2/7/12

ACERTAR EN LOS FICHAJES

Le quedaban dos años de contrato y bastantes más de estudiar castellano. Después de dos temporadas en Mestalla se ha ido sin saber decir siquiera “¡penalti, lo pido!” (lo de estructurar una oración con sujeto, verbo y predicado hubiera sido para nota). Mehmet Topal ha pasado por el Valencia sin pena ni gloria, pero se ha marchado dejando en la caja alrededor de cinco millones de euros (que es más de lo que costó cuando llegó en el verano de 2010), más lo que el club se ahorra por esas dos temporadas que pendientes.

No se trata de cuestionar la valía del futbolista turco. Pero la experiencia que el Valencia ha tenido con Topal  debería de servir para que la dirección deportiva llevara a cabo una profunda reflexión respecto a los fichajes que se realizan.

Es una situación similar a lo que también debería de tenerse en cuenta, y probablemente ya se tenga, antes de la contratación de otros jugadores que están en la mente de todos. Esos que no tuvieron problemas con el idioma, pero los evidenciaron por un comportamiento fuera de los terrenos de juego que en absoluto fue modélico.
Topal tiene calidad. Eso es incuestionable. Sin embargo en los dos años que ha permanecido en Mestalla no se ha sabido adaptar al club ni al fútbol español, ni el Valencia parece que haya hecho lo suficiente para cuidar la importante inversión económica que significó su llegada. En dos palabras podría decirse que el centrocampista turco tuvo tres encuentros buenos, otros tres decepcionantes y en el resto pasó totalmente desapercibido.
Acertar en los fichajes no es sólo dar con el futbolista bueno, bonito y barato. Es muy importante conocer cuál es el ambiente en que se desenvuelve el jugador, su entorno familiar y de amistades, su carácter, su forma de ser, su fortaleza mental y las posibilidades de adaptación… Todo lo que sea menester para no encontrarse luego con sorpresas desagradables. Sobre todo porque las equivocaciones escuecen más cuando la situación económica de una sociedad es delicada.

418 (Publicado en Las Provincias, el 2 de julio de 2012)

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