7/2/14

EL ESCAPARATE DE MESTALLA

El cristalero que Salvo contrató para Mestalla debe de ser el mismo que eligió Goirigolzarri para Bankia. El escaparate que presenta el Valencia con el fichaje del defensa argentino Nicolás Otamendi es idéntico al que ha anunciado la entidad financiera respecto a los nombres de los posibles compradores de la sociedad deportiva. ¡Opaco, opaco, opaco! Tan opaco que, por evitar el mal humor, uno se puede refugiar en aquella tonadilla que popularizó Encarnita Polo, y que años después bailó la mazizorra Beyoncé.

Cuando un club de fútbol está en periodo de venta para poder hacer frente a sus deudas, cosa que ya de por sí presenta un escenario inquietante, el fichaje de un futbolista que no puede jugar esa temporada porque no hay plaza vacante de extracomunitario, y aparte de ese contratiempo cuesta cuanto menos 12 millones de euros (incluso 15 en función de variables)... pues digo yo que merece una convincente explicación, sobre todo porque: Primero se dijo que llegaría en calidad de cedido en el mercado invernal y no ha sido así. Y segundo, porque no hace demasiados días que el presidente del Valencia enarboló ante los aficionados la bandera de la transparencia. Habría que recordarle que en el segundo tomo del María Moliner, página 1284, aparece esa palabra que responde "a la claridad y a falta de ambigüedad". Para oscurantismos ya tenemos bastantes en política.

Nadie pone en duda de que Otamendi es un futbolista de contrastada calidad, y que por otro lado en los negocios, y un club de fútbol no deja de ser un negocio, hay silencios obligados que responden a una estrategia en las negociaciones. Pero es que el Oporto, club de procedencia del jugador, en su deber ante la Comisión Nacional del Mercado de Valores lusa, desveló que había vendido el defensa argentino "al Valencia". Nada de fondos, ni otras historias.

La excusa de que ni Salvo ni Pizzi ni Rufete ni Ayala conceden entrevistas no sirve. Es obligado que alguien del club baje al ruedo a dar explicaciones porque, amigo mío, en este caso al cristal del escaparate le hace falta una buena mano de cristasol.

537 (Publicado en Las Provincias, el 7 de febrero de 2014)

No hay comentarios: