Más madera, que es la guerra. Cuando escucho decir a algunos futbolistas profesionales que el técnico al que terminan de enterrar "no tenía las ideas claras", no puedo por menos que hacer un gestito de esos que acostumbra el tertuliano Marhuenda si alguien argumenta la mínima censura a los populares. Y eso que en este caso uno no tienen nada que ver con esa comisión. Pero ya está bien de tapujos, porque esas críticas de ahora chirrían tanto como el "sólo me la acomodé" del madridista Di María.
Lo de hacer leña del árbol caído fotografía perfectamente al individuo. Es fácil y además nadie replica. Así se captó la instantánea de Ricardo Costa cuando dijo que Djukic no sabía exigir al jugador (mientras el nuevo técnico, como algunos en política, miró hacia otro lado) y de la misma manera ha retratado en los últimos días a Javi Fuego a Mathieu, con esa reiteración de las ideas claras.
Sin embargo, como en los últimos partidos el Valencia ha mostrado buenas maneras, estas cuestiones se han pasado por alto y no son pocos los que las olvidan y se suben al carro de los alegrías, sin duda necesitados después de tanta decepción. A pesar de que en la Liga es una carrera de fondo y de que lo que cuenta es cómo se acaba no cómo se empieza, el arranque ha sido el bálsamo que necesitaba Mestalla. La victoria en el debut frente a un decepcionante Levante y la disposición y empuje ante el Atlético, aparte de dar fuelle al grupo, han de servir de elogio al nuevo técnico, pero al mismo tiempo deben llevar emparejada la obligación de preguntar qué hacían los jugadores con Djukic.
¿A un profesional hay que recordarle a cada momento que tiene una exigencia? ¿En más de quince jornadas nadie ha sido capaz de hablar en privado con el técnico para, si había dudas, pedirle mayor claridad? ¡Venga ya! Cuando empezó el declive de Djukic y se puso en tela de juicio su trabajo y su continuidad, cuestioné que en el vestuario del Valencia hubiera un solo jugador con nivel suficiente como para hacerle la cama. Y aunque muchos han mantenido la prudencia de callar, sigo pensando que nivel, lo que se dice tener nivel en la acepción de categoría y rango, sigue habiendo muy poquito
533 (Publicado en Las Provincias el 10 de enero de 2014)
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