28/3/11

Una vacuna en Mestalla

La cosa está que arde y pronto habrá que hacer borrón y cuenta nueva para evitar más contagios. No sea que acabe en pandemia. Se impone un borrón de esos de punto y final; y la cuenta, que cuadre al céntimo sin poesías que valgan. Ni en lo social ni en lo deportivo el Valencia debe seguir como hasta ahora, de sobresalto en sobresalto. En todo caso, las sorpresas desagradables sólo pueden llegar en forma de una derrota, porque es parte del juego. Pero de otra manera, no.
Hace falta una vacuna porque el asunto parece contagioso. Echando la vista atrás, uno recuerda una rueda de prensa que en abril de 2003 ofreció Benítez. Mi amigo y compañero Pedro Campos la aludió hace unos días por aquello del «nos quedan dos meses de aguantarnos». Fue un rapapolvo del técnico a varios jugadores con alusión a la necesidad de renovar la ilusión día a día. «Y si no, habrá que preguntarse si quieren seguir aquí».
Ahora mismo Unai bastante tiene con tratar de que el equipo alcance la tercera plaza como para elevar la voz. Y más sin el respaldo del consejo ni de un título como aquél.
Sin embargo, con independencia de la labor de la justicia, que determinará implicaciones y responsabilidades, no es de recibo que el Valencia sea noticia día sí, día también, por incidentes ajenos al deporte. Hoy es Miguel, mañana Ever, pasado Fernández, al otro Vicente. Esto puede ser contagioso, acabar e pandemia, y los dirigentes están obligados a aplicar una vacuna.

228. (Publicado en Las Provincias, 28 de marzo de 2011)

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