30/11/09

Montilla, ¡qué maravilla!

(Valencia Fruits, nº 2.425, 1 de diciembre de 2009)

Silva, el as en la maga

Valencia va a echar de menos a David Silva. Se queda sin el mago de Arguineguín durante unas semanas en las que el equipo tiene compromisos cruciales. Mal pinta la cosa sin este as en la manga. Lille, Athletic, Real Madrid, Genova y Deportivo son, por este orden, los inmediatos rivales antes de decir adiós a 2009, y el media punta canario, con la rodilla derecha dañada, probablemente no podrá reaparecer hasta el nuevo año. Casi coincidiendo su 24 cumpleaños, que es el día 8 de enero. Se repite la historia.

Sin haber iniciado una brillante temporada, Silva es un jugador imprescindible para Unai. No es de esos que a veces se pueden quedar en el banquillo. Sería un lujo, y el Valencia sólo se los puede permitir en cuentagotas; cuando se hacen necesarias las rotaciones. Y eso que David empezó el curso con el lastre que supone la falta de movilidad por el dolor que sentía en el tobillo izquierdo, del que había sido operado.

Silva forma parte de una generación de futbolistas llamados a triunfar. Es uno de los ases de un póquer ganador que integra junto a Pablo, Mata y Villa. Un elemento con la chispa necesaria para jugar y hacer jugar a sus compañeros, que igual se saca de la chistera una asistencia que se que inventa un espléndido regate o un espectacular remate. Y, además no esconde en el combate. La talla no es impedimento para este niño que hizo adulto antes de tiempo, y por el que han suspirado en Cataluña, en la meseta, en el Piamonte y en la Premier. Una de las joyas de las corona de Mestalla.

Cuando Silva juega, el Valencia juega. Se trata de un axioma que se ha aceptado en Mestalla. No precisa demostración porque es una realidad, y por eso ahora todos andan preocupados. Su ausencia se va a notar, como se notó en el ejercicio pasado. Es un futbolista con galones, un actor principal, y hasta que esté recuperado, Unai tendrá que decidir quien se sube al escenario para sustituirle. No es una tarea fácil. Ni para quien elige ni para quien ha de aprenderse el papel e interpretarlo en el escenario.

30. (Las Provincias, 30 de noviembre de 2009)

28/11/09

Bajitos de altura

Cualquier tiempo pasado fue. Y no seré yo quien añada el comparativo de mejor o peor. Pero seguro que nuestros mayores van a arrugar el entrecejo de la disconformidad y dirán que como aquella delantera que en Valencia electrizaba en los primeros años de la década de los cuarenta, nada de nada.

Es lo que va de ayer a hoy. Entonces los bachilleres recitaban de carrerilla lo de los Epi, Amadeo, Mundo, Asensi y Gorostiza. Sin titubeos. Con la misma soltura que, para satisfacción paterna, en el 'cole' podían enunciar la extensa retahíla de los reyes godos, o en las reuniones familiares entonar 'La canción del pirata', el poema de Espronceda que han desempolvado unos malvados somalíes.

Los ataques hacían furor, y los chicos declamaban de pe a pa los propios y ajenos. La delantera 'stuka' sevillista de los López, Pepillo, Campanal, Raimundo y Berrocal; la colchonera de 'seda', con Juncosa, Ben Barek, Pérez Paya, Carlsson y Escudero, o de la de 'los catedráticos' de San Mamés, que integraban Iriondo, Venancio, Zarra, Panizo y Gainza.

Eran otros tiempos. Ni mejores ni peores. Distintos. Los equipos utilizaban el sistema piramidal, con dos defensas, tres medios y cinco delanteros. Justo a la inversa que ahora, que no hay hacer mucha memoria para declamar delanteras, porque sólo juega uno en punta, o lo sumo dos si el partido es en propio campo.

Ahora no hay eléctricos ni 'stukas' ni maravillas ni magníficos. E incluso me temo que los chicos de la ESO sean incapaces de ir más allá de Wamba, que fonéticamente les resultará más familiar por la marca de zapatillas que por ser el último rey visigodo.

Sin embargo, en Mestalla luce el sol. Sin alcanzar los famosos quintetos de antaño, el equipo presenta cuatro internacionales que son la envidia de España entera. Pablo, Silva, Mata y Villa se han encaramado a los altares con el sobrenombre de 'los bajitos'. Pero, ¡ojo!, que como la economía manda, hay que aprovecharse ahora de su fútbol, porque seguro que no los veremos juntos la próxima temporada.

