31/1/11

Fútbol, domingo y lunes

Aunque el partido que cierra la jornada de Liga sea el de su equipo, lo del fútbol en lunes a muchos no les acaba de gustar. No les engancha tanto como cuando se juega un sábado o un domingo. Ni resultó el experimento de finales de los noventa ni tampoco parece que resulta ahora. Incluso aunque el rival sea de enjundia, estos encuentros no seducen por mucho que se empeñen las televisiones. Lo del fútbol en lunes sigue sonando a fútbol metido con calzador.
El Valencia vuelve a empezar la semana con el encuentro que cierra la jornada y en Santander se juega demasiado como para pasar de puntillas. Aunque, seguramente, si el partido se disputara en el campo de Mestalla, no habría lleno. ¡Si no lo hubo hace una semana cuando llegó el Málaga! Además, lo del jugar en lunes no le ha ido bien al equipo. Esta será la tercera ocasión en la temporada, después de haber visitado el Sánchez Pizjuán, para medirse al Sevilla (2-0) y de recibir en casa al Atlético Osasuna (3-3).
El Valencia viaja a Cantabria en busca de la que sería su sexta victoria consecutiva, resultado fundamental para mantener sus aspiraciones y el puesto Champions que ahora ocupa. Esa es la mayor motivación del equipo de Unai Emery, aunque además de la victoria debería de tratar de deshacerse de los recientes repetidos agobios. Por cierto, de momento el técnico se ha sacudido a Dealbert que, como ocurrió el año pasado después de caer ante el Depor, ha pagado los platos rotos por el desbarajuste con el Málaga.
En El Sardinero al Valencia le espera un Racing agobiado por su clasificación, pero a la vez con mayor confianza por la llegada del magnate indio Ashan Ali Syed, convertido en el accionista mayoritario.
Cuando el entrañable y santo varón Tip dijo aquello de que siempre «es mejor el plácido domingo que el jodido lunes», seguramente también pensaba en estos partidos de fútbol que establece la televisión. Que el día resulte bueno para el Valencia, va a depender del resultado.
204. (Publicado en Las Provincias, 31 de enero de 2011)

29/1/11

Sergio Manzanera

28/1/11

El cuento de la cantera

Aparecen y desaparecen. Pero no como el Guadiana, que a lo largo de su curso se mete varias veces bajo tierra y vuelve a salir. En este caso es distinto. En los últimos años la cantera del Valencia está yerma. Y esto no viene a cuento porque el fichaje del brasileño Jonas Gonçalves pueda cerrar (aunque lo hace) las puertas de Alcácer o Isco. Contratar por 1,2 millones de euros a un goleador es una operación que se debe valorar. Pero eso no quita para recordar que cuando el club ha estado económicamente con agua al cuello, la cantera ha sido una tabla de salvación.
En las últimas horas se han incrementado de forma considerable las entradas de YouTube para visionar los vídeos del futbolista brasileño del Porto Alegre. Para algunos, que sólo habíamos oído hablar del bíblico Jonás, se trata de un desconocido, mientras que ciertos 'maldinis' desvelan de pe a pa todas sus cualidades.
En el fútbol actual no es fácil encontrar una ganga y por lo que se ve el Valencia ha dado en la diana. Pero a lo que íbamos. ¿Qué va a pasar con esos futbolistas del filial que aparecen y desaparecen? ¿Esos que juegan dos partidos o luego ya no rascan bola? Vuelvo al inicio. A los Isco y Alcácer.
¿Acaso como no van a tener opciones en el primer equipo la dirección deportiva se ha planteado una cesión a un club de superior categoría para que completen su formación?
No estaría mal, aunque mucho me temo que eso es pedir demasiado, porque lo de la cantera es un cuento, y no precisamente de los de Perrault. Llevamos diez años de farsas.
Desde que en octubre de 2001 Rafa Benítez hizo debutar al porteño David Navarro en el primer equipo, ningún canterano ha accedido directamente del filial. ¡Diez años! Eso sí, la lista de chavales para completar una pretemporada o una convocatoria que han disfrutado de algunos minutos o, en el mejor de los casos, de un par de partidos, es larga. Tan larga como estéril, porque luego de enseñarles el pastel, se permitió que se desvanecieran como el humo en el aire.
203. (Publicado en Las Provincias, 28 de enero de 2011)

