30/3/12

¡Cruzad los dedos!

Vamos a poner por delante que el Valencia puede y debe de resolver la eliminatoria el jueves que viene, en Mestalla. Seamos optimistas, pero enseguida pasemos a lo de ayer, que fue un poco más de lo mismo que hemos visto otras veces. Nada nuevo bajo el sol. Tremendo esfuerzo para no conseguir nada. Todo lo contrario que rival, que con muy poquito se llevó el premio. ¿Será necesario tocar madera o cruzar los dedos?
Cuando la fortuna se empeña en dar la espalda a un equipo, no hay nada que hacer. Y más si el depósito de la confianza va perdiendo por el camino. Ni pata de conejo ni herradura que valga. El premio que antes del descanso recibió el Valencia fue un gol en contra. Aunque sin brillar, había hecho todo el esfuerzo para retirarse airoso. El AZ no le había inquietado lo más mínimo. Pero llegó lo de tantas y tantas veces. Un error de colegial en el marcaje. El gol de Holman supuso que en el último minuto llegara la primera desventaja. ¿Es o no es más de lo mismo? Al Valencia le falta pegada y encima se las pegan todas en el mismo carrillo. Esto es un "patir" continuo, porque aunque el empate de Topal apenas iniciado el segundo periodo vino a decir que no era cuestión de cruzar los dedos, que jugando al fútbol se podía ganar. Pero, amigo, es que el Valencia es como lo de las lluvias, que se asomaron tímidamente con la primavera y no llegaron a atenuar los graves daños de la sequía invernal. El gol fue un espejismo, a pesar que el rival no es nadie y además en el balance final se recuerden jugadas de moviola que por lo que se ve sólo las apreciamos los espectadores. ¿Los árbitros? Aunque los pusieran colgados del larguero, ni se enterarían. El gol de Martens cerca del cuarto de hora final puso al equipo en evidencia. Así se entiende la preocupación que rodea al valencianismo.
379 (Publicado en Las Provincias, el 30 de marzo de 2012)









29/3/12

Terapia de grupito

La preocupación que envuelve al valencianismo por los últimos tropiezos se refleja en todos los sectores y en la actitud que ha tenido Manuel Llorente en las últimas horas. Para eso es el presidente, ¿no? Ahí queda la arenga del otro día, o el almuerzo de ayer con varios jugadores de peso. Terapia de grupito. Porque hay inquietud y motivos.
Con el derbi frente al Levante en el inmediato horizonte, ahora mismo lo que toca es la Europa League donde el equipo está obligado a dar mañana un paso al frente. Los que se llaman más valencianistas que nadie utilizarán lo de tanto monta, monta tanto. Tendrán sus preferencias, pero ninguno admitiría una elección de torneo. Las dos competiciones son una obligación para el Valencia. Además, después de caer en la Champions, esta de ahora “se vendió” como una panacea. La semifinal está a tiro de piedra. El AZ Alkmaar, líder de la liga holandesa, podrá ser incómodo, pero no es ningún coco y aunque el Valencia se asusta pronto, no es cuestión de desaprovechar la oportunidad. Lo mismo ocurre con la Liga. Quedan nueve partidos para alcanzar la meta (la tercera plaza), el equipo aún tiene una mínima ventaja, y está obligado a mantener ese privilegio. Cambiando el piñón, apretando los dientes, lo que sea para cruzar la pancarta antes que el resto. La terapia que ha impuesto Llorente no ha sido nueva. En otras oportunidades y con otros protagonistas ya echó mano de ese método para hacer piña, que es lo que más necesita el equipo. La clasificación europea es una obligación para el buen funcionamiento financiero de la sociedad. El tiempo dirá si la fórmula de Llorente ha sido positiva. Otras veces dio resultado. Pero hubo elección de comensales y eso siempre provoca descontentos. Estuvo Braulio y no Unai. ¿Esa ausencia? A pesar de estar al tanto de todo, su baja tiene una lectura especial. ¿Mayor libertad de expresión de los jugadores? Pues entonces, sí. ¡Ya lo creo que tiene una lectura especial!
378 (Publicado en Las Provincias el 28 de marzo de 2012)










27/3/12

La paradoja de ganar y perder

Publicado en Valencia Fruits, nº 2.531 (27 de marzo de 2012)

26/3/12

La risa como autoayuda

Demasiados sobresaltos consecutivos. Esto no es normal y no sólo por lo de Getafe. Viene de atrás. Todos los que de una forma u otra hemos seguido la trayectoria del Valencia, sabemos que no estamos hablando de un equipo tan brillante como lo vimos hace quince días, en San Mamés, ni tan frustrante como el sábado. Ni risa ni llanto, pero lo que ahora muestra la botella, inquieta.
La imagen del Valencia ha estado distorsionada desde hace tiempo, en gran medida porque los rivales que podrían hacerle sombra en la lucha por la primera plaza de la Liga terrenal (casos del Sevilla, Athletic, Villarreal, Atlético…), estaban y están por debajo del nivel, y en tal circunstancia no era tan difícil que en el país de los ciegos el tuerto sonriera y se convirtiera en rey. A 27 puntos del final de la Liga ni la situación está clara ni el horizonte es favorable. Mucho arte ha de darse el entrenador y los jugadores en el manejo de las velas, porque el viento arrecia de proa. Hoy por hoy no se ven trazas de que vuelva a repetirse el regocijo y la ventaja de ocho o nueve puntos sobre el cuarto clasificado, que el equipo consiguió en los dos últimos años. Hacer leña de Unai ahora es muy fácil. Además, con sus declaraciones lo ha puesto a huevo. Pero aunque lo pida el cuerpo, no es momento porque el Valencia se juega mucho. Prestigio y economía. Quedar fuera de Europa sería un descalabro financiero y una decepción para los aficionados que se rascaron el bolsillo para entrar en Mestalla y para arropar en la ampliación de capital. Hay que sacudirse la hilaridad, a pesar de que durante el partido con el Getafe resultó difícil evitar la risa. Probablemente fue una risa de nervios, como refugio o escudo para soportar el esperpento que se estaba viendo. Unai eso lo entenderá, porque en los manuales de autoayuda que dice que siempre lleva en su mochila, lo explican y lo recomiendan: hay que reír para vivir mejor. Ahora bien, otra cosa es dar risa, y eso no. El Valencia ni puede ni debe permitírselo.
377 (Publicado en Las Provincias el 26 de marzo de 2012)










23/3/12

El fútbol coge al ratón

Estos días se habla de nuevas legislaciones contra el photoshop, por el peligro que en el campo de la moda supone el engaño de los falsos cánones de belleza. En la vida real puede bajar la autoestima del resto de mujeres y se pretende que siempre se advierta si ha habido una manipulación gráfica.
Y digo yo que, aun con advertencias, ya quisiera más de un director de comunicación de equipo de fútbol poder utilizarlo también para retocar las acciones y declaraciones que hacen los futbolistas, entrenadores y presidentes de sus clubes. Bueno, en el caso del Madrid menos, porque Mourinho ha impuesto la ley del silencio a todo quisque. Chitón hasta nuevo aviso. Pero, ¡menudo alivio para los jefes de prensa! A pesar de tener que advertir del uso de la lima (que muchos pasarían por alto), ya quisieran que esa aplicación que elimina michelines, estrías y patas de gallo, se convirtiera también en el bisturí que les liberara de llevar en la mochila un extintor, y en algunos casos del pecado de matar al mensajero o echarlo a los leones. En el Bernabéu tendrían que empezar por encontrar a los mejores especialistas en la popular aplicación informática para, primero, suavizar las imágenes de jugadores y del entrenador. Por ejemplo situaciones de algo más que sonrojo que muchos vieron en directo en El Madrigal, y bastantes más a través de la televisión. Luego ya vendría la manipulación de los textos, eso sí, advirtiéndolo, a sabiendas de que muchos pasarían de avisos. Se discute y se insiste en que hay Liga. Diez jornadas en la competición de tres puntos suponen 30 en liza, que es mucho. Al Valencia le vienen bien las discrepancias Madrid-Barça. Distraen la atención del azoramiento que el equipo sintió en Mestalla frente al Zaragoza. En la hipótesis inicial, imagino al amigo Vidagany con ratón en la mano, tratando de modificar la pañolada en bandada de palomas, y también la palabras de Unai, porque con frecuencia se disfraza de Ricky Martin y da un pasito p’alante... y un pasito p’atrás.
376 (Publicado en Las Provincias el 23 de marzo de 2012)










