9/8/11

Reglas, normas y principios

Todos, o casi todos, sabemos las reglas. Bueno, hay algunos, como el árbitro Martin Atkinson que no debe de tener muy claro lo de los 9.15 metros, lo de las diez infracciones que se castigan con un tiro directo. El sábado, en Anfield, se le indigestó un claro penalti por cometer manos en el área del Liverpool.
He empezado así para desengrasar, porque tampoco es cuestión de hacer sangre por la segunda derrota del Valencia en la pretemporada. Claro, que podía arrancar con la actitud grosera del Málaga con el Valencia...
Pero, primero, vamos a lo deportivo. Aunque el equipo de Unai se mostró incapaz ante la presión inglesa y decepcionó por los repetidos desajustes defensivos y las carencias en ataque, no deja de ser otro partido de preparación. Sin embargo se impone un cambio. En lo político y en lo social lo reivindica la oposición y los de más allá, y en la plaza lo exigen los del 15M y a su vez, a éstos, se lo demandan los que están indignados por sus formas.
El Valencia también necesita una variación porque cuando empiece la Liga habrá más intensidad y presión y menos espacios y concesiones. Del mismo modo que no hay que darle excesivo valor a los triunfos sobre PSV, Leicester, Sporting o Hamburgo, tampoco hay que lamentarse por caer en Viena o en Liverpool.
Y ya que hablamos de modelos y principios, en el Málaga deberían cuidar los suyos y a sus interlocutores, ¿no?, aunque realmente el mundo del fútbol en general necesita un repaso. Si en lo de las reglas no hay acuerdo (lo de que lo para uno es penalti, para el otro no), lo del entorno es peor.
Desde la fórmula del fondo de inversión que viste de gala a un club en concursal, hasta el canon por la retransmisión de partidos que pretende la LFP, que puede llevar al fútbol a experimentar un empuje vertical hacia abajo, igual al volumen de los periodistas de la radio que enviará al paro.


282 (Publicado en Las Provincias, el 9 de agosto de 2011)





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