26/1/11

El melón y la bomba de relojería

Probablemente las sorpresas conducen a decisiones rápidas y a conclusiones aceleradas. Por eso, antes de emitir un juicio sobre los recientes fichajes que ha hecho o pretende llevar a cabo el Valencia, es conveniente detenerse y sopesar la situación con cautela. En cualquier caso, exigen un análisis tan reflexivo como el que el club seguro que habrá realizado antes de tratar de abordar las contrataciones.
El Valencia pretende incorporar en el mercado invernal a Jonas Gonçalves, delantero del Gremio del Porto Alegre (1.2 millones de euros) y para el próximo curso ya ha confirmado a Rami, central francés del Lille (6 millones), y sobre la mesa aparece el nombre de Diego Alves, portero del Almería (3.5 millones), fichaje que aseguran que está cerrado.
Mientras que el precio pagado por Rami se antoja algo excesivo, no por su currículo, sino por tratarse de un defensa (la Escuela de Paterna debería ofrecer algún fruto de este calibre), el poco más de un millón de euros que supone el goleador brasileño de entrada es positivo. La situación es parecida a la de diciembre de 2009 cuando se incorporó 'Chori' Domínguez, que también llegó con excelente tarjeta de presentación y con el añadido de coste cero.
Tiempo al tiempo para Jonas. Al contrario que el argentino, quien entre lesiones y disensiones todavía no ha llegado a levantar el vuelo, el ariete brasileño puede convertirse en una revelación. ¡Sería un puntazo! Mourinho se desesperaba con Florentino por un refuerzo para su ataque y Llorente va y le ofrece a Unai la sorpresa que no esperaba.
Lo de Jonas ahora mismo es como un melón. Tiene buena pinta, pero hay que abrirlo para ver si es dulce su adaptación al fútbol español. De cualquier forma, tratándose de un goleador, el precio es de ganga.
¿Y del portero, qué? Pues que con Guaita al nivel que está, todo lo que enturbie su progresión en el Valencia se convertirá en una bomba de relojería para Llorente. En este caso no hay margen de error que valga.
202. (Publicado en Las Provincias, 26 de enero de 2011)

25/1/11

Idiomas e idiotas

Publicado en Valencia Fruits, nº 2.477 (25 de enero de 2011)

Vivir un sinvivir

A lo mejor es consecuencia del tiempo que vivimos, pero la vida está llena de paradojas y el mundo del fútbol no se escapa. En el Valencia se suceden los contrasentidos. En lo social, que se lo pregunten a Társilo Piles. Y en lo deportivo, a la vista está.
El equipo acumula cinco victorias consecutivas, se mantiene en los puestos de privilegio y lo que en diferentes circunstancias supondría un no hablar de otra cosa, ahora mismo no es así. Aunque mi amigo Jaume diga que hay que estar contento, no creo que él lo esté. ¿Cómo podría estarlo si cada semana hasta el más forofo de los valencianistas vive un sinvivir? De un tiempo a esta parte los seguidores despiden los partidos con un reiterado ejercicio de control de los esfínteres. ¡Qué angustia!
Esa es la paradoja deportiva. Que el Valencia está arriba, que gana, que quince puntos sobre quince posibles es mucho, pero que en cambio no sólo no convence su juego, sino que irrita. Y hay momentos en que hasta indigna, como ocurrió el sábado cuando acabó contra nueve, que le sacaron los colores y a punto estuvieron de llevarse el empate. Porque no nos olvidemos de que Aduriz resolvió sobre la campana.
¿Qué al final fue prácticamente un monólogo ofensivo blanquinegro? ¡Faltaría más! Aun así, Baptista mostró sus cualidades. La única superioridad valencianista que se vio en Mestalla fue la numérica. Las estadísticas hablan por sí solas. Trece disparos a puerta contra nueve. Además, el desarrollo del juego desvela que unos tenían la hoja de ruta diseñada y los otros no. Roberto Soldado dijo más de lo que parece cuando afirmó eso de que están jugando con fuego.
Horario, frío y televisión aparte, los poco más de 25.000 espectadores que acudieron a Mestalla confirman lo que Unai puntualizó en la conferencia de prensa posterior a la angustia: que la afición estará con el equipo si el equipo le da para que esté. Y aunque los resultados acompañan, de momento el equipo sólo le está ofreciendo sobresaltos.
201. (Publicado en Las Provincias, día 24 de enero de 2011)

24/1/11

Ángel Abelardo

23/1/11

Máximas bajo mínimos (2)

Nunca discutas con un imbécil porque
te hará descender a su nivel
y allí te ganará por experiencia.

