2/4/12

Hay que saber a qué se juega

Lo mismito que el sábado le sucedió a Alarte. Batacazo. ¡Chico, ni la pedrea! Porque el puntito que consiguió el Valencia en el derbi con el Levante, para los aficionados de Mestalla no tiene más lectura que un sabor rancio. Un sabor de derrota y de sofocón. El de los colores que el equipo de JIM le sacó al de Unai, que sigue a la deriva.
Antes del partido me comentaba un amigo la importancia que en un grupo tiene saber a qué se juega. Eso de los conceptos, las intenciones, lo de las ideas claras siempre es fundamental, y claro, coincidimos. Hay que saber a qué se juega. Por eso, durante el desarrollo del juego, fue difícil escapar de la realidad. Los azulgrana tenían las ideas bastante más precisas que los de Mestalla, aunque el presente, es decir, lo que hemos visto a lo largo de la temporada, determina que apenas hace falta un poquito de maña para que pasar por encima de este grupo, que acaba los partidos hecho un flan y con el público encolerizado. Cuando las ideas no fluyen, como le pasó al Valencia, hay que echar mano de otras cosas. Y el equipo de Unai apeló a la heroica, a la voluntad, a las calidades individuales en algunos futbolistas, incluso si se quiere, al arrojo -porque a pesar de que el público sacó otra vez los pañuelos (¡y ya van…!)-, inmediatamente trató de llevar a los jugadores en volandas. Habría sido más lógico que los llevara en parihuelas. Este equipo está muy herido y le hace falta algo más que analgésicos. También habrá que pensar que si el Levante deja pasar una oportunidad como la que tuvo ayer, va a resultar difícil que alguna vez se lleve los tres puntos de Mestalla. Pero no nos engañemos. Aportó el criterio que le faltó al Valencia que puso muy poquito. Y no hubo nada más. Bueno sí, otra pañolada de despedida final, acompañada de una bronca, que se escuchó con nitidez a pesar de que se subieron los decibelios de la megafonía del estadio para tratar de mitigarla. ¡Y el jueves, en plena semana de pasión, llega el AZ!
380 (Publicado en Las Provincias, el 2 de abril de 2012)










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