28/3/14

DIETROLOGÍA

Eso de que nada ocurre porque sí, en Italia lo explican con una palabra que los sicilianos se inventaron hace bastantes años: "La dietrología". Una pseudociencia que sirve para deducir y explicar lo que parece que no tiene explicación. Es decir, trata de ofrecer luz a esos acontecimientos que se producen de pronto, sin previo aviso, y sin una interpretación aparente.  

En el mundo de fútbol se podría echar mano de ese invento de los palermitanos para tratar de explicar un montón de cosas que se ocultan detrás del balón. Como por ejemplo los escándalos que recientemente hemos vivido por los supuestos favoritismos en las decisiones arbitrales. La vieja polémica que se repite cada año y que, vinculada a los tejemanejes de los gerifaltes que llevan las riendas de este deporte, siempre van detrás de una circunstancia puntual en la que algún equipo se ha sentido gravemente perjudicado porque el árbitro ha pitado un penalti que luego las repeticiones en televisión determinaron que no debía de haber señalado, o al revés, porque dejó de sancionar una acción que, también por reiteración de las imágenes, resulta que sí que debió de aplicarle un castigo.

Ocurre aquí y allá, aunque a lo mejor allá, por decirlo de una manera educada, ponen bastante más énfasis que en otras partes y hacen mayor hincapié en la incompetencia de quien les ha perjudicado. Es algo que se reedita temporada tras temporada y, como en la viña del Señor, no distingue de ricos y pobres, si bien los ricos en estos casos suelen hacer mucho más ruido, arropados por sus hordas, en algunos casos mediáticas.

Que los árbitros se equivocan es un axioma como que algunos medios de comunicación ejercen una tremenda presión sobre las actuaciones arbitrales. Pero para determinar que un equipo gana o pierde la Liga, alcanza determinada clasificación o sufre el descenso de categoría, "la dietrología" nos obliga a detenernos en el estudio de las diferentes variables que durante la temporada concurren en cada uno de los partidos que se disputan. Lo demás no son más que discusiones de barra de bar.
 
543 (Publicado en Las Provincias, el 28 de marzo de 2014)

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