(Magnífica reflexión que me envía mi amigo Alfredo)

21/1/11

La historia se repite

Braulio Vázquez está haciendo punto de cruz para formar la plantilla del próximo ejercicio y curiosamente, o paradójicamente, la renovación del entrenador, la continuidad de Unai Emery en el Valencia, está tan en el aire como lo estuvo en el pasado curso. Claro que este asunto volverá a ser cosa de Llorente. Y lo otro también.
Un portero, un central, un delantero, un..., pero del técnico, nada de nada. Huele a que hasta el final de la corrida no habrá decisión. Y más si añadimos que el actual responsable del área deportiva valencianista se descuelga con un «vivimos de los resultados» y un «ya veremos» cada vez que se le pregunta por el futuro del entrenador.
Lo que genera Llorente no es un problema de paramnesia, porque el año pasado, desde estas fechas, vivimos una situación idéntica. Entonces el presi daba largas y los detractores del técnico, que no son pocos, aprovechaban cada oportunidad para ponerle un par de banderillas y cuestionar su continuidad. Y como además, después de algún partido en el que no había acompañado el resultado, Llorente acudió a departir unos minutos con él, esa visita al vestuario fue la semilla perfecta para imaginar tirones de orejas y alimentar las especulaciones.
El horizonte ahora es idéntico. No es un déjà vu. La historia se repite. Desde el club se asegura que Unai está al loro de la línea que sigue la dirección deportiva y de todas negociaciones que se llevan a cabo o que se pretenden iniciar para el futuro inmediato. Lo que no se dice, ni sabe el técnico ni sabe Braulio ni probablemente el presidente, es qué sucederá el 30 de junio.
Si de aquí allá los resultados acompañan, que por encima de otras consideraciones sería lo fundamental, Llorente tendrá un nuevo sudoku que resolver. Si el equipo cumple los objetivos que se han trazado, la justificación para buscar un relevo a Unai sólo la encontraría en que no gusta el fútbol que ofrece el equipo. Ese sería el argumento para apostar por lo «bueno por conocer».
200. (Publicado en Las Provincias, el 21 de enero de 2011)

19/1/11

Mercado y fichajes

Lo de los fichajes invernales depende de las dioptrías con que se miren las necesidades y de los fondos que haya para realizarlos. Los criterios deportivos deben de circular por el mismo sendero que la economía de los clubes. Y no es cuestión de matices, aunque durante años se haya estirado más el brazo que la manga.
En el Valencia se habla de futuro. Tras la contratación de Ramí para el próximo ejercicio (seis millones de euros), se ha fijado un paréntesis. Tal vez porque ahora no se encuentra lo que se necesita o porque no hay fondos para comprar lo que se desea. Sin embargo se habla de invertir tres millones en un portero y diez en un delantero. Paradójico, si es que en la caja hay tantas telarañas como se dice.
Entre tanto, los rivales ya se refuerzan, y por rivales calificamos al Villarreal, que ha incorporado a Cicinho por la lesión de Ángel; al Atlético, al que han llegado Elías y Juanfran, y también al Sevilla, metido en harina.
A lo mejor la coyuntura obliga a mirar la cantera, cosa que en algunos lugares se hace por convicción. Es posible que como alternativas para suplir eventuales ausencias de Puyol o Piqué, Guardiola piense en Ivanovic o Mexes, que llegarían a coste cero porque en junio acaban sus contratos con el Chelsea y Roma, respectivamente. Pero el técnico no se olvida de Thiago, Bartra o Fontás, que ya han superado el proceso de maduración.
La política del Valencia es diferente y lo del portero y el atacante invita a pensar en la salida de alguno de los guardametas actuales y en un 'vuelva usted mañana' dirigido a chavales como Isco y Alcácer.
Desde hace días se especula la continuidad de Unai al frente del Valencia (en algunos foros se da por sentado que aunque el técnico mantenga al equipo en la Champions no renovará) y de esa forma parece más complicado que el entrenador se arriesgue a dar paso a los canteranos. Quizá sólo lo haría en caso de necesidad extrema. Al menos eso es lo que ha ocurrido con la presencia de Guaita, que si no, ¿de qué?
199. (Publicado en Las Provincias, el 19 de enero de 2011)

18/1/11

¡Me voy!

