8/1/10

Lo que manda en el fútbol

Los resultados mandan. Se trata de una máxima del fútbol que a veces tratamos de disfrazarla de lo que sea, porque se vuelve en contra de quienes consideramos que por encima de cualquier marcador adverso siempre debe prevalecer el proyecto.

Pero, claro, cuando un equipo roza los despropósitos y pone en el borde de la cornisa un torneo, obliga a plantar las orejas y a agudizar el olfato. En esos casos siempre hay un tufo de que algo no funciona.

Resulta evidente que a toro pasado es muy fácil y cómodo poner los puntos sobre las íes y que además se corre el riesgo de que el listillo de turno nos recuerde el viejo axioma que popularizó Ranieri sobre el sexo de su tía. Pero cuando las situaciones sorprenden e incluso chirrían desde el inicio, los interrogantes se suceden.

Frente al Dépor el Valencia sorprendió para mal. Por muchas cosas. Por ejemplo, por el cambio de sistema para dar acceso a Zigic, que hasta no contaba. Su presencia fue el tributo de Emery al gol que aquél marcó al Espanyol.

Pero hubo más. Otra sorpresa fue ver a Albelda en el banquillo, siendo que no podrá jugar el domingo en Jerez, por sanción; o que después de un primer tiempo penoso, Unai no adoptara decisiones inmediatas, y que cuando el equipo iba por detrás en el marcador, precisamente en ese momento, prescindiera del delantero serbio...

En las últimas semana en muchos foros se ha hablado de la conveniencia o no de ampliar el contrato al entrenador y me viene a la memoria la teoría de un amigo que siempre dice eso de «si me lo preguntas esta semana te digo que sí, pero es la siguiente te diré que no». No debe extrañar la postura, por la imagen que ofrece el equipo cuando juega de local o lo hace de visitante.

Encuentro de Liga con el Xerez aparte, muchas miradas ya están puestas en Riazor, donde el jueves el Valencia ha de dar la cara. Allí Emery tiene la oportunidad de recuperar algo del crédito perdido para que no se enfade ni su jefe ni la afición. En fútbol los resultados mandan... a veces, a los entrenadores a su casa.

43. (Las Provincias, 8 de enero de 2010)

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