Pero la cosa iba en serio. Tan en serio como cuando hace año y medio el presidente del Valencia se fundió al director deportivo Fernando Gómez, aunque la amortización de ahora cuesta cinco veces más, porque supone en torno al millón de euros.
La salida de Javier Gómez del área directiva no es una sorpresa del todo, aunque plantea una serie de interrogantes que sí pueden acabar en sorpresa. El club lo aclarará en breve. Sí, seguro que lo hará, porque es lo menos que se merece el socio, y porque además es conveniente hacerlo para evitar especulaciones. Como lo de las parcelas, que también merece una explicación. Con la letra pequeña todos sabemos lo que pasa, y si no que se lo pregunten a ese cliente de la CAM que hizo un depósito a plazo y resulta que el vencimiento es para el año 3.000.
En poco tiempo sabremos si la salida de Javier Gómez ha sido una decisión unilateral de Llorente, de Bankia, de los dos, si consensuada con él, que me da en la nariz que sí, porque continúa como vicepresidente y consejero aunque sin sueldo (conociendo a Javier, en cierta manera sorprende, como también asombra el hecho de que no coloquen a nadie en su puesto).
Seguro que el club informa muy pronto, y entre otras cosas explica si Javier continua interviniendo en las operaciones financieras (fichajes, traspasos y demás). Luz y taquígrafos. Las inocentadas han pasado. ¿Después de tanto poder va a acabar en un cargo florero?
342 (Publicado en Las Provincias, el 29 de diciembre de 2011)
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