Publicado en Valencia Fruits, nº 2.476 (18-11-2011)

17/1/11

El equipo responde a Unai

Queda fuera de toda duda que el Valencia se plantea cada partido como un objetivo aislado, independiente, aunque todos sabemos las obligaciones que le acompañan y que al final del ejercicio la cinta que debe cortar en la meta lleva estampado el premio de participar en la Champions.
Para llegar ahí queda la mitad del camino. El Valencia ha despedido la primera vuelta de la Liga con cuatro victorias consecutivas. Muy apretadas, agónicas en algún caso, pero que contabilizan doce puntos que son los que permiten que el equipo se mantenga erguido, aunque algunos no puedan olvidan el sinsabor de la Copa. Quizá por eso, el partido que ayer no le permitía otra respuesta que la victoria. El Valencia estaba obligado a ganar para ofrecer réplica a la presión del Villarreal y Espanyol.
Con todo lo que ha rodeado últimamente al equipo y la que le ha caído a Unai, la clasificación reporta serenidad. Además, el valor de la victoria sobre el Dépor es mayor porque los futbolistas no dejaron al técnico con el culo aire. Con independencia de que a alguien le gustara o no el juego y de que algún jugador estuvo ausente o falto de forma, esta vez no se echó en falta la implicación.
Los dos sustos que dieron los gallegos apenas comenzada la segunda parte (Guaita pensará por qué se busca un portero) vinieron bien a los de Unai, que pronto hicieron valer su efectividad. La victoria, otra vez apretada, fue el premio a la perseverancia. Eso no admite réplica, como tampoco que el técnico, tan cuestionado en otras ocasiones, esta vez movió las piezas con acierto para mantener la consistencia del grupo.
«¿Pero no se puede ganar sin tanta angustia?», me pregunta mi amigo, el valencianista, mientras dejamos atrás Mestalla, caminando por la avenida de Aragón. Y como no sé si pedir el comodín del público, el cincuenta por ciento o la llamada, me limito a murmurar: «Che, tres puntos más». Pero me parece que no él se queda convencido con la respuesta.
198. (Publicado en Las Provincias, el 17 de enero de 2011)

16/1/11

Waldo Machado da Silva

14/1/11

Criterio en los fichajes

El Valencia lleva tiempo haciendo equilibrios en la maroma de la inseguridad y aunque la clasificación debería de invitar planteamientos optimistas, cada día se palpa más la desconfianza. En algunos foros se cuestionan futuros y entre ellos el del entrenador, a quien si antes le costaba sacudirse la crítica por la crítica, la decepción copera ha incrementado los reproches.
Ni siquiera Llorente puede confirmar si el técnico romperá el 'maleficio' de más de cuarenta años (desde 1970, con Di Stéfano, ningún entrenador ha permanecido más de tres temporadas consecutivas). Lo dirán los resultados. ¿Habría guillotina si el Valencia acaba entre los cuatro primeros de la Liga y en la Champions alcanza o supera los cuartos?
Mientras, se habla de reforzar el equipo con un guardameta, un atacante y un defensa (ya contratado), cosa que por posiciones puede provocar overbooking, mientras que por cifras supone una buena coyuntura económica, pues estaríamos hablando de un desembolso global de algo más de veinte millones de euros.
Para la portería se pretende a Alves donde, aún presumiendo (que es mucho presumir) el definitivo ocaso de César, aparecen Guaita, Moyá y el cedido Renan, que regresará en junio.
En la defensa, confirmada el fichaje de Ramí y en el aire la posible acción de compra sobre Stankevicius, los otros cuatro centrales (Navarro, Maduro, Costa y Maduro) tienen contrato en vigor. Y para el ataque se habla de Gameiro que, si miramos la botella medio llena, es un buen refuerzo, o un portazo al canterano Isco, si la vemos medio vacía.
Queda lo del interior zurdo, si es que Vicente no renueva; y lo del organizador, si es que el entrenador sigue y no cuenta con Ever; y lo de... ¡pero si todavía queda un partido para acabar la primera vuelta!
La gran duda estriba en cuál es el criterio en los fichajes. Llorente es quien da el último visto bueno a la cifras, pero falta saber si Braulio ha consensuado los futuribles con él, con el entrenador, con la Generalitat o con Bancaja.
197. (Publicado en Las Provincias, el 14 de enero de 2011)

