7/11/09

Una tirita para la crisis

Tienen la cara muy dura. Si no lo digo, reviento. Estoy indignado porque el legislador se ha quedado corto. A mitad del camino. Su pretensión ha llegado tarde y resulta escasa. Ambición de timorato. Es como si hubiera tenido miedo a que su propuesta la echaran al corral... Pero, desde luego, un mínimo reproche a que se recorten los enormes beneficios fiscales de quienes más cobran, me parece, cuanto menos, de insolidarios. Lo censure el Valencia, el Real Madrid o el Cantalapiedra de Abajo.

Solamente al recordar que en nuestra sociedad se ha desbordado el desempleo y estamos rozando los cuatro millones de militantes en el INEM, me parece de granujas que haya alguien que se eche las manos a la cabeza ante la pretensión del Gobierno de modificar la 'ley Beckham', que persigue elevar a partir de 2010 la tributación de los contratos de los futbolistas extranjeros que cobran más de 600.000 euros al año, y que aumente del actual 24% al 43%.

La LFP, es decir, los clubes (que realizan los fichajes en neto) pusieron el grito en el cielo (porque les tocan el bolsillo) e insinuaron una huelga. El mundo al revés. El descontento debería haberse producido por parte de quienes están en la otra orilla, que son algunos millones más, y se sienten vejados porque con ellos se utiliza diferente vara de medir.

El grito de reivindicación y el asalto al Palacio de Invierno sería la respuesta a un proyecto que sabe a poco. A casi nada. No sólo porque haya quien pretenda frenarlo o buscar contraprestaciones, que seguro que al final las consigue. Se levanta la voz para preguntar qué va a pasar con los otros, por ejemplo, con los que cobran 590.000 euros al año. ¿Esos tendrán bula? ¡Venga ya, hombre!

Lo que ha hecho el Gobierno ha sido poner un parche a la crisis. Una tirita en la profunda y sangrante herida de la económica española. ¡No hombre no! Aquí o jugamos todos o rompemos la baraja.

20. (Las Provincias, 7 de noviembre de 2009)

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