Alarma. Casi a la misma hora que Suiza le sacó el rubor a la roja, el Gobierno daba el visto bueno a la reforma laboral sin el acuerdo de sindicatos ni empresarios, después de que las negociaciones a tres bandas fracasaran la semana pasada. La respuesta de Toxo (al Ejecutivo, no al partido) dice mucho.
Asombroso. Para algunos, la selección española perdió frente a Suiza por culpa de los amores de Casillas y Sara Carbonero. Más que tomate, aquí se está generando un buen caldo de cultivo para alimento de la voraz prensa del corazón. 'The Times' se vistió de amarillo para hacerse eco de algunas tertulias y destacar la posible influencia de la novia del portero sobre el decepcionante resultado del partido y su capacidad de distraer al capitán. Diversas tesis calenturientas ven en la periodista una especie de agente doble, una Mata Hari. Que nadie se extrañe, pues, de que el asunto se convierta en breve en el debate estrella de los frívolos programas de algunas televisiones.
Otro sobresalto lo ha dado Aragonés, que como quien no quiere la cosa, le envío un recadito envenenado a Del Bosque. Dice el sabio que al equipo español le faltó velocidad, convencimiento, lucidez, mentalidad ganadora. Caray, amigo Luis, ¿hubo algo bueno?
Reitero: no ganamos para sustos. El nuevo presidente del Barcelona, Sandro Rosell, está convencido de que Cesc Fábregas acabará vestido azulgrana, con lo que al Valencia le cierra una de las puertas que mantiene entornadas para dar salida a jugadores como Silva o Mata, que son los únicos que tienen mercado y por los que podría hacer caja.
110. (Las Provincias, 18 de junio de 2010)
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