Lo positivo de estos encuentros hay que buscarlo en la efectividad, en la clasificación, en este caso del Valencia. Pero ojo que el miércoles le espera el primer round con el Barça, que esa es otra, porque a doble partido... ¡Ahí es nada!, aunque la esperanza ha de mantenerse hasta el final. Además del acceso a semifinales, el partido ofreció otras lecturas, y sobre ellas destaca la presencia de esos jugadores a los que los entrenadores les ofrecen el pequeño resquicio que les han negado en la Liga. Les dejan una puerta entreabierta que, eso sí, les cerrarían su la canción fuera otra, porque viven de los resultados y además les falta valentía para decididamente jugársela con ellos. En el Valencia destacó Juan Bernat. un chaval que cumplirá 19 años en marzo, que en la pretemporada ya dijo aquí estoy, pero Unai prefirió que siguiera en el filial. A lo mejor, con buen criterio. Los técnicos le ven trabajar a diario y son quienes mejor lo saben. Es posible que aún deba madurar. Pero una cosa es hacerlo con la máxima ilusión y otra viendo que se esfuman las oportunidades. No sería el primer caso de un futbolista que acusa falta de cariño. Bernat brilló, ofreció asistencias, trabajo, tuvo desparpajo y... vamos a esperar que no sea un Guadiana. A ver si encuentra continuidad en el primer equipo.
355 (Publicado en Las Provincias el 27 de enero de 2012)
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