14/12/12

EL DON DEL CORAJE

A Pellegrino, que ya es historia de Valencia, igual se le ha ascendido a los altares que se le ha vilipendiado sin ningún rubor. Cuando Llorente calmó a las masas de Mestalla con su despido, el Flaco recibió repetidos elogios. "Un calentón", dijo el reo, y "precipitación", se escuchó en los tendidos. Realmente fueron muchos quienes calificaron de injusta e impulsiva la destitución, pero ahora mismo aquellos apologistas cruzan una peligrosa línea al proclamar que con Valverde sí que se sabe a qué juega el equipo. Eso tiene la lectura de que en los 21 partidos anteriores (catorce de Liga, cinco de Champions y dos de Copa) hubo ausencia de patrón. Entonces, ¿fue injusto Manolo porque el público le pedía otra cosa, o los resultados son los que determinan su error o acierto?

Las tres victorias consecutivas, al margen de las calidades del rival, muestran brotes verdes. El equipo no encadenaba una racha así desde hace tiempo, pero no deja de ser más que un estreno. Un buen inicio en el cambio de ciclo, eso sí, porque los triunfos llevan el importante añadido de haber mantenido el portal a cero.

Ahora el nuevo Valencia tiene la oportunidad de decir que efectivamente algo ha cambiado. Antes de Navidad ha de examinarse en Mestalla. El domingo ante el Rayo, y cinco días después, frente al Getafe. Un calendario propicio para tomar oxígeno y seguir la ascensión a la cumbre, ¿no?

El equipo parece que ha hecho codos para continuar esa escalada y que en Valverde ha encontrado un alquimista, como aquél con el que dio el joven pastor de la novela de Coelho y le transmitió que el coraje es el don más importante. El equipo muestra ganas. El técnico ha marcado su impronta, pero actitud de los futbolistas ha sido determinante. Ese talante tan distinto al del pasado reciente, si por una parte resulta muy positivo, por otra coloca a los jugadores en un brete. Les invita a responder a algunas las preguntas que no es necesario hacer y que están en la mente de todos. Veremos qué dice Mestalla.
483 (Publicado en Las Provincias, el 14 de diciembre de 2012)

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