21/3/12

Lo que se dice y lo que se piensa

Muchas veces escuchamos opiniones que damos por buenas a pesar de que ofrecen muchas dudas. Son esas frases “de estrategia” o de “bienqueda”, que nos tragamos sin necesidad de un sorbo de agua y que no suponen halagos. Argumentos que cabalgan entre la hipocresía y el fariseísmo.
Guardiola se sigue aferrando al derrotismo, aunque en periódicos de las Ramblas ya echan cohetes y ponen guirnaldas de esquina a esquina. Sin embargo, el entrenador del Barça mantiene su discurso conservador y reitera que se equivocan quienes creen en la remontada, a pesar de los puntos que el equipo azulgrana le ha recortado al Real Madrid. ¿Es sincero Guardiola cuando da la Liga por perdida? Ese planteamiento me suena a pura estrategia. Karanka no ha tardado en responder desde el Bernabéu. Ha dicho que en el fútbol, desde hace tiempo, “se dicen cosas que no se piensan”. ¿La réplica de carácter amable del ayudante de Mourinho es estrategia o palabras de un "bienqueda"? Sigo viendo estrategia. Vamos con el Valencia. Aunque en Mestalla Unai tiene más detractores que amigos, fuera le ponen por las nubes. Ahora, además, le vienen de cara y él saca pecho. El equipo aventaja en seis puntos al Levante y Málaga, y aunque por detrás achuchan Osasuna y Espanyol, aquí y allá son pocos los que dudan de que peligre la tercera plaza, más aún tras el buen partido de San Mamés, del que se espera una continuidad hoy, ante el Zaragoza. Incluso los más optimistas ya ven al equipo levantando el trofeo en Bucarest. El técnico vasco, que no es de verbo fluido, y a veces dice cosas que no quiere decir, ha asegurado que ni por su parte ni por la del club se ha hablado de renovación. Pero ha dado a entender que se acerca un fin de ciclo. ¿Sinceridad? En este caso creo que sí, y me viene a la memoria la reflexión de Benavente: "Cuando no se piensa lo que se dice es cuando se dice lo que se piensa".
375 (Publicado en Las Provincias, el 21 de marzo de 2012)
















De los megavatios al uppercut, al cross y al crochet

Publicado en Valencia Fruits, nº 2.530 (21-3-2012)

19/3/12

El mejor regalo

Una victoria siempre es el mejor regalo que un equipo puede hacerle a sus aficionados. Y si además el triunfo coincide en una jornada tan especial como la de ayer, en la que el Valencia cumplía 93 años de historia, pues mejor que mejor.
Pero en este caso se da una confluencia de circunstancias que le proporciona mayor valor al triunfo. Por ejemplo, el hecho de que el Valencia ha aumentado el colchón de puntos que mantenía sobre sus inmediatos seguidores, y en especial con el Athletic, que iba en ascensión directa. Después de algunos recientes titubeos, el 0-3 de La Catedral es para el Valencia algo así como dar un puñetazo sobre la mesa para proclamar a viva voz un “aquí estoy yo, y en esta Liga el tercer puesto no me lo quita nadie”. Más valoraciones. Primero hay que destacar que hubo equipo, pero enseguida es obligado referir que Soldado se puso los galones con un hat-trick. El delantero no marcaba desde finales de enero pasado y, sin duda, el alimento de ayer es el mejor reconstituyente para un futbolista que vive de los goles. Y hay más, aunque algunos eso lo pasan de soslayo. Como estamos hablando de un espectáculo, también es interesante gustar, ¿eh? En esta oportunidad el Valencia encontró su identidad y gustó. Probablemente porque puso lo que le había faltado en tantas oportunidades. Aparte del acierto del entrenador en el planteamiento (a Unai lo que es de Unai, que otra veces ya le damos bastante bambú), el grupo fue sólido, aplicó enorme intensidad en el juego y de largo fue mucho mejor que un rival, que acabó grogui, sobre las cuerdas. Hay que seguir porque el miércoles llega a Mestalla el Zaragoza y además queda mucha competición. Pero lo de ayer fue un paso vital. Ni corbata ni libro (Unai ha dicho que es de poco leer) ni bolígrafo de marca. En su 93 cumpleaños, el Valencia ofreció el mejor regalo posible: un triunfo en, probablemente, su mejor partido de los últimos tiempos.
374 (Publicado en Las Provincias el 19 de marzo de 2012)














