La vida está llena de secretos que entusiasman al personal.
Mola lo esotérico, lo incognoscible. Cautivan las incógnitas, hechizan los
arcanos, la intriga y lo oculto. Apasionan las historias y, claro, los autores
especialistas se forran. Si Brown, Follet e incluso Murakami estuvieran al
loro, seguro que el futuro del Valencia les serviría de argumento para un nuevo
best-seller.
Porque, no nos engañemos, el porvenir deportivo del Valencia
es un misterio de misterios. Bueno, el deportivo y el otro. Realmente todo
cuanto acontece en Mestalla es una gran incógnita para cualquiera que siga el
día a día de la sociedad. Por eso cuando se habla de renovaciones o
ampliaciones de contrato de jugadores o del entrenador, resulta muy difícil
desentenderse y no pensar por un momento que antes del siguiente ejercicio
probablemente habrá cambios en la dirección de la entidad (o no, como en
ocasiones le gusta apostillar a Rajoy) y que cualquier decisión que el consejo
adopte ahora resultaría como una especie de hipoteca para quién o quienes
vengan detrás. Y todos sabemos lo que pasa con las hipotecas.
Sin embargo, por otro lado, tampoco sería lógico que el
Valencia se paralizara en espera de hipotéticos nuevos acontecimientos, de ver
si este se va o aquel llega. Gravámenes al margen, el club debe de seguir
funcionando para no perder ningún tren, aunque a falta poco más de dos meses
para que termine la temporada, ese proceder es un contrasentido.
Nadie pone en duda que Valverde es un buen entrenador. Además
ha calado entre la afición. Pero en el supuesto de que vayan producirse relevos
en el consejo, y quienes están ahí lo saben mejor que nadie, no parece de
recibo tomar esa decisión. Además, ¿Valverde lo aceptaría sin tener la
seguridad de quien iba a ser su jefe?
Alguien (Bankia y Generalitat) debería de mover ficha
cuanto antes. Pero con mucha prudencia no sea que caiga una y, como ocurre con
las del dominó, arrastre a las demás, porque el perjudicado sería el Valencia.
Y eso no.
506 (Publicado en Las Provincias, el 22 de marzo de 2013)
No hay comentarios:
Publicar un comentario