29. (Las Provincias, 28 de noviembre de 2009)

Jaime Ortí

27/11/09

Era una obligación colgar esto

Cómo ir de Repente a Kagar

No es lo que parece

25/11/09

Sueño y realidad

El tiempo es relativo, escribió Mario Benedetti. Dijo que cinco minutos bastan para soñar toda una vida. El Valencia no se detiene a fantasear. Y eso que a un paso de llegar al cruce de caminos del primer tercio de la Liga, el equipo ha tomado el que le puede conducir hasta la realidad más anhelada, y alejar malos pensamientos como son la venta de sus estrellas.

Las cifras ilusionan y la inicial aspiración del puesto para la Champions empieza a considerarse insuficiente. Pero con el valioso añadido de que en el vestuario nadie saca pecho y, mucho menos, entra levitaciones. Pies en el suelo, y perseverancia, que «piano, piano si va lontano».

Mi admirado Carlos Valldecabres ofreció ayer en estas páginas un espléndido trabajo sobre la realidad del equipo blanquinegro. Por un lado, datos objetivos. «Emery mejora las cifras del Valencia campeón de Benítez» en uno de los mejores arranques de la historia del club. Por otro, una voz autorizada como la de Subirats, valedor del hoy entrenador del Liverpool, que considera que el actual es mejor equipo que el de entonces.

Ayer tuve la oportunidad de almorzar con Juan Sánchez, que a la sazón apadrinó la llegada de Unai. El técnico también percibe cierto aroma de algo más que Champions, y destaca un par de circunstancias que valora sobre muchas otras: los jugadores están muy enganchados y que los dos rivales más mediáticos no han marcado amplia diferencia.

Puede ser. Más que el calendario, el equipo ofrece opciones de alcanzar la Navidad con muy buenas notas para que los Reyes se rasquen el bolsillo. Para que a partir del próximo enero en cada partido en Mestalla cuelgue el cartel de no «hay billetes».

28. (Las Provincias, 24 de noviembre de 2009)

23/11/09

Una de piratas

(Valencia Fruits, nº 2424, 24 de noviembre de 2009)

Repaso en Navarra

En el mundo fútbol la adrenalina fluye con excesiva facilidad, aunque también hay mucho melindre y hasta quienes reemplazan el higiénico por el papel de fumar. Lo del «¡mira lo que ha dicho éste!» y el «¡escucha lo que le ha contestado el otro!» es muy habitual. La mayor parte de las veces los cruces de declaraciones previos a los partidos obedecen a un meditado trabajo de estrategia. Son mensajes para la galería o para algún tercero.

Eso es lo que pasó entre José Antonio Camacho y Unai Emery. El entrenador de Osasuna puso el grito en el cielo y utilizó la expresión «falta de respeto al árbitro» como respuesta a su homólogo del Valencia, que al aludir a la presión de la grada de Pamplona había apuntado que esperaba un colegiado con personalidad, al que no le impusiera el miedo escénico.

A nadie se le podía escapar que los técnicos pretendían aderezar a su favor el partido que iba a cerrar la jornada, porque con Velasco Carballo la feria no le ha ido bien ni a uno ni a otro equipo. Curioso. El Valencia, como visitante, nunca había ganado y a los navarros en su estadio tampoco les había ido demasiado bien.

A Unai Emery le preocupaba Velasco más que las andanadas que (en privado, pero para que le lleguen) de vez en cuando le lanza Manuel Llorente. Pero su mérito está en que acertó en el planteamiento, en la estrategia.

A Camacho también le inquietaba Velasco y quiso llevarlo a su terreno, olvidándose que en septiembre pasado el árbitro madrileño le amargó la tarde del partido con el Tenerife, él le criticó con dureza, y además el goleador del equipo, Pandiani, le puso de vuelta y media al denunciar que «estaba un poco ido» y que le había «faltado al respeto».

Ahora, mientras Unai sólo piensa en el Mallorca, Camacho, el atacante uruguayo y los demás integrantes del equipo navarro se agarrarán al clavo ardiendo de la actuación de Velasco para justificar el repaso que les dio el Valencia.

27. (Las Provincias, 23 de noviembre de 2009)

David Villa

21/11/09

El sueño de Morfeo

Los expertos aseguran que tanto dormir mucho como poco es malo para la salud y que se pueden desarrollar enfermedades cardiovasculares. Cada persona tiene su patrón de sueño, pero los expertos afirman que se debe dormir lo justo y que el periodo ideal oscila entre las siete y las ocho horas.

Miguel Brito está en ello. Lo sabe de carrerilla. Como si se tratara de la tabla del siete. El defensa portugués del Valencia necesita dormir suficientes horas para cumplir con su trabajo. Por eso no debe de extrañarle a nadie que si trasnocha, luego se le peguen las sábanas y llegue tarde a una cita; como la que tenía ayer en Mestalla a las 9.30 para la foto oficial y el posterior entrenamiento.

¡Vaya papelón! Todos esperándole hasta la diez... Miguel se había quedado en brazos, pongamos que de Morfeo. Tenía que descansar las horas pertinentes porque el jueves al anochecer regresó de la convocatoria con la selección de Portugal y tras la cena, pasó lo que pasó. Te pones a hablar con unos y otros y la cosa se lía. Miguel permaneció en un pub de La Alameda bastante más tiempo de lo que duran dos peces de hielo en el güisqui on the rock's. Y siguiendo con el poeta Sabina, pues eso, que te pueden dar la una, las dos, las tres, las cuatro...

El despiste de Miguel fue tal que el club ha tenido que echar mano del photoshop para arreglar el desaguisado en la foto oficial, porque ni el traje que le tuvieron que prestar era de su talla ni la corbata del color naranja oficial.

La irritación del presidente Manuel Llorente no pasó desapercibida. Ni la de Unai Emery tampoco, claro. El entrenador ha propuesto una dura sanción económica. Su indignación no tenía nada que ver con la que evidenció en las dos ocasiones anteriores. Porque Miguel es reincidente.

Mientras Miguel se ha dormido en los laureles, Llorente, en un duermevela continuo, entorna los ojos hacia el futuro. El Valencia está obligado a hacer caja y el luso tiene un pie fuera. Al menos fuera del tiesto.

26. (Las Provincias, 21 de noviembre de 2009)

20/11/09

Recorte de prensa

18/11/09

El ayer y el hoy

Recuerdo que en lógica estudiábamos aquello de los silogismos categóricos. Una deducción a partir de dos premisas en la que tanto éstas como la conclusión resultan proposiciones categóricas.

Digo yo que ahora el ejemplo aristotélico sería algo así: «Un club con una buena gestión económica escapa de la crisis financiera; el Valencia está atrapado por la crisis. Por lo tanto, el Valencia no es un club que haya estado bien gestionado».

Después del fiasco de Vicente Soriano y Dalport, llamados a convertirse en salvadores del Titanic que Juan Soler había conducido directo hacia el iceberg del caos, tuvieron que aparecer la Generalitat y Bancaja para colocar a Manuel Llorente al frente de la nave, que aún sigue en riesgo de zozobrar.

El presente del Valencia tiene un guión muy parecido al de hace unos años, cuando a finales de los ochenta Arturo Tuzón y su equipo aterrizó en Mestalla para sacar adelante un club a la deriva, tras una etapa de deterioro continuado.

Aquel consejo afrontó el reto con el equipo en Segunda, sin estrellas que traspasar y una deuda próxima a los 2.000 millones de las antiguas pesetas. «El Valencia será lo que su afición quiera», fue el lema del presidente, que encabezó una eficaz gestión económica arropado por el maná que llovió de las quinielas, la televisión y, en forma de plan de saneamiento, del Gobierno.

Llorente y su equipo se encuentran en la cresta de la ola de una tormenta perfecta. La deuda supera los 550 millones de euros y no ha desaparecido el peligro de que el club entre en causa de disolución. Aunque este consejo también cuenta con el respaldo del aficionado, no le va a llover ningún alimento bíblico en forma de euros, salvo el de la obligada venta de activos.

Es lo que va de ayer a hoy. En aquellos ochenta el Valencia remontó el vuelo con los Sempere, Quique, Voro, Arias, Giner, Fernando, Arroyo, Subirats... y el presente dice que la historia lleva camino de repetirse. Habrá que mirar hacia la cantera. ¿O hay otra?

