El Valencia ya ha echado a rodar. Inicia el stage de
pretemporada en Alemania, y como de momento no ha disputado ningún partido,
todos los comentarios giran en torno a la confianza que inspira Pellegrino, al
buen rollito que desprende el grupo y a la inmediata llegada de un lateral
zurdo, un centrocampista de contención, que es la primera preocupación del
entrenador, y un delantero.<
Hasta ahora no se ha escuchado ni una palabra sobre los
sistemas. Y como el entrenador ha anticipado que apostará por un juego
ofensivo, el personal responde con un sí para sus adentros, y no hay nadie que
cuestione si será más conveniente el 4-3-3 o el 4-2-3-1, aunque los comentarios
no se harán esperar porque durante el trabajo en Marienfeld el Valencia
disputará tres partidos de preparación, si bien al tratarse de rivales de
escaso empaque, por delante de cualquier consideración deben de servir de termómetro
para el entrenador.
Con el propósito de completar ausencias de varios jugadores que
se incorporarán más tarde al stage, Pellegrino se lleva a seis futbolistas del
filial, que a lo mejor va y resulta que tienen algo que decir. Ojalá, porque
buena falta le hace al Valencia una respuesta de la cantera, y que no sólo sean
Alcácer y Bernat quienes puedan incorporarse al primer equipo, que ya veremos.
A pesar de que Pellegrino ha puntualizado que "su"
Valencia será un equipo que ataque más que defienda, no ha escondido que en
estos momentos la prioridad estriba en la incorporación de un mediocentro de
contención. Como la temporada se va a hacer muy larga, con batallas en tres
frentes, y Albelda necesitará con un relevo de garantías, el entrenador no quiere
sorpresas. Busca el equilibrio y es lo que le ha pedido a Braulio.
Aparte de que tras la marcha de Topal, la dirección deportiva
priorizó desde que su sustituto debería de gozar de polivalencia para poder
desenvolverse también en la defensa, la exigencia de Pellegrino tiene mucho
sentido porque para alcanzar un objetivo con garantías se precisan buenos
cimientos.
424 (Publicado en Las Provincias, el 16 de
julio de 2012)
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