9/1/12

Topal, de cara a la pizarra

El Valencia es un equipo desconcertante. Parece que le gusta ir contra corriente aunque eso le obligue luego a hacer un tremendo esfuerzo y tener que remar en los rápidos. Hace unos días se hablaba de las precauciones que debía de adoptar porque como visitante suele encajar los goles en los minutos finales de los partidos. Cuatro de los cinco. Sin embargo en El Madrigal ocurrió lo contrario. Fue precisamente el equipo de Unai quien en el tramo final marcó el gol que sirvió para equilibrar el marcador y salvar los muebles porque en el primer tiempo a los que estuvimos pegados a la tele nos invitó repetidamente a cambiar de canal.

En fútbol, los yerros que son ajenos a la habilidad de un rival -eso que en tenis se califica de errores no forzados-, se resumen en ausencia de concentración. No es la primera vez que al Valencia se le atraganta un partido por esa carencia, exceso de confianza o vaya usted a saber qué motivo. Aunque luego sea capaz de equilibrar el marcador. Probablemente Unai utilizará hoy el vídeo para estudiar los errores que cometió su equipo. Muy bien. Es lo que toca porque el miércoles hay que ir a Sevilla con la lección muy bien aprendida.

Lo también podría hacer el técnico de Fuenterrabía es un ejercicio semántico, aunque tenga que recurrir al traductor electrónico. En castellano está claro el mensaje: "No volveré a tener ausencia de concentración". Seguro que él sabe que en euskera se dice “Ez dut kontzentrazio falta”, y aunque en el vestuario se hablan otros idiomas, no es cuestión de recordarlo en francés y portugués. Pero seguro que a Unai ayer le entraron ganas de poner a Topal de cara a la pizarra y aunque fuera en turco, que le copiara cien veces “Ben konsantrasyon eksikligi olmayakak”.

En Sevilla hay demasiado en juego. No se admiten despistes ni las dispersiones que lleva a los errores no forzados.


347 (Publicado en Las Provincias el 9 de enero de 2012)







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