25. (Las Provincias, 18 de noviembre de 2009)

17/11/09

¡Que la chupen!

(Valencia Fruits, nº 2423, 17 de noviembre de 2009)

16/11/09

La torre de Babel

La construcción mítica que detalla el Génesis toma el nombre del verbo hebreo balál, que significa confundir y algo así debe haberle sucedido a la imaginaria torre del Valencia, de Mestalla, que no tiene nombre ni hay que buscarle etimología. Un hipotético baluarte que produce tal desconcierto que está en el camino de convertirse en el principio del fin de la ilusión de quienes veían la primera piedra para alcanzar un esplendoroso futuro.

Sin necesidad de pasar por la junta general del Valencia, a la vista está que en el camino de la imaginaria torre no aparecen brotes verdes y que el desenlace no puede ser otro que la reparcelación del solar donde se alza en viejo recinto para que Juan Soler complete los setenta y pico millones que debería abonar, o la devolución al ex presidente de los algo más de trece millones que adelantó para esa compra.

Con la torre de Babel los hombres anhelaban alcanzar la gloria. Tocar el cielo. Pero Yahveh obstaculizó el atrevimiento y frenó todos los planes. Hizo que los constructores hablaran diferentes lenguas y provocó la confusión y el caos porque los obreros no podían entenderse entre si. En el caso de la imaginaria torre de Mestalla, el Todopoderoso se disfrazó de burbuja inmobiliaria para moderar y poner bridas a las ínfulas de un presidente que, rodeado de ineptos, mequetrefes y cantamañanas, no iba a dejar en el club más huella que la de la frustración. En los aficionados y propia, porque le ha costado dinero del bolsillo (o del de su padre) y, además, cuando llegó el único momento de sonrisa (obsérvese que no digo de alegría), la Copa del Rey, él ya había echado la toalla y a orillas del Manzanares, en el sillón, estuvo sentado su amigo Agustín, que fue quien disfrutó del minuto de gloria.

En el Valencia están muy inquietos. No es para menos, porque aparte de que el cinturón ya no tiene espacio para más agujeros, en el horizonte hay señales de humo que aluden a que la firma por la que Soler adquirió la torre tiene mal color y podría entrar en proceso concursal.

24. (Las Provincias, 16 de noviembre de 2009)

15/11/09

Juan Mata

(Las Provincias, 15 de noviembre de 2009)

14/11/09

El fin del mundo

Si lo del calendario Maya es cierto, la junta general que hoy celebrará el Valencia nos debe importar tres cominos. Una profecía de esa ancestral cultura asegura que el mundo se acabará en 2012, y como la justicia aquí va tan lenta, a nadie le debería inquietar una deuda como la que tiene el club de Mestalla.

Pero me da en la nariz que lo de los mayas no es más que publicidad por la película de Roland Emmerich, y que en tiempos de crisis adquieren mayor protagonismo las predicciones apocalípticas.

Hoy el Valencia no puede andarse con medias tintas. Sus gestores han de pronunciarse con la máxima transparencia. No es necesario ponerse chistera de mago ni sacar la bola de cristal para saber que en la junta general el consejo de Llorente sacará a pasear el rodillo de la Fundación, que Piles le dará un tirón de orejas a los que hasta hace muy poco fueron sus compañeros de viaje, y que desde ese sector habrá algún reproche a Javier Gómez, porque fue quien elaboró el presupuesto de los ahora criticados.

Lo primero es lógico. Lo segundo, sobra. Y lo de Gómez... Nada nuevo bajo el sol. A lo largo de la historia del Valencia los responsables de la economía del club han tenido que envainársela en repetidas oportunidades. No hay más que repasar las actas de la sociedad para encontrar votos en contra de determinadas gestiones. Por ejemplo, de Baltasar Alemany, como tesorero en la etapa de Ramos Costa, o de Gaspar Romero, que desempeñó el cargo con Arturo Tuzón como presidente; este último, incluso, en una junta votó en contra del presupuesto que él mismo se había visto obligado a elaborar.

No es necesario saber de arcanos ni consultar a Newton ni a Nostradamus para adivinar que el Valencia está obligado a apretarse el cinturón y que la venta de sus activos es la única salida coherente. Bueno, si el mundo se acaba en 2012, no haría falta. En ese caso se podría seguir trampeando...