16/3/12

Esto no es café para todos

Que sí, que no, que caiga un chaparrón, clasificación aparte, es lo que tiene ver en compañía los partidos del Valencia juega lejos de Mestalla. Últimamente todas las opiniones son muy críticas. Nada de café para todos, ¡qué va!, aunque ayer prevaleciera asegurar la presencia en el sorteo de hoy de los cuartos de final, que veremos si sale el gordo, la pedrea o qué.
La tertulia al frente del televisor resultó como La Parrala. “Que sí, que sí, que sí, que sí… Que no, que no, que no, que no…” Este Valencia sigue generando muchas dudas y sólo transmite tensión y nervios. Cuando en el intermedio del partido mi amigo más valencianista de todos escuchó de pasada que Llorente se había retirado tocado, no tardó un segundo en exclamar: “¡Caray, pues no es para tanto, porque con este resultado pasamos de sobra!” Este amigo es que es la mar de despistado. Hubo que aclararle que el locutor no se refería al presidente del Valencia; que en ese momento estaba hablando del delantero bilbaíno. Y entonces el tío, además de venirse arriba, sacó a relucir toda la sinceridad que le caracteriza: “Pues, ¿sabéis lo que te digo?, que no sea nada, pero mejor que no esté bien, porque el domingo hemos de jugar en San Mamés.” Eso lo que tiene este Valencia, que preocupa demasiado. Su presente y su futuro. Empezar con los nervios a flor de piel cuando se acude con una ventaja de 2-4, es para hacérselo ver, oiga, porque enfrente estaba el PSV, que es un equipo que desde hace bastantes años no es ningún coco. El gol de Rami debía de servir para poner calma y provocó una ronda de cervezas. Pero, ¡jolín!, enseguida otra vez la de siempre. Más de lo mismo. ¡Un poquito de por favor! ¿Eh? Gol del rival y, sí, tenían que meter dos tantos más y pensamos que era imposible, pero es que hasta el último minuto el Valencia estuvo como siempre, apretando los esfínteres. Y además con la mente puesta en Bilbao, que en la Liga aparece a siete puntos. ¡Como para dormirse!
373 (Publicado en Las Provincias, el 16 de marzo de 2012)












14/3/12

Cuestión de futuro

A lo mejor fue como el diálogo de aquella canción que popularizó Miliki, allá por los años setenta.
-¡Hola don Pepito! -¡Hola don José! -¿Pasó usted por Paterna? -¿Por Paterna yo pasé? -¿Y vio usted al entrenador? -Al entrenador yo vi. -¡Adiós don Pepito! -¡Adiós don José! Manolo Llorente estuvo ayer en la ciudad deportiva del Valencia, pero se limitó a mantener una breve charla con Unai. Como tantas otras veces. El argumento versó sobre el inmediato futuro del equipo, porque el del técnico no ofrece tantas dudas. No hubo “llorentina” a los jugadores y aunque en los pasillos se cruzó con algunos futbolistas, la charla no superó un hola y un adiós. La actitud del presidente hay que considerarla más testimonial que otra cosa. Algo así como una medida de presión o, mejor dicho, de recordatorio, no sea que a alguno se le olvide que en el Valencia hay un jefe, que a lo mejor hay quien lo pasa por alto. La visita del presidente no fue, pues, una sorpresa. Al contrario. Después de repetidos traspiés del equipo y de los pañuelos en la gradas de Mestalla para despedir a los jugadores y entrenador (aunque encarados hacia el palco, que eso debe de joder), era de esperar. Lo de ganar la tercera plaza con la gorra sigue siendo una realidad, algo tangible por la calidad propia y las deficiencias ajenas. Pero cuando en la carrera de obstáculos se pasan las vallas trastabillando una y otra vez, y cada vez más, “malament”. Ya no es lo de la Europa League, que también. En el Valencia lo que preocupa, y mucho, es que se pongan en riesgo los quince millones de euros que supone la clasificación para la Champions, porque son imprescindibles para cuadrar el próximo ejercicio. -Eso es lo que debe de tener muy claro, don Pepito. -¡Sí, don José!
372 (Publicado en Las Provincias el 14 de marzo de 2012)






























En menos de cien días...

Publicado en Valencia Fruits, nº 2.529 (13-3-12)

12/3/12

Del aprobado a la calabaza

Manolo Summers dirigió “Del rosa al amarillo”. Los cinéfilos la recordarán. Ayer, viendo el partido Valencia-Mallorca, me vino a la memoria la película, porque reflejaba la combinación de dos historias correlativas (de ahí el título) pero al mismo tiempo independientes entre sí. Y eso es lo que resultó el partido de Mestalla. Dos sucesos consecutivos (el del primer y segundo periodo) que a la vez presentaron un carácter totalmente autónomo.
Resulta inexplicable concretar qué le pasó al Valencia. Y más a vuela pluma, sin apenas tiempo para la reflexión. Por eso, a lo mejor, más que escuchar las explicaciones que tras la decepción dio el entrenador, habría que acudir a especialistas en enigmas, conocedores de lo paranormal y expertos en lo oculto. Más que del rosa al amarillo, el Valencia pasó del aprobado a la calabaza, del blanco al negro sin detenerse un instante en la escala de grises, que es amplísima. Del dominio, de la iniciativa y los goles, en lo que se tarda en parpadear, el equipo se refugió en la angustia, la desesperación y el suspenso. Y como eso no es nuevo, ya va siendo hora de que se lo haga ver. Cuando un enfermo no mejora, a lo peor es que es que el diagnóstico no ha sido el acertado, la medicación que toma no es la adecuada y probablemente se hace necesario variar el tratamiento. El caso de Unai en el Valencia es paradójico. No ha calado pero los números le han avalado. Tercero en la Liga (con menos colchón), en la Copa llegó a las semifinales ante el Barça, y tras el batacazo en la Champions ha puesto las esperanzas en la Europa League, donde el jueves buscará una plaza para los cuartos. Sin embargo el juego que propugna ni es juego ni es “ná”. El Capitán Trueno estará arropado por Goliath, Crispin y la guapa Sigfrid, pero ya hay quien piensa en el Jabato, en el Corsario de Hierro, el Capitán América y en otros héroes de papel. Porque no nos engañemos, esto es papel.
371 (Publicado en Las Provincias, el 12 de marzo de 2012)










9/3/12

De la mentalidad a la apatía

Es muy probable que sea cierto eso que le atribuyen a Churchill, de que quien no conoce su historia está condenado a repetirla. Desde luego nos conduce a sospechar que en el Valencia no la terminan de conocer, porque después de lo de ayer se vuelve a hablar del futuro de Unai y de sus posibles relevos. Como ocurrió el año pasado por estas fechas. Y aunque el desenlace acabe siendo el mismo, u otro, el camino hasta el final tiene pinta de ser idéntico.
Seguro que en las próximas semanas vamos a volver a escuchar repetidamente la pregunta. ¿Quién será el entrenador del Valencia la próxima temporada? Es más de lo mismo. El año anterior las barbaridades de Gadafi, la huelga que pretendía la LFP y las lluvias desviaron la atención. Ahora, el camino hacia los cuartos de la Europa League podría haber sido un antídoto. Pero... riéte. El escepticismo no desaparece así como así. Además, la apatía, el recelo, o si se quiere llamar desconfianza, queda reflejado en que Mestalla no se llena pese a los precios de amigo. El libro “Mentalidad ganadora” que acaba de lanzar Unai, aparte de servirle para aumentar su cuenta corriente con el diez por ciento de las ventas, podría ser su mejor escudo protector para restar protagonismo a los futuribles, que siguen siendo los mismos de antaño: Pochettino, Deschamps, Pellegrino, Milla, Blanc, Caparrós, Manzano… y yo que sé cuántos más, porque todos sabemos que el papel es la mar de sufrido. (A todo esto, un amigo que está muy enterado, me dice que borre de la lista a los dos franceses, porque si algo tienen claro en el Valencia, es que quien dirija al equipo ha de conocer la Liga española de pe a pa. El listón de la tercera plaza es el mínimo exigible). Pero ¿un cambio es garantía de mejora? El mejor revulsivo para evitar especulaciones no es otro que Unai traslade a sus jugadores el espíritu de la publicación que ha presentado. Eso es lo que desde hace tiempo esperan los aficionados, que ayer volvieron a despedir con silbidos a su equipo.
370 (Publicado en Las Provincias el 9 de marzo de 2012)








6/3/12

«Pegamos patadas al idioma, en eso también somos campeones»

06.03.12 - M. RODRÍGUEZ VALENCIA.

Luis Furió, durante la entrevista de ayer. JUANJO MONZÓ

Luis Furió. Periodista

El columnista de LAS PROVINCIAS satiriza los tópicos de los que se abusa en el balompié en su cuarto libro, 'El fútbol es así'

«Escribiré 'La política es así' cuando por edad ya no puedan meterme en la cárcel»

«El fútbol es el único espectáculo al que vas sin saber qué artistas actuarán. Nos timan»

Luis Furió es sinónimo de periodista. Vive por y para esta profesión desde hace más de 40 años. Ha trabajado en varios medios de comunicación, aunque la mayor parte del tiempo (30 años) ha desarrollado su labor profesional en LAS PROVINCIAS. De hecho, sigue colaborando como columnista de este periódico y es comentarista en LAS PROVINCIAS Punto Radio (92.0 FM). La semana pasada presentó en El Corte Inglés su cuarto libro, 'El fútbol es así', donde explota todo su talento como escritor y dibujante para robar una sonrisa al lector. Mira sorprendido al ver que esta entrevista quedará registrada en un móvil.

-Cuando usted empezó en la profesión, las grabadoras no las llevaría en el teléfono...

-No, cuando yo empezaba las grabadoras se llamaban magnetofón.

-¿Aquello cómo funcionaba?

-Era un cacharro gordo de metal y con una cinta enorme. Y era lo más pequeño que había.

-Desde entonces han pasado ya muchos años...

-Pero no ponga eso, que la gente dirá: ¡Vaya abuelo!

-Veterano, hombre veterano...

-Vale, vale, eso me gusta más (ríe).

-Porque 'El fútbol es así' es un libro de un veterano. Esto tiene años de apuntes...

-Por supuesto. Creo que la primera frase es la de un jugador que estaba buscando apoyo y en el dibujo sale uno buscando a pollo pero con 'll'... Recuerdo que yo estaba en la redacción e hice ese dibujo. Un compañero me dijo que había quedado simpático y a partir de ahí empecé a apuntar. Cogía los periódicos todos los días, me iba a las páginas de Deportes y empezaba a buscar cosas como 'poca profundidad del rival' o 'la zaga estaba impecable'... ¿Qué pasa, que se había puesto el traje de los domingos?

-Pero le veo truco: con tanto dibujo, cualquiera escribe un libro.

-Muchos nacen de un libro anterior a este, 'Los monos de la crónica'. Aquel libro era el dibujo y una frase... Por ejemplo, burlar al defensa o tiro inocente, defensa libre, balón de oro... No tenían nada que ver con lo que es ahora. Empecé a buscar un poco más el sentido del humor. Los periodistas de radio, prensa y televisión metemos 'gambas' terribles en las crónicas. Pegamos patadas al lenguaje.

-¿Es su libro entonces una pequeña sátira de lo que hacemos los periodistas deportivos?

-Por supuesto... y autocrítico.

-Sí es cierto que a veces se usan demasiados tópicos...

-Todo son tópicos. Por ejemplo: 'El portero hizo la estatua'... ¿Qué la hizo, de mármol o de bronce? 'Hizo una palomita'... ¿De maíz?

-¿Propone entonces erradicarlos?

-No, pero me río un poco... yo no entiendo la vida sin reír.

-¿Es posible el fútbol sin tópicos?

-Claro que sí, porque ¿qué quiere decir que 'el equipo baja'? ¿Al sótano? O la 'zona ancha'... ¡pero si ancha es Castilla!

-¿Ve a Guardiola y Mourinho echando mano de los tópicos?

-Sí, seguro, y nosotros también seguiremos empleándolos. Por eso el título de 'El fútbol es así'... Desgraciadamente, habría que añadir.

-Pero ahora que somos campeones del mundo, parece que hayamos reinventado el fútbol...

-Sí, pero pegamos unas patadas al idioma... En eso también somos campeones. Lo mismo que los argentinos. Los buenos, como mi maestro Roberto Fontanarrosa (usa una frase suya al inicio del libro), son pura filosofía. He intentado seguir esa línea, reírme de mí mismo, de lo que yo he escrito. No hago sangre, pero saco muchas frases que si las pensáramos un poquito... El otro día decían que Cristiano marcó un golazo de tacón. ¡En la vida! Será con el talón...

-¿A quién va dirigido el libro?

-No me lo he planteado. Si provoco una sonrisa a quien lo compre, me doy por satisfecho.

-¿Le ha provocado la sonrisa a María José y a Candela (a quienes va dedicada la obra)?

-Hombre, Candela es recién nacida, pero a María José (su mujer) sí, porque me ayudó mucho. Lo hace siempre. Son tantos años que a veces le pregunto si estamos casados o somos hermanos gemelos. Ha sido todo para mí. Me ayudó a leerlo. No le gusta nada el fútbol, así que si la veía reír, destacaba lo que le había provocado tanta gracia.

-¿Cuándo se cansará de escribir?

-Cuando me muera. Yo tengo que hacer algo todos los días. Escribo tres columnas semanales en LAS PROVINCIAS. Cuando dejé de trabajar el día a día y estuve tres meses sin colaborar, mi blog echaba humo. Una vez dije que escribiría aunque no me pagaran... No sé si cuando era becario se lo tomaron al pie de la letra.

-¿Quiere que quite esto de la entrevista? Su editor no le pagará...

-Da igual. Es un compañero de los Agustinos y ha editado otros cuatro libros de deportes.

-¿De qué va a escribir ahora?

-Me mandó un tweet un amigo preguntando cuándo escribo 'La política es así'. Lo haré cuando por edad ya no puedan meterme en la cárcel.

-Lee, escribe, dibuja y toca el piano. ¿Qué le gusta más?

-Todo. Escribo y dibujo a diario. Toco el piano antes de almorzar y, como duermo poco, aprovecho las noches para leer.

-Usted no es uno de esos futboleros empedernidos...

-¡Qué va! El fútbol es el único espectáculo donde sacas entrada sin saber qué artistas actuarán. Vas a ver a Soldado, a Messi o a Cristiano y ese día no los ponen. Nos timan.

(Publicado en Las Provincias, el 6 de marzo de 2012)

Las encuestas

Publicado en Valencia Fruits, nº 2.528 (6-3-12)

5/3/12

El triunfo puede ser un engaño

Otra vez a vueltas con el resultado. Es el paradigma del fútbol. Ganar o ganar. El Valencia llevaba tres meses de Liga sin conseguir una victoria lejos de Mestalla, concretamente desde el pasado mes de noviembre y, claro, después de tanto traspiés, el triunfo se hacía imprescindible para volver a respirar con tranquilidad porque, además, el colchón estaba perdiendo muelles y los rivales aflojan, pero no tanto.
Pero el único argumento que en este partido aparece en el debe de los valencianistas es el gol que marcó Feghouli, porque vale tres puntos y rompe una larga racha. A favor no se puede decir otra cosa El objetivo era ganar para no perder comba, pero volvemos a lo de siempre: ¿Y ya está bien así? Pues, bueno. Si eso es lo que el aficionado desea, si el seguidor se conforma con eso, nada que objetar. Ahí lo tiene. ¡Hala, una victoria con sólo un par de remates! Claro, que también hay otros más exigentes que pasan de lanzar las campanas al vuelo y de elogios baratos por el triunfo ante el Granada. Son los que dicen que ya está bien de engañar. Que les gustaría que el contenido de la media botella tuviera algo, aunque sólo fuera un poquito de calidad. La mínima exigible. Cuando después del partido al entrenador se le preguntó por el juego, la imagen, la actitud del equipo, volvió a ejercer de defensa expeditivo. Patadón y balón a las nubes. Unai, amigo, un poquito de autocrítica no vendría mal. ¿O nos va a pasar como a aquél que preguntó qué era el buen juego y la respuesta que escuchó fue “míralo en el diccionario”? En los últimos partidos del Valencia cada vez se hace vez se hace más difícil eludir el aburrimiento. Dame triunfos, sí, pero ponme mezcla. Pan sólo no, aunque ese bollo haya servido para mantener a raya al Málaga y el Athletic. Hace falta algo más, bastante más. Estoy convencido de que con el libro que le han escrito a Unai Emery nos vamos a entretener bastante más que con el juego que está haciendo su equipo esta temporada. Eso seguro.
369 (Publicado en Las Provincias el 5 de marzo de 2012)










