24/9/12

LO PASADO ES PASADO

Aunque habrá tratado de quitárselo de la cabeza, porque es otra película, otro escenario y otros protagonistas, seguramente a lo largo del día Mauricio Pellegrino se acordará de los once metros y de Oliver Khan, que en 2001 le amargó la existencia en San Siro. Le debe de pasar lo mismo que le sucedió a Luis Aragonés cuando a finales de los noventa estaba al frente del Valencia y el equipo se emparejó con el Bayern en la Copa la UEFA.
Claro que, la cachaza del Flaco contrasta en gran manera con la vehemencia de Zapatones. Él es mucho más comedido y, en todo caso, como en el anuncio de la tele, la angustia la sufre en silencio. Pero lo de Luis fue distinto. Días antes de aquel enfrentamiento con el equipo bávaro estaba hecho un basilisco, se subió por las paredes y no hubo quien le hablara hasta después de la eliminatoria. Parecía incapaz de olvidarse de su etapa de jugador colchonero y por ende del tal Schwarzenbeck, probablemente un comparsa en aquel equipazo de los Maier, Beckenbauer, Breitner, Hoenes, Muller..., porque fue quien puso el freno en la Copa de Europa.
Siempre se ha dicho que este tipo de partidos son una especie de revancha. Probablemente se les puede definir así, pero es exagerado calificarlos de segunda oportunidad ya que no tienen nada que ver con los anteriores, y bastante menos cuando, como en el caso del Valencia en Milán, se trata de una final.
Lo pasado es pasado, pero en el fondo son rivales a los que, debido a esos antecedentes, se puede tener bastante más ganas que a otros, aunque el único superviviente de la final de 2001 que estará en el Allianz Arena es Pellegrino, porque Albelda, que ya estaba en el equipo, se encuentra lesionado.
Y hablando de Albelda, por experiencia y características, su ausencia supone un importante hándicap a la hora de formar un centro del campo de garantías para frenar la fortaleza que está manifestando el Bayern en este inicio de temporada.
 
447 (Publicado en Las Provincias el 19 de septiembre de 2012)

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