23. (Las Provincias, 14 de noviembre de 2009)

11/11/09

Ni zorro ni león

Ayer recibí uno de esos e-mail con los que algunos amigos te inundan la bandeja de entrada del ordenador. Digo yo que deben tener pocas que hacer... Pero eso es una historia para otra ocasión. Ahora vayamos al e-mail en cuestión; un correo de esos de mucho leer. De los que siempre que los abro acabo diciéndome que no y que no; que no tengo tiempo para esas cosas, aunque termino cayendo en la red y me quedo hasta que Rick le dice a Louis lo del inicio de una bonita amistad.

Pero vayamos al e-mail, porque me disperso como ayer le ocurrió al Valencia, que finiquitó a trompicanos la eliminatoria de Copa frente al Alcoyano. Con más pena que gloria. El correo electrónico al que aludo en el párrafo anterior encierra una frase de Fedro, que viene como hecha a medida. «Cuando falta la piel del león, es preciso tomar la del zorro», escribió el fabulista romano, en evidente alusión a que ante la ausencia de fuerza, es necesario recurrir a la astucia para no terminar pidiendo la hora.

El Valencia ni fue león ni fue taimado y en el tramo final la situación provocó que por la mente de muchos desfilaran flashes de Praga, y no me refiero precisamente a las imágenes que presiden el puente de Carlos, no.

Como no se puede hablar de segundo equipo de Unai, porque ahí estaban Marchena, Bruno, Alexis, Joaquín o Rubén Baraja (llamados a bastante más que a ocupar banquillo) habrá que decir que «los menos habituales» se despojaron demasiado pronto de la piel de león y ante un Alcoyano todo corazón, siempre decidido a dar el disgusto (que para eso el equipo de la moral) no supieron reemplazarla por la de la astucia.

Quien también se despojó ayer de la piel de león fue Florentino. El presidente del Madrid echó pie a tierra. El muy ladino, después de reventar el mercado futbolístico con una inversión superior a los 250 millones de euros, asegura que el equipo de los Cristiano, Kaká, Benzemá, Xavi y compañía, no tiene obligación alguna de ganar un título. Vale...

22. (Las Provincias, 11 de noviembre de 2009)

9/11/09

Vade retro, Leviatán

(Valencia Fruits, nº 2.422, 10-11-2009)

El gélido viento de mistral

El viento de mistral, también conocido en Aragón como cierzo, es un viento frío, seco y violento, que en el Mediterráneo llega desde el noroeste y a veces desde el norte. Combinado con rachas de poniente, es el que sufrimos ayer coincidiendo con la visita del Zaragoza a Mestalla.

La presencia del equipo baturro y aguerrido que dirige Marcelino García Toral entrañaba cierta inquietud a pesar de que junto al Atlético de Madrid es el más goleado de la categoría. Por eso el Zaragoza quería ser en Valencia como el mistral, que allí también le llaman viento del Moncayo. Pretendía dejar helado al anfitrión. Ganar en un campo que se le resiste desde hace 16 años.

El entrenador que estuvo llamado a sentarse en el banquillo blanquinegro intentó imponer la presión y tejer un entramado en el centro del campo que no permitiera el juego que le gusta al Valencia, que a su vez estaba más obligado que nunca por el batacazo de Praga y porque en la Liga necesitaban ofrecer la satisfacción del triunfo a sus seguidores, que sólo le habían visto ganar en la primera jornada, frente al Sevilla.

Pero fue suficiente una ráfaga de aire de levante, un pase entre líneas en busca de Juan Mata, para contrarrestar y que el internacional asturiano abriera el camino de la victoria en una jugada polémica; porque aparte de crear muchas dudas, hundió al rival y desquició el técnico que, en el descanso, cuando iba a reanudarse la segunda parte, censuró al árbitro mediocre que ya no le permitió seguir.

Para entonces otras dos ráfagas de levante ya habían puesto la puntilla. Sobraba todo lo demás, porque Villa ya había aumentado su cuenta para el Pichichi y Pablo Hernández se reivindicó más aún a escasas horas de la citación de Del Bosque. Sobró que César encajara un gol que rompió su racha de imbatibilidad, aunque el portero extremeño, en tono simpaticote, espetó que ni siquiera sabía que podía batir récords. «Lo importante es que hemos ganado, tío». Pues sí, eso es lo único que valió la pena de la gélida tarde-noche de vientos divergentes.

