dirigentes es sacar al club del infierno económico y al mismo tiempo deben de mantenerlo en la élite. La experiencia asegura que no existen jugadores imprescindibles, pero la veteranía también puntualiza que un bloque no se consigue así como así, y que es mucho más fácil despedazarlo con cuatro traspasos inadecuados que construirlo sólo con la llegada de buenos futbolistas.
El Valencia está obligado a mantener el tipo y a pesar de las buenas incorporaciones a bajo costo y de aceptar que se produzca alguna salida más, es conveniente que vaya con mucho tiento. No sea que acabemos escuchando la versión del himno de Haendel sólo en la fase de grupos. Para lo que cuesta alcanzar la clasificación, sería desalentador.
98. (Las Provincias, 21 de mayo de 2010)

19/5/10

Vender caro, comprar barato

Ese axioma del empresario avispado, lo de comprar barato y vender caro, cada vez parece más difícil de defender y de realizar. Todos sabemos que el horno está para muy pocos bollos. El botón más representativo lo ha puesto recientemente Zapatero, que para explicar el tijeretazo que ha incrementado el desasosiego general, no dudó en enviar a Pepiño a que diera la cara en un programa de esos de debate; de bate de beisbol, corazón de melón, porque allí se reparten algo más que galletas. Pero a lo íbamos, que la cosa está 'mu malita', como dice Chiquito.
Si nadie se escapa del agobio económico que atenaza a la sociedad, el Valencia CF, a pesar de todas las ayuditas institucionales y bancarias que ha dispuesto, no iba a ser menos. Con datos económicos en la mano, el club de Mestalla está con el agua al cuello y la ley de la oferta y la demanda le apremia. Pobreza obliga. Debe ser por eso que, cuando se establecen 42 millones de euros para el traspaso de David Villa al Barcelona, se impone un obligado silencio. La cifra, desde luego, se antoja tan favorable para el que quiere comprar como decepcionante para el que desea vender.
A un amigo mío le ocurre lo mismo con un apartamento que tiene en venta. No encuentra la forma de quitárselo de encima, no hace más que mirar el calendario, y cada mes que pasa medita rebajar las pretensiones. Pero ni por esas. En el caso del Valencia concurre además del 'sé que necesitas vender', que es posiblemente la circunstancia que le obliga a bailar al compás que le marcan desde la Masía, que no ha salido ningún otro pretendiente.
Si al ideal de comprar barato y vender caro se añade que estamos a poco menos de un mes del Mundial -un magnífico escaparate para subir los precios-, parece evidente que si la operación Villa-Barça se cerrara antes del campeonato sería por obligación con Eugenio Calabuig y no por prisas de los gestores en hacer caja para traer un relevo. La lista de futuribles la encabezan Soldado, Aduriz y Gignac, pero conforme pasen las horas seguro que se añadirán más nombres.
97. (Las Provincias, 19 de mayo de 2010)

17/5/10

El tijeretazo

Valencia Fruits, nº 2.446 (18 de mayo de 2010)

Lo justo y lo ajustado

Abundan las personas que no ponen el mínimo reparo al desenlace que ha ofrecido la Liga. Son esos que defienden que después de treinta y ocho jornadas, el que se ha llevado el primer premio es porque para conseguirlo ha hecho más méritos que los demás (en este caso sólo había un antagonista) y que ha ocurrido a la inversa con los tres han perdido la categoría, mientras que otros tantos han podido suspirar hondo después de ver que las balas silbaron a su alrededor y sólo les rozaron.
Tal vez estén en lo cierto y sea de justicia que el Barcelona se haya llevado el título para desencanto del Real Madrid, y que Xerez, Tenerife y Valladolid deban de purgar sus pecados una temporada en el infierno de la Segunda. Es lo que hay. Pero más que utilizar el término 'justo', utilizaría el de 'ajustado'. Porque el final ha sido apretadísimo. Pocas veces se alcanza un final de campaña con todo tan en el aire.
Precisamente por esa igualdad en este ejercicio, como ha ocurrido en otras ocasiones, me resisto a comulgar con el criterio puro de la objetividad. En eso de los puntos. Tantos tienes, tanto vales. Es la realidad, ya lo sé, no hay vuelta de hoja ni pretendo ser un Quijote. Ha sido una Liga interesantísima hasta el final.
Pero no me gusta lo que he visto en las últimas jornadas, y en esta exposición no me aferro a lo de los maletines, que cuando se aproxima el momento de bajar el telón, van, han ido y seguirán yendo de la mano del campeonato.
Me refiero a cuestiones más concretas, como por ejemplo la falta de... deportividad del presidente de Cantabria, porque para que el Racing mantuviera la categoría, no sé si llegó a prometer anchoas a todos los sportinguistas que acudieron a Santander, pero después de escuchar su manifiesto, no me extrañaría.
Ni me gusta lo del dirigente ni escuchar en Mestalla a n grupo de ¿aficionados? que canten al Tenerife lo de '¡A Segunda, a Segunda!'. Como dice la canción, llamenme iluso. Pero para mí el deporte es otra cosa. En una Liga tan interesante y ajustada, todo eso está de sobra. No me parece justo.
96. (Las Provincias, 17 de mayo de 2010)

Antonio Puchades

14/5/10

Unai apuesta a ganador

Hay días en que, por mucho que se amontonen los argumentos, uno adquiere tal dimensión que empequeñece y empaña a todos los demás. Ayer fue uno de esos. El anuncio del acuerdo Valencia-Unai Emery por una temporada acaparó toda la atención mediática. Ni los problemas de Topal con el visado ni el futuro de las estrellas del equipo ni los preparativos para el adiós de Baraja ni la fiesta de los comulgantes en Paterna ni la jornada que se avecina en la que se puede hablar de algo más de que de maletines.
Nada de nada. La renovación de Unai llegó con letras de neón, aunque el desenlace de la comparecencia conjunta que ofrecieron el presidente y el entrenador no despejó las dudas que se mantienen sobre la confianza que Manuel Llorente tiene en el técnico ni tampoco si éste tuvo alguna otra oferta mejor para no pasar por el aro.
¡Qué rapidez! Ha transcurrido apenas una semana desde que, con el Valencia clasificado matemáticamente como tercero de la tabla, el consejo que preside Manolo Llorente desveló la intención de ofrecer la renovación al entrenador y Unai ha aceptado y además ha argumentado el porqué de su sí al añito pelado que propusieron.
Es un técnico joven que confiesa su deseo de crecer con el Valencia y además no esconde su ambición de alcanzar éxitos. Por eso ha antepuesto ese planteamiento a los euros que pudiera asegurarse en una negociación mucho más caliente. Nadie del gremio dudaba de que el guipuzcoano le fuera a echar un pulso a Llorente. Como se dice en términos futbolísticos, que trataría de asegurarse un uno más uno. Un año de contrato, más otro en el caso de alcanzar los objetivos fijados, lo que le podría garantizar 'fortaleza' para que en el supuesto de un desencanto se meditara la destitución porque un relevo costaría una pasta.
Unai confía en sus posibilidades y se la juega. Ha apostado a ganador. Sin mirar que en la temporada próxima pueda no tener a los Villa, Mata o Silva, el técnico quiere demostrar que no es flor de un día.
95. (Las Provincias, 14 de mayo de 2010)

12/5/10

Manolo, Unai y Rubén

Unai se ha convertido en una especie de sinónimo de prudencia. En las últimas horas destila toda la cautela que le ha faltado a Manuel Llorente. El entrenador del Valencia está dando muestras de madurez en la misma medida que el presidente provoca sobresaltos. Imagino que cada vez que alguien le encara un micrófono, a su director de comunicación, Damiá Vidagany, le debe de subir la bilirrubina.
Ni Manolo estuvo afortunado en demorar hasta hace cuatro días la propuesta de renovación del entrenador ni al anunciar la despedida de Rubén Baraja, aunque las malas lenguas aseguren que, como es tan hábil, se puede interpretar que se trata de polémicas programadas. Los muy malos dicen que a Manolo le convienen para distraer la atención y evitar que se hable, por ejemplo, de que la venta de la parcelas de Mestalla sigue siendo una asignatura que no aprueba ni a la de tres. De momento le va a quedar para septiembre y si no cambian las cosas, la arrastrará en el nuevo curso. El sistema docente funciona por créditos, pero esa es una troncal y hay que aprobarla.
A pesar de la predisposición de Unai, se mantienen las dudas sobre el desenlace, y persiste la censura por la forma de anunciar que Baraja no renovará, aunque muchos no dudábamos de que su continuidad fuera una utopía, por mucho que él abriese puertas y cambiara su semblante díscolo e ineducado por la sonrisa. Lo habitual en estos casos.
Baraja fue uno de los protagonistas del equipo tiempo atrás. Pero a punto de los 35, poca continuidad por las lesiones y su estado de forma, y una ficha de más de tres millones de euros...¿qué quieren que les diga? El Valencia no es una ONG y ha de mirar el futuro, aunque hubiera estado bien conocer previamente la opinión de Unai, por si él sigue.
94. (Las Provincias, a 12 de mayo de 2010)

