Esos jugadores están igual de tranquilos que los muchos 'goirigolzarris' y 'botines' que hay en España, a quienes les resbala que ZP haya anunciado que disfrazará de Robin Hood a los recaudadores de impuestos. Ante esa advertencia, los privilegiados se limitan a esbozar una sonrisa sardónica, porque los yates, los palacios y los aviones aparecen a nombre de alguna sociedad interpuesta y al final va y no tienen tanto como parece. Incluso a algunos la renta les sale a devolver.
Llorente se ha convertido una especie de ZP en el Valencia. Cuestionado, con muchas asignaturas pendientes pero, sobre todo, con la obligación de mantener viva la sociedad que preside. Y eso implica rebajar gastos. Recortar. Un tijeretazo.
Como en esta comedia que es el fútbol (¿o es un drama?) es mejor perder que mas perder, no debe de extrañar a nadie que se haya traspasado a Zigic por menos de la mitad de lo que costó ni que vaya a ocurrir lo mismo con otros jugadores con muchas menos opciones que él en el proyecto pero con nóminas de consejero delegado jubilado del BBVA.
Sin embargo con otros, como Silva, ha de ser distinto. Es una perla, igual que Mata, y no se puede malvender. A lo mejor Manolo, que aunque rico también está muy tranquilo,debería de mirar el espejo del Arsenal con Cesc. Desde luego está obligado a hilar muy fino para que la decisión no acabe pasándole factura.
101. (Las Provincias, 28 de mayo de 2010)
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