21. (Publicado en Las Provincias)

Carlos Marchena

(Las Provincias, 8 de noviembre de 2009)

7/11/09

Una tirita para la crisis

Tienen la cara muy dura. Si no lo digo, reviento. Estoy indignado porque el legislador se ha quedado corto. A mitad del camino. Su pretensión ha llegado tarde y resulta escasa. Ambición de timorato. Es como si hubiera tenido miedo a que su propuesta la echaran al corral... Pero, desde luego, un mínimo reproche a que se recorten los enormes beneficios fiscales de quienes más cobran, me parece, cuanto menos, de insolidarios. Lo censure el Valencia, el Real Madrid o el Cantalapiedra de Abajo.

Solamente al recordar que en nuestra sociedad se ha desbordado el desempleo y estamos rozando los cuatro millones de militantes en el INEM, me parece de granujas que haya alguien que se eche las manos a la cabeza ante la pretensión del Gobierno de modificar la 'ley Beckham', que persigue elevar a partir de 2010 la tributación de los contratos de los futbolistas extranjeros que cobran más de 600.000 euros al año, y que aumente del actual 24% al 43%.

La LFP, es decir, los clubes (que realizan los fichajes en neto) pusieron el grito en el cielo (porque les tocan el bolsillo) e insinuaron una huelga. El mundo al revés. El descontento debería haberse producido por parte de quienes están en la otra orilla, que son algunos millones más, y se sienten vejados porque con ellos se utiliza diferente vara de medir.

El grito de reivindicación y el asalto al Palacio de Invierno sería la respuesta a un proyecto que sabe a poco. A casi nada. No sólo porque haya quien pretenda frenarlo o buscar contraprestaciones, que seguro que al final las consigue. Se levanta la voz para preguntar qué va a pasar con los otros, por ejemplo, con los que cobran 590.000 euros al año. ¿Esos tendrán bula? ¡Venga ya, hombre!

Lo que ha hecho el Gobierno ha sido poner un parche a la crisis. Una tirita en la profunda y sangrante herida de la económica española. ¡No hombre no! Aquí o jugamos todos o rompemos la baraja.

20. (Las Provincias, 7 de noviembre de 2009)

6/11/09

Exposición de Luis Jr.

4/11/09

¡Paquito, Paquito...!

(Valencia Fruits, nº 2.421, 3-11-2009)

Rotaciones y aciertos

Lo que a Unai le pasa ahora mismo por la cabeza es una incógnita. Si nunca habla de alineaciones, en esta ocasión, menos. La expedición del Valencia viaja hoy a Praga, para enfrentarse mañana al Slavia (que la semana pasada aquí le sacó los colores con un empate en la tercera jornada de la Europe League), y rápidamente surge la pregunta sobre el número de cambios que en este partido introducirá el técnico vasco en la formación blanquinegra, clasificada a dos puntos del Lille, el líder del grupo.

La convocatoria de 20 futbolistas ofrece la lectura de que Unai tiene las cosas claras, pero que algunos jugadores no están al cien por cien físicamente. Puede ser el caso de Carlos Marchena, que sale de una lesión, o de Joaquín Sánchez, también recuperado recientemente. Lo que no supone ningún tipo de duda es que no se trata de llevarse dos palmeros a Chequia, porque desde hace varias semanas Manuel Llorente sacó del cajón las tijeras de recortar.

La presencia de Marchena, como alternativa para centro del campo o del eje de la defensa, es importante en el equipo porque además el calendario dice que hay que jugar partidos cada tres días y, en ese caso, todos los futbolistas son muy necesarios. ¿Rotaciones? ¿Cuál es el número ideal de cambios? Doctores tiene la Iglesia.

Satisface tanto decir que Navarro y Dealbert han echado raya en su demarcación como que Albelda y Ever han dominado la parcela central. Pero enseguida hay que añadir que junto a ellos aparece un elenco de jugadores con virtudes y capacidad para tomar el relevo en cualquier momento.

El Valencia viaja a Praga con la obligación de dejar claro que es el firme aspirante a terminar la liguilla por delante de los franceses, que visitarán Mestalla en la quinta jornada, a primeros de diciembre. Ahora, los cinco partidos consecutivos con el portal a cero debe ser un referente, una credencial que imponga respeto a los checos. Eso, y que bajo la dirección de Unai el Valencia no ha perdido en sus últimos quince encuentros europeos.

