3/9/12

EL DULCE Y EL COLEGIO


Si un equipo decide jugarle de tú a tú al líder, es porque cuenta con suficientes argumentos para hacerlo, o porque es un insensato. Y El Valencia tiene argumentos para plantarle cara al Barça, aunque para eso es necesario que mantenga una buena actitud, compromiso, intensidad, ritmo, esfuerzo físico y toda una serie de condicionantes que son imprescindibles, aunque no siempre resultan suficientes frente a un rival que a la mínima te hace un siete.
Aquello que decíamos de chavales, lo de durar menos que un caramelo a la puerta de un colegio, es lo que le ocurrió el Valencia cuando ayer tuvo que mantener la posesión del balón. ¡Tararí que te ví! Pellegrino va a tener que esforzare mucho para conseguir que sus hombres mantengan una línea de coherencia y se ofrezcan para construir, edificar el ataque, presionar y de esta forma hacer sufrir a su rival y evitar lo que ocurrió ayer durante la primera parte frente al Barça, que el rival disfrutara de tanta superioridad.

También habrá que recordar que en varios centros del Barça al área, hubo cómodos remates de los azulgrana y, del mismo modo, eso es para hacérselo ver. Cuando los defensas de un equipo y el portero se lanzar miradas desafiantes, y hacen gestos de disconformidad, algo no funciona bien.

Pero bueno, como la diferencia en el marcador era mínima, tampoco era cuestión de perder la ilusión hasta el último suspiro. Es la incertidumbre que tienen los "uno-cero". Por eso cuando empezó el segundo tiempo y el equipo  de Pellegrino adelantó un poco sus líneas, como queriéndose resarcir de tanto sufrimiento anterior, aumentó la confianza y en la misma medida que el Valencia aguantaba y buscaba la sorpresa, los locales parecían acusar más el esfuerzo acumulado.

En el Camp Nou no se vio a aquel equipo, látigo de Van Gaal, que esperaba el valencianismo. Aquel equipo del los primeros años de 2000, dirigido por Ranieri o Benítez, que no regresaba de vacío. Le faltó genio, más carácter y mayor confianza.
441 (Publicado en Las Provincias, el 3 de septiembre de 2012)

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