4/8/11

Alcácer y la prima de riesgo

Todavía saboreaba el éxito de la sub-19 cuando leí que había aumentado la prima de riesgo. Enseguida dije para mis adentros: «¿Esto no tendrá nada que ver con el Valencia, verdad?» Confieso que fue un apenas, un lapsus del subconsciente que me había traicionado, quiero pensar que provocado por el bochorno estival.
Rápidamente regresé a la realidad. Resulta que no había llegado a las páginas de Deportes, que iba por las de Economía, y el titular de que la referencia del indicador que mide la solvencia financiera se había disparado seguramente me llevó a pensar en Paco Alcácer, porque para el Valencia, hoy por hoy, supone un riesgo tener en nómina un canterano con máxima proyección. Aquí va de primos y riesgos.
Pero no me entiendan mal. No es mi intención iniciar una cruzada para que Alcácer sea titular en el Valencia y le paguen el oro y el moro. Tampoco voy a enarbolar banderas en defensa de los canteranos. Y mucho menos pretendo iniciar una polémica con amigos, compañeros, técnicos o aficionados que conocen al jugador mejor que yo y consideran que todavía está verde para que Unai le conceda más minutos de los escasos que le dio la temporada pasada.
Alcácer todavía está en edad juvenil y, en lo deportivo, lo mejor para su futuro probablemente sea que juegue toda la temporada en el Mestalla, en Segunda B, alternando entrenamientos con el primer equipo, aparte de recibir algún que otro premio en forma de convocatoria para ciertos partidos. Y al año que viene, hablaremos del Gobierno.
Eso sería dejar las cosas como están, pero hay algo más. Alcácer ha de seguir un camino de formación y recibir el mismo cariño que tuvo cuando, todavía en la etapa de cadete y a instancias del técnico Javi Cabello, el exdirector deportivo Fernando Gómez le firmó un primer contrato. Dar y recibir para que no se hable de primos y riesgos. Para que lo de Isco no se repita y, si ocurre, el club saque una buena tajada. Como la del Real Madrid con Canales, ¿no les parece?


280. (Publicado en Las Provincias, 4 de agosto de 2011)




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