11/1/13

¿QUIÉN LO BENDICE?

El mundo del fútbol está repleto de situaciones de esas que sin alcanzar el siete de la escala Richter, que dicen que es lo máximo en seísmos,  provocan un estado de ansiedad. Se trata de coyunturas que, por hache o por be (o por che, por i griega o por doble uve, que dirían los siempre recordados Tip y Coll) quitan el sueño a más de uno.

Eso se vive estos días en el Valencia. La puesta en escena de una alternativa a la presidencia debe de inquietar a Manolo Llorente, como hace unas semanas le inquietarían los cánticos que le invitaban a dejar el sillón. Hasta ahora el aficionado se preguntaba, ¿y si se va él a quién ponemos? Desde el miércoles tienen una respuesta. Primero porque quienes le regalaron el cargo a Manolo ya son historia pasada de la Generalitat y de Bankia, y segundo porque la réplica llega con nombre (Fernando), apellidos  (Gómez Colomer) y la credibilidad que no tuvieron anteriores cortejadores.

Ayer no sonaba otra cosa que el eco del rataplán de los tambores de guerra que ha hecho sonar Fernando, aunque a última hora se entremezclaron otros redobles que, previos a las batallas, llegaban desde la meseta. Eran los de quienes lamentaban que competición no hubiera sido condescendiente con Sergio Ramos, para que el defensa pueda ser uno de los protagonistas de trilogía de partidos que el Real Madrid disputará con el Valencia en las próximas fechas. Claro que una cosa es la veleidad de un comité en entredicho si miramos antecedentes, como el Michel, y otra el conocimiento del código disciplinario, que habla de entre cuatro y doce encuentros de suspensión por ofensas a los colegiados.

Pero lo que interesa al valencianismo es el presente y el futuro del club. Fernando aportaría la misma pasta gansa que trajo Llorente, es decir, nada. Pero habla de inversores, que no sé porqué me suena que tienen acento alemán. Ahora bien, el primer paso ha de ser que quienes hoy están al frente de la Generalitat y Bankia le den la bendición de forma pública.
 
493 (Publicado en Las Provincias, el 11 de enro de 2013)

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