Cuando las
cosas ruedan mal hay que saber mirar al frente. Si el panorama económico del
Valencia no es esperanzador, el deportivo preocupa porque las lesiones han
dejado al equipo en cuadro y al director deportivo en evidencia. La última baja,
la de Ricardo Costa, plantea un problema al entrenador, no para mañana, frente
al Zaragoza, sino para el partido del martes, ante el Lille, porque entonces
tampoco podrá contar con Rami, sancionado.
Desde que
arrancó pretemporada se cuestionó que tres centrales iban a resultar
insuficientes teniendo en cuenta que el Valencia iba a competir en tres
torneos: los ya citados y la Copa del Rey.
Por eso se
habló de fichar un medio centro de contención, que en un momento dado pudiera
retrasar su puesto a la zaga. Pero como dice un buen amigo mío, cuando el
Valencia acudió al supermercado, le gustó más un donuts de chocolate que la
pechuga de pavo que buscaba, y contrató a Gago que desde luego es un estupendo
futbolista, pero diferente a lo que pretendía.
Pellegrino
deberá de echar mano del joven del filial Carlos Delgado, pero eso no quiere
decir que vaya a ser titular ni mañana ni el martes. Se pueden hacer encajes de
bolillos a la hora de pensar en la formación inicial, aparte de las dudas
respecto a la confianza que el técnico deposite en el canterano. Veremos.
Mañana el
eje de la defensa deberían de ocuparlo Rami y Ruiz ya que el francés es baja
obligada para el martes. ¿Y ese día? Delgado podría estar al lado de Víctor,
pero son demasiados zurdos juntos (ellos dos y Sissoko), y en cambio está la
alternativa de utilizar a Barragán como central.
En todos
caso, aparte de dejar al descubierto carencias, esto no son más que quinielas,
y como decía al principio, cuando las cosas ruedan mal hay que mirar al frente.
Eso sí, sin olvidar el pasado, para no volver a tropezar con la misma piedra.
451 (Publicado en Las Provincias, el 28 de septiembre de 2012)
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