Dios me libre de establecer comparaciones, ¿eh?, entre otros motivos porque no hay color, aunque la frasecita de Unai me invita a recordar aquél extraordinario diálogo de Fielding (Woody) y su novia (Louise Lasser), cuando en la película Bananas ella decide abandonarle porque, puntualiza, no le llena “ni emocional ni sexual ni intelectualmente” y él, con cara de ingenuo le responde: “Bueno, pero ¿y en todo lo demás…?” En Cornellá a Unai le fallaron los tres parámetros que había establecido. Los técnicos-tácticos, el despliegue físico y la mentalidad. Y el resultado fue una goleada de vergüenza y decepción. Pero… ¿y en todo lo demás? En lo demás, como el Málaga no pasó de un empate ante la Real Sociedad, el equipo sigue ahí, en tercera posición. Los números le avalan, amigo, que es lo que cuenta, ¿no le parece? Su no fuera así, ¡a ver de qué estaría aguantando Manolo Llorente todos estos chaparrones que soporta! Ahora bien, para sacar algo positivo el jueves a orillas del Manzanares, hay que ponerse las pilas. Ahí no hay margen de maniobra. Unai debería olvidarse de la palabrería y como dice mi amigo Chema, sus jugadores demostrar bastantes más parámetros que el caballo de Espartero. Los parámetros se entienden como unas variables. Y el Valencia, tan veleidoso, se empeña en variar de semana en semana. Jekill y Hyde. Esta vez vamos a imaginar que toca la del buen partido o, al menos, la del buen resultado.
385 (Publicado en Las Provincias el 16 de abril de 2012)
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