23/8/13

CUESTIÓN DE RESPETO


Djukic ha tranquilizado a todos. "¿Dime tú a quien quito?" La peña estaba tan plácida e ilusionada con el nuevo proyecto, que las salidas de tono en el vestuario valencianista le sobresaltaron como si se tratara de una advertencia del temido FMI. Sin embargo el entrenador serbio enseguida ha puesto los puntos sobre las íes y el asunto ya hay que pasarlo de soslayo porque, además, probablemente las cosas se han sacado de quicio.
Como dijo mi amigo Alex, agotado el debate albeldista, el valencianismo empezó pronto a desgastar sus fuerzas en una nueva batalla: Alves-Guaita. Algo parecido a lo que ocurre en los madriles con Casillas y Diego López.
Pero es que a la llama en la portería enseguida se añadió la reclamación de Matiheu, que a pesar de que hizo marcha atrás, recibió duras críticas, quizá más por la sorpresa que causó ya que es un  tipo de limitada elocuencia. De cualquier forma Djukic asumió la responsabilidad que le corresponde y en un plis-plas apagó los rescoldos del incendio.
Que los futbolistas aspiren a la titularidad es sin duda una de las posturas más lógicas de la profesión. Además, el ambicioso anhelo del jugador, que siempre debe reflejarse en el esfuerzo diario, es algo que a su entrenador les debe de satisfacer sobremanera.
Otra cosa muy distinta es que el simple deseo represente una garantía para cualquiera. Lo mismo que lo del número de goles que es capaz de marcar un delantero. Las medallas hay que demostrarlas en el día a día. Lo contrario es tan banal como la falta de consideración al compañero en el descaro del "quita a este y ponme a mí".
El respeto a los demás ha sido siempre el código de conducta de Miroslav Djukic que, para frenar una situación que quizá se ha sacado de quicio, no ha dudado en poner los puntos sobre las íes y que uno de ellos como final para este tipo de conflictos.

(519, Publicado en Las Provincias, 23 de agosto de 2013)


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