12/1/11

Unai se aprieta el nudo

Ni la polémica que ha desencadenado la concesión del Balón de Oro a Messi ni la del título como entrenador del año que se ha llevado Mourinho sirve de distracción. De poco vale que en la meseta central no se hable de otra cosa que de los merecimientos de la roja y de la indiferencia de Blatter hacia los españoles. En la gala de Zúrich los Iniesta, Xavi, Del Bosque y Guardiola sonrieron, hicieron de tripas corazón y se quedaron pálidos. Bueno, Andrés Iniesta ya había llegado así...
Aquí todo eso de los balones áureos nos toca un poco de soslayo. El asunto que en Mestalla preocupa de verdad es otro muy distinto, aunque la situación resulta propia de diván del psicólogo, porque a pesar tanto 'destarifo' el equipo aparece en cuarta posición, a dos puntos del tercero y con ventaja de tres y siete puntos, respectivamente, sobre sus dos inmediatos perseguidores.
Pero. eso es otra historia, como decía el simpático Moustache de 'Irma la Dulce'. Con toda la que le está cayendo a Unai (y Manolo que no le abre el paraguas), es como para mirar hacia otro lado. O a lo mejor, sí. Al entrenador del Valencia sólo le faltaba la del 'Chori' Domínguez.
Realmente más que la del argentino hay que decir la suya propia. Sorprende que, en la vorágine del tramo final de un intenso partido, un jugador al que el entrenador ordena que se prepare para salir al campo le diga al técnico qué es lo que debería hacer y éste, que está arropado por su segundo y un preparador físico, acepte la puntualización del futbolista y cambie de opinión. ¿Eso de que el Chori sale de una lesión y que sin calentar lo suficiente entraña un considerable peligro de recaída ha de desvelarlo el futbolista?
Si la autoridad de Unai se viene cuestionando desde hace bastante tiempo, ahora él solito va y se aprieta el nudo. No es bueno lo que está pasando en el Valencia. El equipo está ahí, pero el crédito del técnico está tocado. Ha quedado demasiadas veces en entredicho. Y los silencios de Manolo también.
196. (Publicado en Las Provincias, el 12 de enero de 2011)

11/1/11

Adiós, compañero; adiós, amigo

Valencia Fruits, nº 2.475 (11 de enero de 2011)

Por favor, traigan un líder

El Valencia está pidiendo una renovación a gritos. Por favor, fichen un líder. No se detengan sólo en reforzar la portería, en incorporar un defensa aunque sea internacional francés, o en traer un delantero. Todo eso está muy bien, a pesar de que cuando en la caja hay tanta telaraña, habría que mirar más hacia Paterna. Pero, bueno, aceptando que hay duros para fortalecer el bloque, no dejen de mirar al centro, donde se cuece el fútbol. Y, sobre todo, busquen alguien con carácter, que se eche el equipo a la espalda. El Valencia necesita un líder en el campo y en el vestuario.
El equipo lo pide a gritos. La semana se cerró con el segundo derbi autonómico consecutivo y en este partido se vio una vez más que falta ese personaje imprescindible en un equipo con enjundia. Afortunadamente para Unai y sus muchachos, el triunfo ante el Levante supone más que una dosis de penicilina. El Valencia necesitaba ganar como único bálsamo para que dejara sangrar la herida copera de Vila-real, y lo hizo. Pero la victoria no diluye que el grupo vaga como alma en pena en demasiadas ocasiones, necesita un buen guión y un actor principal para interpretarlo.
En Orriols se repitieron historias de nunca acabar. Por un lado la de los planteamientos. El Levante puso las ideas y luego el Valencia tiró de oficio y dominó el tramo final, cuando Luis García mandó los suyos a por todas. Por otro lado aparece la cuestión arbitral, con independencia de que el gol de Mata, después de ver la jugada repetidamente en dos tomas diferentes, me parece legal porque el valencianista arranca en línea, habilitado por Cerra. Pero eso no quita que los 89 minutos restantes dan para muchos errores y Clos Gómez es uno de esos árbitros capaz acumularlos. Además, llueve sobre mojado (el 2-1 al Espanyol y el claro penalti escamoteado al Levante en el Camp Nou). Hay un grave problema con los árbitros. Como a los que mandan no les hagan un decreto anti-Porta, esto no tiene arreglo. Por lo menos ellos no saben ponerlo.
195. (Publicado en Las Provincias, el 10 de enero de 2011)

