Ni el que fue el séptimo título de Copa (éxito que la plantilla no quiso celebrar) evitó que ese periodo aparezca como la etapa más nefasta de los noventa años de historia de la sociedad. Abróchense los cinturones le faltó decir entonces al ex presidente, porque aparte del océano de turbulencias que rodeaba el aparato blanquinegro, a aquel comandante el traje le vino enorme y ni su copiloto ni el telegrafista, ideólogos de muchas de sus decisiones, se salieron un milímetro del guión.
Las coordenadas del vuelo estaban equivocadas. El itinerario llevaba directamente a la catástrofe y la maniobra de echar por la borda un importante patrimonio del club, apartar del equipo a Albelda, Cañizares y Angulo, es uno de los estigmas que nunca se podrán sacudir.
El inevitable accidente lo eludió la destitución del trío a cinco jornadas del final del torneo, y la mano que Salvador González, disfrazándo de Gary Cooper para interpretar "Voro ante el peligro" en los últimos y decisivos partidos.
Para que nadie olvide aquel aciago periodo de absolutismo, a modo de memorial del desastre, en Paterna queda el muro del rubor que en esas fechas se ordenó construir. El muro de la afrenta que hoy deberán cruzar Bakero y Bruins para llegar al recinto principal donde, posiblemente, tendrán que digerir también la presencia de David Albelda que ha sabido sobreponerse a la dictadura que le quiso llevar a la fosa. A pesar de que el futbolista se ejercitará por la mañana y no está convocado para el amistoso, a nadie le debe extrañar que acuda a ver el partido.
56. (Las Provincias, 10 de febrero de 2010)
1 comentario:
me encanta tu blog!!
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