El Stoke City tuvo momentos de esplendor en las década de los sesenta y setenta, pero la realidad determina que hoy por hoy no es nadie en el concierto continental. Y además, en la Premier, no pasa de ser un conjunto mediocre, que deambula en mitad de la clasificación, tratando de escabullirse del pelotón de los torpes.
La advertencia inicial viene precisamente por eso, por esas circunstancias que son las que pueden convertirse en el peor enemigo de un Valencia tan capaz de ofrecer la mejor imagen como de romper el espejo. Debido a lo apretado del calendario y en algún caso a las lesiones, en los últimos partidos Unai ha introducido varias permutas. Las necesarias rotaciones. Y ante el partido con el equipo inglés, por sus características de juego y teniendo en cuenta que tres días después ha de rendir visita al Camp Nou, no es de extrañar que vuelva a hacerlo. Realmente lo extraño es que no lo hiciera. Aparte de Guaita en la portería, porque le toca y probablemente porque domina mejor que Alves el llamado juego aéreo, tan común para los británicos, en el centro de la defensa podrían repetir Rami y Dealbert, del mismo modo que Tino y Albelda, éste echando raya en el centro, a pesar de que acumula ya cuatro encuentros consecutivos sin descansar. Esto de ahora no ha de verse como un partido de la ilusión. La realidad ha de prevalecer por encima de todo. Y ahora mismo dice que el Valencia es el favorito y que ha de demostrarlo.
362 (Publicado en Las Provincias, el 15-2-2012)
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