Me da en la nariz que el entrañable Alfredo di Stéfano tenía razón cuandohace unos años, estando al frente del Valencia, lanzó aquella sentencia tan comentada que fue portada de LAS PROVINCIAS: «El que quiera ver espectáculo que se vaya a ver al Bombero Torero». Ha llovido bastante desde entonces y un día de estos en los que el Valencia dé poco que hablar, aprovecharé para contarles la verdadera historia de la lapidaria frase y de la situación que, para bien o para mal, tuve el privilegio de vivir en primera persona.
A pesar del tiempo transcurrido, esa parrafada hoy adquiere máximo relieve. Muchos técnicos dicen lo mismo, aunque utilizan términos menos arrogantes. Y es que a falta de ocho jornadas para el final del torneo, lo que de verdad cuenta es alcanzar el objetivo.
En el caso delValencia, con su triunfo de ayer frente al Osasuna, mantiene las distancias para acabar en los puestos de Champions sin tener que desfilar por la fase previa. Ser tercero sería el premio gordo para la próxima temporada, porque es el torneo que mejor ayuda a hacer caja, y más si el acceso es directo. Aunque como se mantiene la incógnita sobre la permanencia de las estrellas, poco o nada tendría que decir el equipo sin los Villa, Silva o Mata. Pero eso es otra historia…
Hemos empezado hablando de espectáculo y ayer la función, a pesar del 3-0, no lo tuvo. Pero tal como está montado esto del fútbol, parece que eso es lo demenos, aunque a quienes de verdad nos gusta este deporte, nos fastidia y no nos conformamos con medias tintas, a pesar de que al final acabemos dando el brazo a torcer y aceptemos que los resultados mandan. Realmente con el paso de los días lo que se recuerda no es cómo se ha conseguido los tres puntos, sino si se han logrado o no.
Ese hacer la vista gorda o no querer ver cómo se ha conseguidouna victoria adquiere mayor protagonismo cuando, como ahora, resuenan los últimos estertores de la temporada. Es el momento de hablar sólo de números. El espectáculo se deja para otras ocasiones.
78. (Publicado en Las Provincias el 5 de abril de 2010)
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