19. (Las Provincias, 4 de noviembre de 2009)

2/11/09

Eficacia y brillantez

Es bueno que a la hora de hablar de fútbol el árbol no nos impida que veamos el bosque. La premisa de cualquier equipo es ganar y mejor si el triunfo se consigue manteniendo la portería a cero, como ayer hizo el Valencia en La Rosaleda. Pero la exigencia del guión reclamaba bastante más que la simple victoria por la mínima ante el colista.

Hace unos años, el mítico Di Stéfano me soltó durante un entrevista eso de que «quien quiera espectáculo que se vaya a ver al Bombero Torero». Una frase lapidaria que fue portada de LAS PROVINCIAS. El entonces entrenador de un Valencia que afrontaba el «castigo» de la travesía del desierto de Segunda se pronunció con arrogancia tras recordarle que el público de Mestalla había mostrado descontento por el juego del equipo, a pesar de que había ganado el partido en cuestión. Vamos, que le exigían algo más que el buen resultado.

El Valencia de hoy se ha convertido en el mejor visitante de la Liga. Enhorabuena. Pero después de valorar el triunfo y el nuevo «cero» en la propia portería, es necesario mirar más allá.

Aunque en el prólogo de la función Villa tuvo dos ocasiones consecutivas de gol para haber sentenciado, luego se vio a un Valencia que ofreció facilidades y que fraguó la victoria por la mejor calidad individual.

El 0-1 final hizo que algunos jugadores echaran las campanas al vuelo alentados por quienes no miran más allá del resultado. Sin embargo Unai no sacó pecho. Reconoció que a su equipo le faltó mantener «posesiones largas» que desembocaron en beneficio de los blanquiazules y recordó que hubo demasiados apuros en defensa. Vamos, que acabó el partido apretando el culo.

La actitud que en esta circunstancia adopta el entrenador es importante para el grupo. Después de elogiar el triunfo, conviene analizar el juego. El global del partido, sin detenerse en qué se ha hecho bien. Es necesario mirar más allá. Ver qué es lo que se hizo mal y porqué en La Rosaleda el Valencia fue más eficaz que brillante.

18. (Las Provincias, 2 de noviembre de 2009)

1/11/09

Pablo Hernández

Necesidad y obligación

Málaga tiene un color especial para el Valencia. En ese escenario consumó en mayo de 2002 su quinto título de Liga, y además las estadísticas desvelan que a lo largo de la historia La Rosaleda se le ha dado bien a los blanquinegros. De las veintinueve visitas (una de ellas en Segunda), arrancaron más de un setenta por ciento de los puntos en juego.
Sin duda se trata de un buen bagaje de cara al choque de mañana, que además está aderezado por las carencias del rival. Desde luego el Valencia parte como favorito para ratificar su línea, consolidarse en el puesto de privilegio que ocupa, y seguir aspirando a algo más.

Pero la visita a La Rosaleda está enmarcada en eso que se ha venido en llamar partido trampa, porque se miden dos equipos con perspectivas diametralmente opuestas. Los encuentros en de un gallito el campo del colista entrañan el peligro añadido de que unos tienen la necesidad de romper la dinámica negativa y los otros la obligación de reprimir el posible exceso de confianza.

Los andaluces, últimos de la tabla, no han ganado más que el encuentro con el que abrieron el torneo, frente al Atlético de Madrid. Desde entonces todos los partidos que el equipo blanquiazul ha disputado en La Rosaleda han concluido con derrota, y frente al Valencia tratarán de tomar impuso para salir del pozo.

Los de Unai, que por contra sólo han perdido en uno de sus desplazamientos (Getafe), acuden a Málaga obligados a refrendar la buena línea. Y a pesar de que el técnico insiste en que el equipo se siente más cómodo cuando juega ante su público (los marcadores no dicen eso), la solidez defensiva y la velocidad y eficacia de los "bajitos" que comanda Villa, puede convertirse en un vendaval en La Rosaleda.

El miedo escénico queda para los locales, que tratarán de que su afición les lleve en volandas. Esperan llenar el recinto, a pesar de que el precio de las localidades más baratas lo han establecido en 50 euros, que con las interminables colas que hay en el INEM...

17. (Las Provincias, 31 de octubre de 2009)