Las tres victorias consecutivas, al margen de las calidades
del rival, muestran brotes verdes. El equipo no encadenaba una racha así desde
hace tiempo, pero no deja de ser más que un estreno. Un buen inicio en el
cambio de ciclo, eso sí, porque los triunfos llevan el importante añadido de
haber mantenido el portal a cero.
Ahora el nuevo Valencia tiene la oportunidad de decir que
efectivamente algo ha cambiado. Antes de Navidad ha de examinarse en Mestalla.
El domingo ante el Rayo, y cinco días después, frente al Getafe. Un calendario
propicio para tomar oxígeno y seguir la ascensión a la cumbre, ¿no?
El equipo parece que ha hecho codos para continuar esa
escalada y que en Valverde ha encontrado un alquimista, como aquél con el que
dio el joven pastor de la novela de Coelho y le transmitió que el coraje es el
don más importante. El equipo muestra ganas. El técnico ha marcado su impronta,
pero actitud de los futbolistas ha sido determinante. Ese talante tan distinto
al del pasado reciente, si por una parte resulta muy positivo, por otra coloca
a los jugadores en un brete. Les invita a responder a algunas las preguntas que
no es necesario hacer y que están en la mente de todos. Veremos qué dice
Mestalla.
483 (Publicado en Las Provincias, el 14 de diciembre de 2012)
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