Lo mejor es llamar a las cosas por su
nombre, porque no es lo mismo la ilusión con la que el Valencia u otros equipos
afrontan cada temporada, que la realidad con la que se van a encontrar a lo
largo del campeonato. Es como un espejo de la sociedad, de lo que estamos
viviendo, pues por un lado todo son recortes para muchos y por el otro,
privilegios para unos pocos. De un tiempo a esta parte, cuando se acerca el
inicio de la temporada suenan tambores de guerra para señalar que la Liga
estará desvirtuada y que seguirá siendo cosa de dos.
David Albelda, que es un tipo sensato,
en el transcurso de una conferencia de prensa recordó ayer la desproporción
económica que existe entre el Real Madrid y el Barcelona y el resto de los equipos
de la Liga española, y puso como ejemplo los 30 o 40 millones que al parecer
los del Bernabéu están dispuestos a pagar para fichar al centrocampista croata
del Tottenham, Luca Modric. El jugador de Valencia dijo que con ese dinero
"nosotros haríamos maravillas". ¡Y tanto! Seguro. Con esas cifras, aún
sin ser un lince, no debe de resultar demasiado difícil mejorar la calidad de
una plantilla.
Está claro que la capacidad de
endeudamiento de del Real Madrid y el Barça no tienen nada que ver con la de otros
clubes, como el Valencia, Sevilla, Atlético..., que son los que en teoría
disputarán la Liga terrenal. Pero aparte de esa disposición, conviene no
olvidarse de que si los dos trasatlánticos gozan de mejor cartera, una parte
considerable se debe a los ingresos por
los repartos televisivos. Y, claro, enseguida habría que haberle dicho a
Albelda, aunque seguro que él lo sabe, que tanto su presidente como los de los
demás equipos, en su momento no supieron plantar cara y exigir una distribución
mucho más racional y equitativa de ese reparto, para que los dos primeros no se
llevaran, como ocurre, casi el cincuenta por ciento del pastel. Y para que
expire aquél contrato leonino (aunque
firmado por la mayoría) todavía quedan dos años.
Si como correspondería hacer, llamamos
a las cosas por su nombre y ponemos los puntos sobre las íes, una temporada más
la Liga volverá a resultar cosa de dos aunque de salida, como dijo Albelda,
todos empiezan pensando en acercarse a aquellos. Pero una cosa es la ilusión y
otra la realidad.
428 (Publicado en Las Provincias, el 25 de
julio de 2012)
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