21/12/09

Se necesita un patrón

En el campo de Riazor el Valencia echó en falta un patrón, en la acepción que atiende a un modelo que sirve de muestra para sacar otra cosa igual. Bien está despedir el año sin perder y en puestos de Champions. Pero visto lo visto, ante un equipo más que timorato, los valencianistas ofrecieron demasiadas concesiones, apenas inquietaron a Aranzubia, y en definitiva el empate sin goles sabe a muy poco. Este Valencia no mola.

¿Quién debía crear el juego? Un equipo que arranca con futbolistas que saben manejar el balón, como son los casos de Villa, Mata, Joaquín, Ever y Baraja, no puede bailar al son que marquen las gaitas gallegas ni debe llegar al descanso del partido sin nada que llevarse a la boca, porque dos remates (uno muy flojo y el otro desviado) resultan un bagaje excesivamente escaso.

La excusa de que los jugadores llegaron cansados a La Coruña como consecuencia del esfuerzo que realizó el jueves en Génova en el encuentro de la Europa League, no sirve. Se antoja como un pretexto de mal pagador. Hay ejemplos de equipos cercanos para desmontar esa coartada. Aparte de que de este Valencia se esperaba bastante más, aunque los dos marcadores de este final de año proporcionen serenidad para poder brindar con champán y comer los turrones sin lamentos.

Pero realmente sólo convencen los números fríos que metieron al equipo en los dieciseisavos de final del torneo continental en un partido agónico en Génova y que ayer, en La Coruña, le mantuvieron en los puestos Champions, a un punto de Sevilla, que es tercero, y con dos de ventaja sobre el Mallorca, quinto.

Dicho ello, conviene la reflexión. Que el parón de Navidad sirva para hacer un profundo examen de conciencia y el propósito de mejora. Al Valencia le faltó astucia en Riazor. Empezó, como suele, dando muestras de que sabe y de que puede. Pero enseguida se desinfló. Y en la reanudación, mejora inicial y de nuevo desánimo y aburrimiento. Un equipo que aspira a estar entre los mejores ha de ofrecer algo más.

37. (Publicado en Las Provincias, 21 de diciembre de 2009)

No hay comentarios: