14/2/10

Altruismo en Asturias

Unai no abrió el Deuteronomio al azar, como hizo Zapatero en Washington, pero sus versos en El Molinón tuvieron una lectura igual de generosa y ambigua que la plegaria del presidente en el desayuno nacional de oración. Para asustar a los asturianos Emery podía haber elegido los pasajes más crueles y terroríficos del libro bíblico, pero se conformó con transitar por la visión más amable.

El Valencia en Gijón volvió a adolecer de la misma falta de ambición de otras ocasiones. Una cantinela que se ha repetido demasiadas veces. No perder siempre entraña un valor. Sin embargo, el tercero de la Liga, el aspirante a aprovechar el menor descuido de quienes le anteceden, está obligado a bastante más para no tener que recurrir al recuerdo de los errores arbitrales y al de la mala fortuna que lleva el balón al poste.

En el minuto uno los blanquinegros regalaron la iniciativa al equipo de Manolo Preciado y aquél, que es un viejo zorro en estas lides y que para equilibrar y alcanzar el mismo nivel que el rival sabe que no le queda otra que hacer jugar a los suyos con una marcha más, no desaprovechó el gesto altruista. Para plantar cara al que es superior hay que correr más que él y hacer las cosas mejor.

La capacidad y el vigor, la fortaleza con la que se manifiesta un estado de ánimo, eso que se podría definir como intensidad, es algo que se le escapó al equipo de Unai en la mayor parte del primer tiempo y en algunas fases de la reanudación. '¿Qué es el entusiasmo?, papá', preguntó el chaval valencianista sin quitar ojo del partido. '¡Luego lo miraremos en el diccionario!', debió ser la respuesta del progenitor.

El hasta hace bien poco el mejor visitante de la Liga, empezó a desperezarse después del descanso, cuando el Sporting se le había subido a las barbas y era el amo de la parcela central. A partir de ahí se sacudió la presión, fue más incisivo, más Valencia, pero quiso echar mano de las individualidades que sólo encontró en César, ¡menos mal!, en el último suspiro. Por cierto, ¿esta película no la habíamos visto ya? ¿Fue en Sevilla?

58. (Las Provincias, 15 de febrero de 2010)

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