4/3/12

CARTELERA TURIA

LAS PROVINCIAS

MARCA

LEVANTE

AS

ABC

Marca

Che che che

Valencia Ciudad

Superdeporte

2/3/12

Goles son amores

El mundo del fútbol en general ha puesto en un pedestal a Roberto Soldado y desde luego se lo merece. Pero esas adulaciones han llegado como si el delantero del Valencia fuera un futbolista desconocido que por arte de birlibirloque aterrizó en la selección y tuvo la fortuna de marcar tres goles. Y no es eso.
Roberto encandiló al personal con las tres dianas (que pudieron ser cuatro de haber acertado en el penalti cometido sobre él mismo). De eso no hay duda. Sin embargo, antes de su vuelta al equipo nacional, este futbolista que se forjó en las filas del modesto Don Bosco ya había dicho en repetidas ocasiones que estaba en disposición de afrontar retos de envergadura y que no tenía prisa. Conociendo sólo un poquito a Roberto, estoy convencido de que en la noche del miércoles se sentiría inmensamente feliz, con el balón firmado por todos los protagonistas del partido. Un delantero vive del gol y él estaba hambriento. Pero al mismo tiempo seguro que no le gustó una pizca que desde algunos sectores, para adularle y destacar sus virtudes, echaran por tierra y menospreciaran a otros jugadores que son sus compañeros y amigos, y que ahora mismo atraviesan horas bajas. No hace falta matar a nadie para decir que el otro lo hace bien. Algo así le ocurre a Roberto en el Valencia. Acumula varias semanas de sequía y cuando el tanto se resiste, un atacante lo pasa mal. La realidad determina que mientras él ha tenido acierto rematador, el equipo ha ido viento en popa. Ha demostrado que es un elemento fundamental en la formación blanquinegra, de la misma forma que está llamado a serlo en la selección. Por eso se antoja de ventajista hablar de Roberto amparándose sólo en el hat-trick a los venezolanos. ¿Es una guinda a un partido? Pues, claro. Goles son amores, pero sería injusto olvidar otros aspectos. Movimientos, desmarques, fuerza, anticipación... Imaginemos que ese día va y no marca, ¿Entonces qué? ¿Ya no vale?
368 (Publicado en Las Provincias el 2 de marzo de 2012)










1/3/12

Luis Furió presenta su libro 'El fútbol es así'

LAS PROVINCIAS.COM

1-3-2012

Luis Furió presenta su libro 'El fútbol es así'

La obra ha sido presentada en Valencia en un acto en el que ha estado presente, entre otros invitados, el futbolista del Valencia David Albelda

EFE VALENCIA.-

El libro "El fútbol es así", del periodista y dibujante valenciano Luis Furió, recrea con dibujos y humor los tópicos del mundo del balón, en especial los de su lenguaje, con constantes alusiones a los códigos de este deporte que se han llegado a ser habituales en el habla de los ciudadanos. En la portada se introduce el libro con una acuarela de Luis Furió Fornes, hijo del autor, y en sus páginas se intercalan citas de personajes ilustres del mundo del balón con dibujos de Furió que hacen pensar sobre el lenguaje llegado al fútbol desde otros ámbitos y sobre la utilización social de la jerga futbolística.

El libro ha sido presentado en Valencia en un acto en el que ha estado presente, entre otros invitados, el futbolista del Valencia David Albelda. Furió demuestra en sus páginas que los futbolistas escurridizos no son peces, que los jugadores que hacen teatro no llevan la calavera de Hamlet en lugar de un balón y cuando un portero sale a por uvas no es porque tenga previsto acudir a la vendimia.

La publicación se enmarca en el análisis de expresiones futbolísticas cuyo sentido original apenas tiene que ver con el actual y continua en la línea de un libro de temática similar llamado "Los monos de la crónica" y escrito por Furió en 1987.

El libro recoge citas de deportistas ilustres, pero también de literatos, cómicos y dibujantes. Así, se abre con una frase del argentino Roberto Fontanarrosa, quien reconoció en su día que tenía dos problemas para jugar al fútbol, uno en la pierna derecha y otro en la izquierda.

Una frase del actor y escritor Groucho Marx cierra la publicación: "He disfrutado mucho con este partido de fútbol, especialmente en el descanso".

(Publicado en la página web de Las Provincias.)

"EL FÚTBOL ES ASI"