15/3/13

EL FUTURO DE MANOLO Y ERNESTO

Ha llegado el momento de hablar del futuro de jugadores y de entrenadores y los clubes ya están inmersos en esa dinámica. Que si Mourinho mira al fútbol inglés y que,  salga o no, Bencema seguirá en el Bernabéu; que si Tito estará al frente del Barça; que si Bielsa lo tiene crudo en Bilbao; que si patatín y que si patatán. En Valencia sigue el debate sobre la posible ampliación del contrato de Valverde, para que continúe el proyecto.
Manuel Llorente pretende cerrar cuanto antes la renovación del técnico. Ha habido declaración de intenciones. De la misma forma que apostó por Pellegrino viendo ahora el trabajo que está haciendo Valverde el presidente del Valencia considera que es el entrenador ideal. Sin embargo Ernesto no parece convencido y ha dado largas. Además, se ha mostrado sorprendido por todo cuanto ocurre a nivel institucional, que es para mirarlo con lupa.
Cuando Valverde dijo ayer que no terminaba de entender muchas de las cosas que ocurren el club, es de suponer que aludía a la situación en la que queda el Valencia después de que el juez haya anulado la capacidad del IVF para avalar el préstamo que Bankia concedió a la Fundación. No creo que se refiriera a que dado que la continuidad del presidente no está definida para el próximo ejercicio, que éste se la ofrezca a él es hipotecar a los futuros rectores. Aunque tampoco sería extraño que pensara así.
Valverde es un buen entrenador. Aterrizó con gracia en Mestalla y goza de buen cartel entre los aficionados a pesar de que en este breve periodo también ha tenido sombras. Si significativo es que lograra que el duodécimo clasificado remontara el vuelo y ahora esté en la lucha por un puesto para la Champions, también aparecen los borrones de Copa y del torneo continental, aunque los verdugos fueran Real Madrid y París St. Germain.
Parece muy sensato que Valverde mantenga las distancias y ahora mismo sólo piense en lo deportivo. Llorente debería obrar igual, centrarse más el su papel de gestor y en qué ha conseguido.
 
505 (Publicado en Las Provincias, el 15 de marzo de 2013)


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