Las
fábulas son narraciones breves que siempre terminan con una lección moral. En
cambio los cuentos, no necesariamente, y además pueden ser más extensos. Aunque
si alguien pretendiera darle la vuelta al relato de "Pedro y el lobo"
que está viviendo el Valencia con lo de la venta de la sociedad, por lo que ahora
me cuentan habría que añadirle obligatoriamente una moraleja. Después tantos y
repetidos "¡Que viene Lim, que viene Lim!" –que para la oposición es
un lobo–, aseguran que esta vez va muy en serio. Que Bankia y Meriton han
coincidido en el "Va de bo!" de la pelota valenciana. ¡Ya sería hora,
ya! Y si por fin es hora, pues bienvenido sea, aunque de momento todo está
dicho pero no hay nada hecho.
Pero
dado que desde el club se insiste con vehemencia en que ya está a punto de
caramelo, y este asunto se está haciendo más que largo, a pesar de que ya se
han dado muchos, parece obligado ofrecer un último voto de confianza. Más aún cuando
el equipo está siendo de fábula. Ha ilusionado a los aficionados, seduce convertido
en animador del campeonato, y está camino de A Coruña decidido a seguir la
escalada frente a un rival que cuenta sus partidos por decepciones. Solo hay
que echar un vistazo a la clasificación y a las cifras: Uno arriba, sin conocer
la derrota, y el otro abajo del todo, sin saber lo que es ganar en Riazor. Además,
los de Nuno llevan prácticamente el mismo número de goles a favor que ha
encajado el equipo de Víctor Fernández.
El
pasado reciente, además, determina que A Coruña es un escenario propicio para
seguir sumando, y esta visita, por la solvencia que está demostrando el Valencia,
desde luego obligará a que los deportivistas traguen saliva. Todo está a favor.
Aunque lo peor que le podría pasar al equipo de Nuno –que no lo creo que ocurra–,
sería que los jugadores pensaran que está todo hecho. Si en vísperas del duelo
con el Atlético en Mestalla Alves y Alcácer le trasladaron la presión al rival
para continuar a lo suyo, ahora no es necesario que digan nada, porque los números
cantan. El apremio lo tiene el Dépor.
Y a lo mejor cuando estás líneas ya estén la rotativa,
va y resulta que se han firmado los documentos que dicen que ya están horneándose
y el equipo se presenta en Riazor todavía con mayor respaldo del que ahora
tiene con el buen momento de los Alves, Otamendi, Gayá, Fuego, Parejo, Alcácer,
Rodrigo... Entonces la moraleja del cuento será algo así como que la paciencia sí
que es la madre de todas las virtudes. ¡Por fin! Porque esta vez ya, como decía
Ángel Garó, va a ser la "refinitiva", ¿no?
556 (Publicado en Las Provincias, el 17 de octubre de 2014)
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