Si no teníamos bastante con lo de las primas de riesgo, en las últimas horas hubo algunas insinuaciones sobre las de terceros. Lo que está claro es ayer el Valencia no sólo supo plantar cara al líder, sino que ofreció continuidad respecto al último encuentro en Mestalla.
El resultado abre más la Liga a falta de siete jornadas (los del Barça estarán frotándose las manos), pero lo fundamental para el Valencia es la buena imagen del equipo (genial Guaita) y que incluso estuvo cerca de ganar.
El partido fue de conceptos contrapuestos. Y no sólo porque desde el primer momento el Unai acertó a pasarle la presión al equipo del Mourinho. Semana a semana los madridistas ven como su eterno enemigo no afloja y afloran los nervios. A lo mejor les ocurre lo mismo que hace unas semanas le pasó al Valencia, que se convirtió en un flan cuando empezó a ver cómo se iba difuminando la amplia ventaja que mantenía sobre sus rivales.
Pero aparte de eso, el Valencia fue mucho Valencia. Mourinho repetirá ese famoso ¿por qué? y el aficionado valencianista podría preguntarse ¿por qué otras veces no ha sido así? ¡Continuidad!
Otro de los conceptos contrapuestos fue que la preocupación que se había generado en torno al marcaje a que habría que hacerle a Cristiano quedó diluida, pues una de las claves del desenlace estuvo precisamente en la superioridad de Tino tuvo sobre Xavi, que desembocó en que el equipo madridista evidenciara un tremendo déficit de creación.
El Valencia dio la cara, con equilibrio defensivo y contras para haber sorprendido, dijo que está muy vivo con esta inyección de autoestima. Ahora toca recibir al Rayo y el domingo visitar el Espanyol. ¡Que no decaiga la fiesta!
382 (Publicado en Las Provincias el 9 de abril de 2012)
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