19/9/14

RELAXING CUP

El mundo del fútbol se ha adueñado del verbo polarizar. Yo polarizo, tú polarizas, él polariza. Blanco o negro; día o noche; estás conmigo o estás contra mí. Dicotomía total, y eso no es bueno porque no hay término medio en el que siempre se ha dicho que reside la virtud. Es  un verbo que lleva implícita la ausencia de neutralidad, aunque a veces la competencia ha resultado beneficiosa, como ocurrió en los años veinte en el incipiente Valencia CF, con la sana rivalidad entre los "Montistas" y "Cubellistas". Pero aquello es otra historia.
Ahora no es así. Ni aquí ni allá. Lo sabe Albelda, lo está viviendo Casillas, y lo vive Alcácer por la pugna por el dorsal 9 de la selección. Esto ha cambiado para mal y ha desembocado en una falsa dualidad de cuadrilátero en la que los periodistas tenemos responsabilidad. Más que nada por las defensas incondicionales o, peor aún, por los apoyos que el tiempo acaba por desvelar que se alcanzaron a cambio de no sé qué prebendas. El "estás conmigo o estás contra mí" sigue ahí.
La venta del Valencia también empezó con una dualidad, aunque hubo otros pretendientes que llamaron a la puerta con un ramito de flores y el anuncio de una gran dote que nadie llegó a ver porque en todos los casos faltó una mano de cristasol. Excesiva opacidad. Se echó de menos la transparencia en aquellos y en los del mano a mano, aunque eso a algunos les importó un bledo, porque cada cual ha tenido destacados apoyos incondicionales sin mirar mucho más allá.
Al final quedaron dos y estos días ha trascendido que lo de los rusos de Zolotaya fue una trola como un piano. Eso es, al menos, lo que ha denunciado un defraudado Alfonso Rus. El que entonces se erigió en su mejor embajador, ha desvelado que aquellos no tenían ni un duro. ¿Y ni él ni Subirats ni Carboni llegaron a sospechar el bluf? ¡Pues sí que se la metieron doblada!
Y ahora resulta que en la otra acera los de Meriton, embajadores de Peter Lim, que no sé cuánto tiempo llevan negociando con Bankia la compra del Valencia, han recibido la orden de su jefe de plegar velas y han regresado a Singapur sin cerrar la operación. Mare meva! Menos mal que en lo deportivo el equipo ha sacado pecho, porque lo que es en lo social...
¿Y ahora qué? ¿Quién es el bueno en este sainete?, porque esto tiene toda la pinta de ser un sainete. ¿Peter Lim o Bankia? De momento, lo que escribió Campoamor: Todo es según el color del cristal (léase intereses particulares) con que se mira. Las dos partes dicen que lo retomarán, que es un simple descanso. Sí, tiene toda la pinta de ser un relaxing cup of café con leche in Plaza Mayor, y eso no es lo mismo.
553 (Publicado en Las Provincias, el 19 de septiembre de 2014)

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