3/1/14

YA HAY GANAS DE VER FÚTBOL



Lo que pasa en el Valencia me recuerda al documental de sobremesa que La 2 emite de vez en cuando. Ayer sin ir más lejos. Ese de la migración de los ñúes, que abandonan la reserva Masai y, para alcanzar el Seregueti se ven obligados a cruzar un río infestado de cocodrilos. Después de dejar atrás la amenaza de los leones, no les queda más que morir de sed o jugársela con los voraces reptiles.

El reportaje está bien, pero me cansa porque lo he visto demasiadas veces. Igual que el camino de especulaciones que emprendió el Valencia desde antes de endeudarse. Y no pienso en depredadores que quieran hacerse ricos a costa del un club que para algunos sólo es ilusión. Pero si la única alternativa en esta carrera es desafiar a los cocodrilos...

Por eso voy a hacer como ese amigo valencianista que a veces he traído a esta columna: Hablar de otras cosas. Como hizo él estos días, entre brindis y brindis. No se quedó indiferente con la llegada del nuevo entrenador, aunque al momento se partió el ojal por el traje XXL que lució en su presentación, porque el difunto era mayor. ¡Menos mal que sólo viene a entrenar!

¿Y de los de los capitanes, qué? A mi amigo le molestó que el ex, Soldado, sin necesidad se metiera en un charco, aunque luego ha reconocido que quizá había hablado más de la cuenta con eso de que no invertiría un maravedí en el Valencia, porque era hacerlo a fondo perdido.

Aquello se queda allá, en Londres, pero lo de Ricardo Costa -el de  los trajes no, ¿eh?, el capitán de ahora- clama al cielo y mi amigo asegura que se ha convertido en un cliché que le retrata con detalle. Su desconsideración con Djukic ha sido más que meterse en el charco, chapotear hasta ponerse perdido de falta de nobleza (Y desvelar a Pizzi de qué pie cojea).

-¡Oye, tengo ganas de ver fútbol!-, dice, y me recuerda que mañana a las siete estamos citados en Mestalla.

-¡Es a las ocho!
-Sí, pero vamos a quedar antes para tomar un café... ¡Así podremos pelar a alguien, porque últimamente hay muchos temas!

532 (Publicado en Las Provincias el 3 de enero de 2014) 

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