24/12/12

ATRACCIÓN FATAL

Pues porque no hay una foto del momento, que si no... El feo gesto del que fue objeto Jaime Ortí por parte de la esposa de Manuel Llorente y de José Luis Soler, que es uno de los patronos de libre designación de la Fundación, sería de lo más visto. Esa imagen, tomada en el antepalco de Mestalla durante el descanso del último partido del año, resultaría tan comentada como aquella de la mirada del marido de la presidenta finesa al escote de la princesa de Dinamarca, en un acto oficial.

¿Cuál habría sido la reacción de los protagonistas en el supuesto de que hubiera imágenes de los hechos? Probablemente los increpantes, como en aquella ocasión hizo el pícaro Arajarvi, mirarían hacia otro lado, hacia el techo, tratando de disimular su actitud desafiante, y el  ex dirigente, para evitar lo que nunca debe de ocurrir  en un club que se precie, se ajustaría a corbata y haría la vista gorda sin dar el menor valor al menosprecio.

Puede resultar comprensible que la esposa de un presidente llegue a perder la compostura por proteger el cargo que ocupa su marido. Pero aparte de inadmisible, resulta muy sospechoso que alguien ajeno al club (porque la Fundación es ajena al club, ¿o sí?), en el antepalco de Mestalla se pronuncie con altanería y desconsideración con un ex presidente porque ese ha discrepado con el actual, y que además amenace al director de relaciones externas cuando trata de frenar su vehemencia.

Cuando los nervios están a flor de piel es porque las cosas no van como deberían. Y cuando se levanta la voz para demostrar que se tiene la razón,  se pierde. En este Valencia se viven momentos de atracción fatal. Todos quieren mucho al club, pero cada uno rema hacia su orilla. Los responsables (el presidente y el consejo, o sólo el presidente, porque él ha dejado muy claro quién  toma las decisiones) deberían de analizar lo ocurrido, que es una gota más en un vaso que está desbordado. Y los patronos de la Fundación también deberían de analizar comportamientos y exigir responsabilidades.
487 (Publicado en Las Provincias, el 24 de diciembre de 2012)

 

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