Villa y Silva se han convertido en los primeros chalecos salvavidas. Los 40 millones del Guaje y los 35 del canario apenas dan para un respiro. Hay que seguir haciendo equilibrios en el alambre.
Una voz autorizada del club ha argumentado que el objetivo del consejo es mantener la sociedad por encima de cualquier otra circunstancia. Velar por el Valencia del futuro. Hay que olvidarse de que el aficionado de hoy siga viendo a Villa, Silva o incluso Mata. Lo realmente importante es que el nieto de ese seguidor pueda ver al equipo dentro de unos años. Así de mal está el tema.
Con la venta de los mejores activos lo fácil estaría hecho. Por delante quedaría lo complicado, como es convencer a la Comisión Nacional del Mercado de Valores con un plan de viabilidad económica para que autorice la venta de las acciones de la Fundación que hoy maneja el consejo.
Manolo Llorente debería pensar en dar una definitiva salida a jugadores que no cuentan, que perciben sueldos excesivos y ofrecen rendimientos exiguos, porque si sólo se consuman las salidas de Silva y Mata, el Valencia rebajará gastos, pero perderá pegada...
113. (Las Provincias, 25 de junio de 2010)
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