En todas partes cuecen habas

Valencia Fruits, nº 2.445 (11 de mayo de 2010)

10/5/10

La realidad del equipo

A lo mejor es que no les prestamos suficiente atención cuando hablan, pero en los últimos días cada vez que uno escucha a Manuel Llorente o a Unai Emery tiene la sensación que cada cual se expresa si no en un idioma diferente, sí en distinto dialecto. Y si ese uno, como le sucede a mi amigo de Barracas, es muy valencianista y le preocupa lo que pueda ocurrir en 'su' casa, parece lógico que le entre ciertol tembleque al recordar la confusión que presidió la mítica construcción de Babel. Me dice que no tiene nada claro si es bueno o malo que haya acuerdo.
La semana que hoy empieza va a resultar decisiva para conocer una parte muy importante del inmediato futuro deportivo del Valencia. Llorente ha anticipado que tiene previsto reunirse con el agente del entrenador con el fin de iniciar las negociaciones para establecer los pormenores del acuerdo de continuidad.
Mientras Unai da por hecho que va a seguir, al menos una temporada más. Cuando le han preguntado no ha puesto reparos ni ha hablado de condiciones. Para él es un sí o sí. Quiere estar en Champions. Antepone seguir al frente del Valencia a cualquier otra. Sin embargo no parece fácil que el presidente vaya a resolver el compromiso negociando a la baja, que con tanta telaraña en la tesorería es lo que pretende.
Aún con esos nubarrones en el horizonte, vamos a poner que hay acuerdo y que finalmente Unai sigue al timón. Pero pongamos también que la marinería será distinta. Pobreza obliga. A nadie se le escapa la realidad del Valencia, que deberá de pelear en Europa sin algunos de los que han sido sus mejores vasallos.
Llega, pues, el momento del análisis. Habrá que pensar en el fondo de armario, en los relevos, en cuál es el objetivo deportivo real, en lo que se ha hecho, en lo que se ha obtenido, y en cómo habrá que hacer las cosas a partir de ahora para que el resultado final sea mejor. En síntesis, habrá que acercarse a la realidad del equipo para que a las primeras de cambio no surjan frustraciones ¡Pero, con aire, que ya estamos en diez de mayo!
93. (Las Provincias, a 10 de mayo de 2010)

7/5/10

Mariola Hoyos

Sin prisas pero sin guasas

Después de varios meses deshojando la margarita (hoy dudo, mañana te renuevo y pasado me lo pienso.), se ha cambiado el decorado. Ahora es el de las negociaciones, que es el paso previo al definitivo acuerdo. Unai Emery y el Valencia CF están en esas para que el entrenador continúe al frente el equipo un año más, que es la pretensión que Manolo Llorente ha trasladado al técnico guipuzcoano y todo indica que este no va poner ni un pero.
Antes de que el resultado de Mallorca colocara en el pasaporte del Valencia la estampilla que autoriza el acceso a la Champions League, Unai, que había mantenido al equipo en tercera posición desde primeros de año, lanzó la pelota al tejado de un presidente que, por la ambigüedad de sus respuestas, no había hecho más que invitar al valencianismo a convivir en un océano de dudas y vacilaciones sobre el futuro del entrenador y la confianza que tenía en él, si es que la tenía.
Sin embargo, apenas consumado el objetivo, en un 'bot i volea', Llorente le ha devuelto la pelota a Unai. Y si no es que bajo la piel de cordero se esconde un predador, que no lo parece (y en todo caso sería una enorme sorpresa), el plató presenta a un entrenador que está decidido a decir que sí a todo. Esa es su imagen.
Unai había anticipado repetidas veces su interés por continuar en el Valencia. Ahora, cuando le hablan del periodo del nuevo contrato, de la pasta y de las más que posibles ausencias que presentará la plantilla, se desmarca. No ha puesto el mínimo reparo y ha reiterado su interés de dirigir al equipo en la Champions.
Si las prisas nunca han sido buenas compañeras de viaje, tampoco convienen excesivas pausas. Estamos camino del verano y la planificación de la temporada no debería demorarse. Ya no sólo porque con ello el Valencia ofrezca una imagen de improvisación, sino porque el club necesita analizar cuáles son sus objetivos, saber de qué argumentos se dispone y cómo hay que hacer las cosas para conducir el proyecto. Sin prisas, pero sin guasas.
92. (Las Provincias, a 7 de mayo de 2010)

5/5/10

¡Vamos en picado!

Valencia Fruits, nº 2.444 (4 de mayo de 2010)

El tejado de Llorente

Punto casi final. En lo deportivo se ha cumplido. Ahora mismo a Emery y la plantilla valencianista le falta un 'apenas' para alcanzar el premio gordo, porque el objetivo que se estableció a principio de la temporada ya está en el bolsillo. Aunque nadie debe bajar la guardia para que la máxima aspiración, la tercera plaza, sea un hecho, puede producirse hoy mismo si el Real Madrid hace bien sus deberes en Mallorca.
Cuando a primeros de enero el Valencia se encaramó en la tercera posición, las expectativas del equipo ampliaron el horizonte. Ilusión. Semana tras semana se repetía la cantinela. En aquel momento, incluso, los dos mastodontes (aplicado por su capacidad económica) aún estaban a tiro.
Antes del verano pocos se atrevieron a mantener cómo iba a terminar la cosa. Pero el equipo acabará la competición con buena nota. Por encima del Sevilla, Atlético y Villarreal, que a priori eran los gallitos que podían hacerle sombra, y, curiosamente hasta el final, está siéndolo uno que no contaba: el Mallorca de Manzano.
Emery ha colocado la pelota en el tejado de Llorente. El entrenador ha cumplido a pesar de que en demasiadas ocasiones se debió de sentir muy solo, pero ni fané ni descangallado que cantó Gardel. No bajó la guardia ni humilló para el descabello, con los jugadores como su mejor/único respaldo.
Final con nota en lo deportivo, a pesar de que los dirigentes sigan sin definir un proyecto de futuro, que ya les vale. En lo económico y social habrá que pasar por el confesionario mientras se espera que alguien llegue al rescate de un Valencia que presenta ciertas analogías con la Grecia de Karamanlis.
Si para los helenos la Eurozona ha activado un plan de salvación de cientos de millones de euros, el salvavidas que aquí lanzó Bancaja (supone cerca de diez mil euros diarios de intereses) no evita que el agua entre por las sentinas y que persista el peligro de que la nave zozobre. ¿Y lo de encontrar un comprador para las parcelas del viejo Mestalla? Esa es otra pelota que hay en el tejado de Llorente.
91. (Las Provincias, 5 de mayo de 2010)

3/5/10

Las cuentas del Gran Capitán

Cuando todavía no habían jugado ni el Sevilla ni el Mallorca, ayer, en la sobremesa de la tradicional comida familiar para festejar el día de la madre, los valencianistas más entusiastas hacían cuentas. Las mismas que la noche anterior, al regreso de Cornellá-El Prat. A pelo. Sin calculadora. '¿Quedan tres jornadas, no es así? Pues si los andaluces no ganan al Atlético, nos aseguraremos la Champions.' A media tarde, decepción, el 3-1 del Sánchez Pizjuán dejó la solución para la semana siguiente, aunque el objetivo sigue a tiro de piedra.
Aquí hemos sido muy dados a los pronósticos y, además, la trayectoria del equipo ha invitado al optimismo. Sin embargo de un tiempo a esta parte enseguida que se ha hablado de cálculos, hemos tragado saliva. Aunque nadie duda de que el Valencia jugará el próximo año en la elite europea, la presión económica sigue atenazando al club y es difícil olvidar el cuento de la Lechera que se ha vivido en el pasado reciente. Aquello de la recalificación de los terrenos, la permuta, y lo de con lo que se gane por vender las parcelas del viejo campo haremos uno nuevo, un cinco estrellas, que será la envidia de todos...
Entonces se tiró la casa por la ventana y a pesar de que desde finales de agosto el equipo se ha desenvuelto con solvencia entre los cuatro primeros, siempre ha habido cierta inquietud y desazón. Temor a que se repitiera la fábula de Samaniego o, si quieren llamarlo de otra forma, a las cuentas del Gran Capitán, expresión irónica que se utiliza en alusión a los balances arbitrarios que Fenández de Córdoba presentó a los Reyes Católicos tras conquistar el reino de Nápoles, y no a los fantasiosos proyectos de Juan Soler, como alguien pudiera pensar porque el ex presidente dejó a la sociedad blanquinegra a merced de la buena voluntad de Bancaja y las instituciones.
No haremos, pues, cómputos todavía. Pero el Valencia está a un paso de la élite europea que era el objetivo. ¿Y las otras cuentas? De esas si que convendría que alguien hablara largo, tendido y, sobre todo, muy claro.
90. (Las Provincias, 3 de mayo de 2010)

Jérémy Mahieu