Vicente Guillot

10/1/11

Oscar Rubén Valdez

7/1/11

El fantasma de Riazor

Las derrotas siempre escuecen. Son como una especie de guindilla difícil de digerir. Pero una cosa es la Liga, que ofrece un largo camino para enderezar errores, y otra la Copa, que no concede oportunidades. El Valencia ha dicho adiós al torneo con más pena que gloria y la afición está que trina con el entrenador y el equipo. No es para menos, porque la decepción ha sido terrible. Al técnico le censuran que no supo leer el partido de El Madrigal y a los jugadores la falta de actitud. Realmente entre todos la mataron y ella sola se murió.
La derrota de ayer en Vila-real se atraganta al valencianismo especialmente porque el equipo llegó al descanso con ventaja de dos goles. Uno, obsequio del portero Juan Carlos a Banega y otro, por la habilidad de Soldado. Los guarismos parecían suficientes como para sentenciar el pase a los cuartos. Todo resuelto. El Villarreal, incrédulo, estaba sobre las cuerdas, grogui, sin ideas.
Pero los partidos duran 90 minutos y, como seguramente el mensaje de Juan Carlos fue algo así como un buen tazón de cola-cao con cereales, su equipo salió con un aire diferente. El fantasma de Riazor sobrevoló El Madrigal. Apenas comenzó la segunda parte la generosidad defensiva del Valencia metió al rival en el partido y en tres minutos hubo un intercambio de papeles. El miedo para ti, la confianza para mí. Y lo que llevaba camino de convertirse en una comedia valencianista, acabó en drama.
Cuando la historia se repite, un descalabro así tiene toda la pinta de que va a pasar factura al entrenador y también a los jugadores.
194. (Publicado en Las Provincias, 7 de enero de 2011)

5/1/11

Baraja en la carta

Melchor, Gaspar y Baltasar, preocupados, mirarán sus alforjas porque lo que necesita el Valencia no es fácil de conseguir. Lo primero que debe aparecer en la carta a sus majestades es la necesidad inmediata, que el equipo dé la talla mañana en El Madrigal y pase ronda en la Copa.
Luego, dejando aparte que en lo social hacen falta muchas cosas y habilidad para conseguirlas, es momento de mirar otras prioridades y como estamos en época de refuerzos y el club ha anunciado que el próximo año estará aquí el francés Ramí, es obligado recordar que en verano salieron Marchena y Alexis y que el fichaje del galo hace pensar en el futuro del resto de centrales.
Pero, además, en la carta a los de Oriente conviene puntualizar que en el centro del campo aparece una enorme laguna que se llama organizador, porque Ever, que no está en su mejor momento de forma, carece de relevo natural.
Por no remontarnos muy atrás y mirar al Fernando de los noventa, pongamos un Baraja en la carta. Por si cuela. Un jugador de esos que sí, hay pocos, pero necesarios en un equipo con aspiraciones. Un futbolista que asuma responsabilidades y alcance una media de goles para envidia de algunos atacantes.
Pero volvamos a la realidad. Esto una la carta a los reyes y la ilusión sólo es para los pequeñines. Por eso, como cada año, no creo que sus majestades vayan más allá de la colonia de marca o, como mucho, la corbata de Loewe.
193. (Publicado en Las Provincias, el 5 de enero de 2011)

4/1/11

El ritual de cada enero

En el inicio del año ponemos los contadores a cero y nos marcamos una serie de objetivos que luego generalmente no se cumplen. Pero el ritual se repite cada primero de enero. Es el momento de los buenos propósitos y del autoengaño. De mentirnos en lo de estudiar inglés, lo de dejar el tabaco (que aunque las prohibiciones joden, a lo mejor resulta más fácil con la nueva normativa) o lo de hacer ejercicio. ¿Cuántas veces hemos dicho «de este año no pasa»?
Seguro que el Valencia también ha confeccionado una hoja de ruta para 2011. Pero, ¡ojo!, que ésta es de obligado cumplimiento. En lo deportivo Unai se debe de centrar en que el equipo gane partidos y se asegure un puesto de Champions. En lo social Manolo tiene mucho que decir. Desde asuntos sencillos (como la ampliación del contrato de Mata, que ya va siendo hora, ya) a otros más engorrosos, que sólo con recordarlas producen a la vez aburrimiento, porque es más de lo mismo, y sarpullido, porque ya va siendo hora...
¿De este año no pasará lo de la venta de las parcelas del viejo Mestalla? ¿Y la reanudación de las obras del nuevo campo? ¿Nuevo patrocinador? ¿Y la rebaja de la deuda? ¿Y la venta de las acciones que posee la Fundación? Buenos propósitos que deberían de cumplirse de una vez.
¡Ah!, por cierto, es totalmente falso que Társilo Piles considere que por su gestión deberían de colocar su busto en una peana en lugar del monumento a la afición.
192. (Publicado en Las Provincias el 3 de enero de 2011)

2/1/11

Mis dibujos (108)