6/7/12

CAMBIOS DE CRITERIO

Cambiar de opinión no está reñido con la coherencia y, en muchas ocasiones, aunque hay actitudes que nos  sorprenden, la mutación se convierte en un ejercicio sano. Ahora mismo nos asombra el amor de Unai Emery que desde Rusia le llega a Tino Costa, o las flores con olor a Bruno Soriano que Manuel Llorente le envía a Fernando Roig.

La relación entre los presidentes del Valencia y el Villarreal se enturbió en Mestalla la tarde en la que el equipo castellonense prácticamente dijo adiós a la Primera. La sentencia que Jonás impuso en el tiempo de prolongación del partido, fue como para que luego la dirección deportiva valencianista tratara de negociar el fichaje de Bruno del que ya se hablaba.

¡Quién lo iba a decir! Mes y medio después del “no te ajunto” en el túnel de vestuarios de Mestalla, que algunos dicen que casi acaba como el rosario de la aurora, el Valencia va a hacer o ya ha hecho sonar la aldaba en la puerta de El Madrigal, a sabiendas de que para hacer las paces y conseguir un matrimonio de conveniencia le espera el aro. Porque pagar cerca de doce millones por un futbolista de contención de 28 años parece que es bastante.

Las necesidades aprietan. El Villarreal tiene claro que la Segunda no genera lo mismo que la Primera, y el Valencia, aparte del peaje que exigirá Roig, ya sin Topal necesita una alternativa para Albelda, porque la temporada se hará larga.

Entre tanto, a la dirección deportiva le inquietan las cartas de amor que intercambian Unai y Tino, en una romántica situación que contrasta con las discrepancias que mantuvieron en los dos años que han coincidido en Mestalla, por los minutos de juego y titularidad. Y es que sin Banega y Canales hasta pasada las Navidades, Tino se hace imprescindible, aunque él no quiere seguir. O sí, pero con condiciones.

Todo es susceptible de variación. ¿Si Rajoy ha dado tantos tumbos no van a darlos en el mundo del fútbol? Además, lo dice el refrán: el sabio puede modificar su opinión; el necio, nunca.

420 (Publicado en Las Provincias, el 6 de julio de 2012)

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