20/3/15

UN EQUIPO PRIMAVERAL

La primavera ha venido y nadie sabe cómo ha sido. Lo escribió don Antonio de quien desconozco si era o no un aficionado al fútbol, aunque seguro que de haberlo sido, en alguna tertulia como las del Café Español hubiera insinuado a sus camaradas que la primavera tiene bastante que ver con el Valencia, porque no se trata solo de un término astronómico. En literatura también sugiere ideas de cambio y renovación, y el equipo de Mestalla precisamente lleva tiempo en eso, metido en un periodo de evidente crecimiento después de unos años de desasosiego. La primavera, a pesar del tiempecito que la acompaña, está ahí.
La actitud que ha mostrado el equipo blanquinegro evidencia esa coyuntura primaveral de rejuvenecimiento y cambio, y a medida que van pasando las jornadas aumenta la confianza. La de los jugadores y la de una afición muy comprometida, que seguramente hoy acudirá en elevado número al campo Martínez Valero.
El Valencia viaja a Elche decidido a refrendar la tercera plaza que ocupa, y parece que poco va a importar la ausencia del sancionado Rodrigo, la del lesionado Enzo Pérez, o la alineación o no del renqueante Negredo porque ha regresado el talismán Alcácer. El torrentino es una garantía para tratar de aumentar la racha de seis partidos consecutivos sin perder –16 puntos sobre los 18 posibles–, que es lo en esta recta final, a once jornadas de que caiga el telón, ha llevado a que el horizonte blanquinegro se vea mucho más despejado y se incrementen las aspiraciones.
El Valencia arrancó el campeonato con entrenador nuevo, jugadores nuevos y, por lo tanto, con la mochila de un mar de dudas, pero ha conseguido muy buenos resultados en la Liga y hoy por hoy aparece situado en un lugar de privilegio que muy pocos, por no decir nadie, podía imaginarse hace unos meses. Ahora se desenvuelve en un paisaje del que fue asiduo en otro tiempo, que no está dispuesto a abandonar. Y aunque a estas alturas del torneo todavía no está claro a qué juega, los números le avalan y claro, después de tanto padecer, es más que suficiente para volver a ilusionar a una afición que estaba hartita de ver que el equipo, el club en general, navegaba en aguas de absoluta mediocridad.
A la estabilidad económica que aportó la llegada del empresario Peter Lim –ya no tienen sentido, y por eso apenas se repiten los almuerzos playeros y los contubernios de una oposición viejuna– se han incorporado los buenos resultados. De esa forma el primaveral Valencia ha dejado atrás el tufo a fritanga, le ha plantado cara a los equipos XXL, ha vuelto a codearse con ellos y además no pierde comba con los que menos pintan. Bueno, vamos a verlo en Elche.

573 (Publicado en Las Provincias, el 20 de marzo de 2015)

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