25/1/11

Vivir un sinvivir

A lo mejor es consecuencia del tiempo que vivimos, pero la vida está llena de paradojas y el mundo del fútbol no se escapa. En el Valencia se suceden los contrasentidos. En lo social, que se lo pregunten a Társilo Piles. Y en lo deportivo, a la vista está.
El equipo acumula cinco victorias consecutivas, se mantiene en los puestos de privilegio y lo que en diferentes circunstancias supondría un no hablar de otra cosa, ahora mismo no es así. Aunque mi amigo Jaume diga que hay que estar contento, no creo que él lo esté. ¿Cómo podría estarlo si cada semana hasta el más forofo de los valencianistas vive un sinvivir? De un tiempo a esta parte los seguidores despiden los partidos con un reiterado ejercicio de control de los esfínteres. ¡Qué angustia!
Esa es la paradoja deportiva. Que el Valencia está arriba, que gana, que quince puntos sobre quince posibles es mucho, pero que en cambio no sólo no convence su juego, sino que irrita. Y hay momentos en que hasta indigna, como ocurrió el sábado cuando acabó contra nueve, que le sacaron los colores y a punto estuvieron de llevarse el empate. Porque no nos olvidemos de que Aduriz resolvió sobre la campana.
¿Qué al final fue prácticamente un monólogo ofensivo blanquinegro? ¡Faltaría más! Aun así, Baptista mostró sus cualidades. La única superioridad valencianista que se vio en Mestalla fue la numérica. Las estadísticas hablan por sí solas. Trece disparos a puerta contra nueve. Además, el desarrollo del juego desvela que unos tenían la hoja de ruta diseñada y los otros no. Roberto Soldado dijo más de lo que parece cuando afirmó eso de que están jugando con fuego.
Horario, frío y televisión aparte, los poco más de 25.000 espectadores que acudieron a Mestalla confirman lo que Unai puntualizó en la conferencia de prensa posterior a la angustia: que la afición estará con el equipo si el equipo le da para que esté. Y aunque los resultados acompañan, de momento el equipo sólo le está ofreciendo sobresaltos.
201. (Publicado en Las Provincias, día 24 de enero de 2011)

No hay comentarios: