Un viejo cuento

¿Se acuerdan del cuento del pastorcito que se aburría mientras veía pastar a sus ovejas y un buen día bajó al pueblo pidiendo ayuda? -¡Socorro, que viene el lobo! -se inventó para gastar una broma a los aldeanos. Al principio todos le creyeron y fueron en su ayuda. Bueno, todos no, porque mi amigo Ximo siempre fue muy reticente. La segunda vez que el zagal bajó a la aldea reclamando auxilio por un nuevo ataque del lobo, que también resultó ser otra broma, los aldeanos se enojaron mucho. Ximo continuó con sus reproches. Y hubo una tercera burla y mayor enfado de todos. Soriano, entonces, confirmó que antes de que se terminara el mes tendría vendidas las parcelas de Mestalla y que iba a pagar... ¡Uf! me parece que me he liado y me he equivocado de cuento...